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25/10/2015

LOS BROMISTAS. LA COMEDIA Y SU ESTELA


Los bromistas son una raza dentro de la especie humana. A lo mejor biológicamente no está bien acotado este grupo de personas. No sé si tendrán alguna peculiaridad en su ADN o donde reside la diferencia. No tiene ningún signo externo que los distinga. No es característico de ningún color de piel ni de pelo. No depende del tamaño o forma de los ojos ni la boca. Hay bromistas altos y bajos. Los hay guapos y feos.
 
No estoy hablando de personas con sentido del humor. ¡No! El humor es propio de los inteligentes. El humor lo usan los hombres y mujeres buenos. Lo dominan los observadores, los sabios. Los que no tienen miedo, los generosos. El humor hacer sonreír.
 
Me refiero al clásico bromista. El que se sabe un montón de chistes. El que inventa motes para todos. Motes, apodos, no siempre bien recibidos por lo hiriente que son en muchos casos. Pero a él le hace mucha gracia. Y lo repite. Ahí coincide con el humor. El que tiene sentido del humor repite de vez en cuando, y sonríe. Porque hace de la risa una función continua, que late dentro de él y aflora solo en ocasiones especiales. Y ríe cuando otros tienen una ocurrencia. Las caza al vuelo. Le encantan
Sin embrago hablo de ese bromista que no aguanta ni media cuando es él el objeto de la broma. Broma que siempre asume como burla. Porque él en realidad se burla, no se ríe, no ríe con los demás, se mofa, hace sangre, disfruta del ridículo ajeno. Tiene nivel cero en autocrítica. Y lo peor casi es que cuando encuentra un igual lo toma como rival y aunque memoriza sus chistes y los guarda en su RAM para mejor ocasión, jamás dejará ver que ha pasado un buen rato.
Además el bromista es cansino. Porque cuando coge la linde, es como el tonto, que no la suelta. Si estás hablando de algo que te interesa es capaz de boicotear la conversación sin tregua, hasta llegar a sacar una 'chuleta' con sus mejores bromas, que luego te mandará por 'guasap'.
Es un amigo imprescindible por otro lado. Si uno no tiene un amigo bromista es que no sabe lo que es la amistad. Mi amigo bromista es buena persona, noble y fiel. Y siempre ha cuidado de mi.

QUIÉN SE QUEDA CON LAS HORAS DEL CAMBIO


El domingo cambian la hora. Ya empezamos. El drama del final del verano lo anuncian primero las tiendas y después los autobuses escolares y el consiguiente descalabro en el tráfico. Poco a poco se va uno levantando cada vez más de noche y para llegar a casa sin ver anochecer en la oficina hay que estar muy atento. Pero el final de la ilusión viene incluso cuando ya casi toda la gente de bien ha cambiado el lino por la pana. Ya las piernas van ocultas por medias. Se empiezan a ver bufandas. La lana en general gana la partida al algodón. Por mucho que uno se resista, el invierno nos ronda.
Entonces cambian la hora. Hay todo tipo de leyendas al respecto. Que si es por ahorrar luz, que lo hizo Franco para tener la misma hora que Alemania.
El caso es que en octubre en Madrid hay un día que tenemos una hora más. Ese día uno piensa: A partir de ahora me voy a seguir levantando a la misma hora, lo que antes eran las siete, que ahora son las seis. Así desayuno tranquilamente, voy sin prisas mañaneras, pillo menos atasco y le cunde más el día. Que se quiten los propósitos de año nuevo, nosotros tenemos lo propósitos del cambio de hora de otoño. Además piensas: Me voy a acostar mas pronto también, porque últimamente me emboba la televisión. Cojo mi libro y a las 10:30 estoy en la cama.
¡Qué bonito!
¿Que es lo que en realidad ocurre? El primer día te metes pronto el la cama. Pero no hay manera de que te duermas. Tu pareja ya está sonando plácidamente. Le miras con una admiración mezclada con enviada sana. Te derrites oyendo su respiración acompasada. Pero sigues sin dormirte. Por fin te levantas, te envuelves en una manta y recorres los tropecientos canales de la televisión que no emiten más que basura variada.
A continuación pasas unas semanas de 'ahora serían las dos, por eso estoy hambriento, ahora serían las ocho, por eso no tengo sueño', o al revés. Hasta que te rindes. Y asumes la tristeza de la oscuridad casi perenne, asumes que dura más lo negro que la luz. Hace frío, es bonito, llueve, nieva. Se te olvida la hora que sería sino hubieras cambiado el reloj. En definitiva: estás domesticado. Hasta primavera, que entonces un día de pronto tiene una hora menos ¿Donde se guardan las horas para la siguiente? ¿quien se las queda?

21/10/2015

EL DAÑO QUE HA HECHO EL VINAGRE DE MODENA A LA COCINA

Dicen los expertos que el vinagre de Módena, su abuso, es en gran parte culpable de muchos de los males que achacan a la cocina moderna. Hoy en día, año 2015, cualquiera tiene acceso por un par de euros, a un frasco de vinagre balsámico de Módena, y por un poco más: la caña de España "vinagre de Módena concentrado" de primerísima calidad. En los 80 ese vinagre existía en Italia, y punto. Y encima se llama 'aceto'. Como siempre entre Italia y España celebrando la ceremonia de la confusió con el idioma.
 
¿Cómo esta una ensalada con vinagre de Módena? De muerte. Engorda seguro de rica que sabe. Tíñela un poco más, dale vida al plato. Y en unas lentejas, una cucharadita de vinagre de Módena cambia una comida de menú por algo exquisito.
  
En cualquier restaurante que se precie, la decoración del plato además de con lechugas de colores abusa del abstracto a base de trazos de ese vinagrito rico. Una línea por aquí. Un punto gordo por allá. Lágrimas y lluvia, Pintores transformados en cocineros dan rienda suelta a su imaginación, con una mano en la espalda y la otra pincel en mano, lanzando gotas de sabor.
 
Quien dice vinagre de Módena hoy parece que ya está hablando de algo vulgar. La sección de vinagre de cualquier supermercado que se precie es más surtida y compleja que la de las patatas fritas de bolsa. Si te llama tu chico y te dice 'compra una patatas para el apertitivo', el pánico a quedarte sin batería para concretar es equivalente a si te hubiera pedido vinagre... ¡Mierda! no le he preguntado cuál. Me equivico seguro. Dependiendo del ánimo o el humor te atreverás a llamar o no. Si no estáis enfadados y todo va bien, puedes soltar '¡Cari!, ¿que vinagre quieres?' Lo malo de eso es que te diga 'el de siempre' y tu soberbia te impida seguir con las preguntas. La consecuencia es la misma que si no te hubieras atrevido a preguntar: Volverás a casa cargado como una mula, con un surtido completo: vinagre de manzana, jerez, PX, balsámico de Modena(el mas popular, reza en Wikipedia) reducción de alguno de ellos. Por no hablar de los envases. Botellas de formas imposibles cubiertas de cuerda, decoradas como si de un buen Rioja se tratara, en caja de madera, en envase de cristal, alargadas, rechonchas, esféricas. Dios! Qué aturdimiento de lo sentidos!. Para epatar a lo mejor coges vinagre de arroz. Sí, sí, de arroz. Parece que ése es el que usan los japoneses para hacer el arroz del sushi. Sí, el arroz del sushi no es que se apelmace en una prensa especial y por eso no se te caen los granitos ni mojándolos en soja. ¿Qué? ¿Has intentado hacerlo y no hay manera? Pues el secreto es ese. No sirve la técnica española de la alboldinguilla, ni con las manos ni en taza. Tampoco se pueden hacer las bolitas de sushi como las croquetas, cuchara en mano izquierda, cuchara en la derecha y movimiento de muñeca. Error. Hay que usar vinagre de arroz en la coccion de éste.
En fin, imagino que como todas las modas, pasará y le echaremos la culpa a otro de lo que haga falta.

17/10/2015

SERRAT

No estaba preparada. Yo no estaba preparada para oír a Serrat. Han pasado casi treinta años desde que le había ido a ver a otro teatro, con otros amigos. En aquélla ocasión yo tenía 20 años, o 25... y debió ser uno de los pocos conciertos a los que fui 'sentada'... Me sorprendió ver un inicio de calvicie en la testa de JM cuando en algún momento del concierto se dio la vuelta. 



En los 80 los conciertos a los que íbamos eran siempre de pie. Para poder bailar, para caber más...y porque sí. Quien tuvo suerte y buena paga vio a los Rolling, yo vi a Los Secretos, a Los Smith en el Parque del Oeste, sin conocerlos. En esa época, si un amigo tuyo te decía " te vienes a un concierto?" Tu ibas y punto. Sin hacer preguntas. Tu amiga o amigo se sabía las canciones. Había pasado el mes de julio en Inglaterra donde había aprendido de todo menos inglés. Había vuelto con el pelo verde o rapado y con una enorme cresta. Entonces íbamos a conciertos en los que podías estar rodeada de punkis o de roqueros, o un poco de todo. Un amigo tuyo tenía un amigo que tenía un conocido que tenia una maqueta: Allá que te plantabas. Si tenías oportunidad y tiempo oías antes las canciones. Es más divertido cuando te las sabes. Así en Rockola podías gritar "déjame, no juegues más conmigo" o en el Siroco " por la baranda" y en la plaza de toros de cualquier pueblo desgañitarte berreando " y es que su amigo se ha echado atrás"... Otro lugar de encuentro era el salón de actos de la escuela de Caminos: Allí estaban abonados los Nikis y con su "Ernesto tiene un problema muy serio", Alaska con su séquito de Pegamoides, la Frontera, los Esclarecidos o El Aviador Dro con sus Obreros Especializados gritando desde un andamio. Si tenías amigos profundos podías descubrir lo mismo a Silvio que a Pat Metheny. El plan era de lo más serio en ese caso. Quizá luego hubiera tertulia y todo en el café Gijon, o en el Espejo. Sitios de humo aptos para la conversación. Pero en general lo bueno de los conciertos es saberse las canciones y gritar tanto que la Mecana enchufe el micrófono al público para que se le oiga mejor. Y cuando te compras el disco te oyes.
 

Han pasado casi 30 años. Un grupo de amigos con grupo de guasap. Amigos de la sierra, de todos esos conciertos y muchos más y mucho más. Mensaje " toca Serrat en el Palacio de los Deportes dentro de tres meses, vamos?" Primera diferencia : dentro de tres meses. Vamos a ver, esto es como el anuncio de la tele : "tocan los Rolling este fin de semana" "uy no , este fin de semana me viene mal, el próximo que ya habré cobrado"¿Quien sabe con tres meses de antelación lo que va a hacer un viernes de dentro de tres meses? Pues los adultos, sí. Los adultos planifican. Los adultos prevén. Los adultos saben cuando caen las fiestas, los cumpleaños, si sus hijos tienen o no clases y si hay algún examen importante en el horizonte que impida hacer actividades extraordinarias. Los adultos saben cuanto se pueden gastar (más o menos) y se organizan.
Pero los adultos y sobretodo los mayores, se ponen malos, tienen achaques, les duelen cosas...así Serrat suspendió su concierto de mayo, para descalabro de muchos. Lo suspendió porque estaba malito. Normal. Avisaron de improviso se la nueva fecha: un domingo de septiembre. No dio tiempo a que nos preparáramos. Porque yo, para un vez que voy a un concierto, me habría estudiado "Todo Serrat" y "Lo mejor de..." y "Serrat canta a Don Antonio...." Son títulos inventados pero posibles. Lo que no es inventado es la brasa que habría dado a mis parientes con " tu nombre me sabe a hierba" y otros. Y claro, llegamos todos igual al día H, todos menos la amiga previsora, que en cuanto empezó a cantar Serrat cogió el tono ella y no lo soltó. Los demás callados. Perdona Juan Manuel. Perdona. Vuelve en un mes y te prometo que me espero y nos esmeramos todos y no te dejamos cantar. Porque lo que lesiona a los cantantes en los conciertos es que cante el publico, que se sepa las canciones, y mas ahora,que nadie fuma y no se pueden encender mecheros. 
 
 

04/10/2015

PETROVIC

Hay deportistas y deportistas. Hay jugadores de baloncesto y luego, a una distancia solar, está Drazen Petrovic.
El no era un jugador de baloncesto. Era un mago, un provocador, un canalla. Era un puñetero genio.
Años 80. Cuando empezaba el partido todos los jugadores parecían iguales, iguales camisetas, cuerpos larguísimos y aparentemente con dificultad de sincronización. Pasados tres o cuatro minutos, si uno de los rivales era el Cibona de Zagreb, de la antigua Yugoslavia, se encendía una luz. Y esa luz era Drazen Petrovic. Ni más flaco ni más musculoso que otros, no recuerdo si era alto o muy alto. Simplemente era distinto. Inventó otro juego. Impuso un ritmo diferente en los partidos. Daba igual quiénes fueran sus compañeros o contra quién jugara.
He brujuleado en internet y lo que queda escrito no hace justicia a quien fue una leyenda. Abundan los datos sobre su eficacia en el tiro y detalles absurdos como si era o no jugador de ataque.
 
Drazen no jugaba al baloncesto. Drazen dominaba el espacio entero, en diagonal, la cancha era suya. De un extremo a otro era capaz de mover la bola esquivando a los cinco rivales, haciendo que pareciera que iba a pasarla en cualquier momento, dejando atrás, sin rozar a nadie, jugadores caídos, faltas personales que él provocaba a su solo paso. No solo dominaba el balón. Manejaba a su antojo al enemigo. Provocaba al grandullón de Fernando Martín. Irritaba al bueno de Corbalán, que intentaba defender su área con justicia. Burlaba al enorme Sabonis, podía hasta haber pasado entre sus piernas en un despiste. Sacaba de quicio al personal solo con mirarles. Era capaz de desesperar al hombre tranquilo, al pacífico giagante. Podía irritar al público más civilizado, y tenerlos en contra, o enamorados sin condiciones.
 
Petrovic era un provocador. Parecía que odiaba al equipo entero del Real Madrid, y acabó fichando por ellos. Si le hubieran odiado más los italianos, allí hubiera caído. Pero como genio que era, murió joven. No tenía derecho a envejecer, a ser convencional. Murió rápidamente, en un accidente de coche. Sin enterarse siquiera de lo que ocurría. Fue una pérdida. ¿Quién sabe si hubiera domado esa furia, ese genio, en qué se podría haber convertido? Lo que nadie puede dudar es que era un maestro con el balón en el más puro sentido de la palabra. Y sus partidos eran un espectáculo.

IMAGINATE QUE ERES UNA MANZANA

Después de media hora de afable conversación, rellenar espacios en blanco en frases absurdas, la lectura de un texto que no te interesa nada y ni entiendes, el chaval que se gana la vida con su idioma natal, re pregunta sin solución de continuidad "Que preferirías ser si fueras una fruta?" Esta situación  sólo se puede dar en una clase de inglés. Ni siquiera un psicólogo es capaz de someterte a semejante bobada. Ningún "coach" en el más perverso de sus sueños planearía poner a sus alumnos en semejante disyuntiva: "manzana o pera". El solo pensamiento le hace confundirse hasta fantasías inconfesables.
Las clases de inglés son un fenómeno que se extiende como una enfermedad contagiosa. En España hay un especial caldo de cultivo dada una ineptitud de nacimiento que tenemos los allí nacidos para aprender idiomas. Es un reto intentar anular a un alumno su acento castellano puro que sigue brotando tras años y años de clases y ejercicios. Incluso tras largas temporadas viviendo en el extranjero, ese deje, esa fuerza en la voz, esa dureza, sigue latente y al mínimo despiste, hasta los que viven en la pérfida Albión o/y están casados con anglosajones...de pronto patinan y zas! Allí está ese "jelou" que no deja duda de su origen.
Pero el español es tenaz. Sigue haciendo ejercicios y "lisenins". Avanza niveles, se examina, aprueba, se apunta a un " pueblo inglés".
Esto ocurre independientemente de la edad del alumno, aunque ya hablo de un proceso voluntario, no impuesto; esto es, hablo de adultos. Es ajeno a la profesión: Hay médicos que entran a las 7:00 a trabajar porque tienen clase con "el John". Mal empezamos si le plantan un articulo al nombre propio. Pero si después de un año ese traumatólogo reconocido mundialmente por su pericia y habilidad, llega a casa y les dice a sus hijos: Hoy hemos empezado con "el do" (pronunciado do como la nota musical, es normal que en su casa sospechen que "el John" es una tapadera y que en realidad sale a las seis de casa porque tiene un ligue. No hay otra explicación.
El español tiene un gen que le hace resistente al aprendizaje de lenguas foráneas. Quizá se hizo fuerte el descendiente con ese gen al resistirse contra sucesivos invasores con sus correspondientes idiomas, del ibero al árabe, pasando por romanos y otros pueblos "bárbaros y salvajes". Quedó como superviviente ultimo un ser incapaz de aprender idiomas. Sumada tal circunstancia genética a la extrínseca de una duradera dictadura o gobierno monocromo ha quedado en España una alergia intrínseca a tal habilidad.
El anglosajón, hábil como es, ha encontrado aquí el paraíso. Sólo por nacimiento ya tiene trabajo asegurado. Además España es el paraíso del sol y la cerveza y el tinto de verano. El gobierno inglés y el americano pueden embarcar hacia la penínsulas a tosa su población de parados y expertos en bebercio con la seguridad de que tendrán una buena vida.




02/10/2015

BRUCE . THE BOSS

A los 18 años yo había nacido en Estados Unidos. Yo era americana. Americana de padres castellanos. Estudiando en Madrid, sin haber salido de la península más que para ir a la playa a Mallorca, pero Americana. Sin saber cuántos estados tiene EEUU, sin conocer los nombres de los presidentes. Sentía todo lo que tuviera que sentir para serlo. Amaba la bandera, el himno. Por Bruce: 'I was born in the USA'


Bruce Springsteen era lo más. No era guapo, porque guapo no era. Tampoco era tiposo, tenia músculos de frutero, de mulero, de cargador de sacos en el DÍA... Además presumía de ello (o eso pensaba yo). Sus camisetas ajustadas enseñando bíceps y esos pantalones o vaqueros o de cuero negro solo remarcaban lo macarra que nuestro amado Bruce era. Sus brazos sudorosos, su sonrisa corta y desordenada, el pañuelo en el pelo: El conjunto era inexplicablemente sexi. Tenía una voz arrolladora, una guitarra llena de vida, a punto de quebrarse en cada nota.

Que levante la mano el que no haya pensado que en su tripa tenía las cuerdas de la guitarra del jefe cuando le oía cantar. No es que pensara, "sabía" que tenía las cuerdas en la barriga. Las sentía. Con los ojos cerrados se rascaba la zona del ombligo con la mano derecha hasta hacerlas sonar; la  mano izquierda arriba sujetando el mástil, moviéndose rítmicamente. Y al final de la canción, sudando, agachándose, arrugándose para sacar el máximo partido al instrumento, acompañaba al maestro en los ultimos acordes. El pelo para arriba, el pelo para abajo. Para estos episodios era muy recomendable la soledad, habitación cerrada. Incluso en el coche podía pensar alguien que no estuviera en el ajo que te faltaba un tornillo. 
Bruce, el roquero. La fuerza de su garganta era comparable a la de sus músculos. Daba más marcha su música que meterse tres cafés solos en vena. Entraba por los poros de tu piel, impreganándote, dejándote cautivo.
¿Pero cuantos años tiene Bruce? Bruce, The Boss. No el jefe. The Boss. El puñetero amo. Porque ser 'the Boss' es mucho más que ser el jefe. Es el que manda de verdad. Es BOSS con mayúsculas. Bruce no bebe ni fuma ni tiene vida privada. Entonces no tiene edad. Está claro. Y como ser sin edad, no puede ni envejecer ni morir. No es broma. Bruce era un hombre joven y maduro en los años 80. Y hoy, casi 40 años después sigue siéndolo.
Bruce igual que no tiene edad, ni tiene novia ni novio, no es ni homo ni heterosexual. Es un ser sensual y sexi, suda a borbotones y sigue siendo atractivo. Consecuencia de lo anterior y como buen roquero, no tiene hijos y mucho menos va a tener nietos jamás. El un símbolo. Un ídolo, un icono americano todo él.
Gracias señor Springtseen por su música.