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30/07/2017

EL FIN DE LOS BEATLES O LA MALA YOKO


Tiene narices que Yoko Ono después de hacer que los Beatles se separaran lo más llamativo que ha hecho, además de enseñar sus cosas es apoyar el referéndum por la independencia de Cataluña. 



Independientemente de lo que yo piense del susodicho y valga la redundancia... ¿Qué importancia puede tener lo que se le ocurra a Yoko de España y de Cataluña?
 

Claro que igual de irrelevante que para ella somos lo es ella para nosotros. Y no hablemos  de la influencia que en la política local o autonómica puede tener lo que piense la viuda más famosa de los últimos tiempos.

Aunque tengo que decir  que cuando Lennon murió no pensé en ella. Pensé en su hijo y en todos n osotros, que nos quedábamos para siempre con la ilusión y las ganas de que los Beatles volvieran a juntarse. Y de dieran otro paso en Abbey Road.

Yo no lo sabía. Pero parece que era verdad, que Yoko entró como una cuña en la vida de los Beatles. Eh sus grabaciones, en sus decisiones.

Estimada señora, por favor no se entrometa. No será grande su influencia como lo fue entonces, pero aquí no tiene la excusa de lo hice por amor. Nunca entenderé porqué el asesino de John llevaba el Guardián en la mano. Jo
 

28/07/2017

SIGUE HABIENDO MARIPOSAS


Ellas no se han enterado.  Revolotean felices de la lavanda al tomillo. No saben que no vas a volver. De los nenúfares de los que tanto hablaba el poeta sin haberlos visto jamás, no hay rastro.  Han sucumbido al invierno. Como tú. El laurel luce espléndido y frondoso. Adereza nuestro apetito. No me atrevo a decirles que no vas a volver. El árbol del amor ha invadido la escalera, ha remontado la valla y parece que va a arropar a los cipreses. ¿Qué más se puede pedir?. No se cómo contarle que no vas a volver. Las niñas se enfadan y pelean entre ellas. La inquietud está presente. Las alarmas encendidas alrededor de la mesa de los recuerdos. Las lágrimas retenidas.
 

Sigue habiendo mariposas. Ha llegado la fecha y han venido todas. Están las amarillas, que vuelan rapidito. Casi nunca se paran. Son chiquititas y muchas. Al rato aparecen solemnes unas de alas negras con estampados naranjas, simétricas las manchas, largas las antenitas. Su vuelo es digno de un ave. Se acercan las atrevidas, sus sábanas voladoras son verdes de camuflaje. Se posan al sol para controlar las sombras que acechan. Vienen las no clasificadas, que por no tener les falta hasta el nombre, las vulgares y las únicas. Todas son originales y bonitas. Todas te están buscando. No nos reconocen. Se acercan a unos y a otros, confundidas por un gesto, una palabra, el olor. Pero en seguida alzan el vuelo de nuevo para seguir buscándote. No sé como decirles que no vas a volver.
 


26/07/2017

LOS CINCO Y YO. (¿EXISTE AFTER FIVE?)


LOS CINCO Y YO. ANTONIO OREJUDO

El libro es cojonudo. Con perdón. Antonio Orejudo escribe como le da la gana. De un tirón. Como el que cuenta una historia, bien contada. Se repite poco, no se contradice, o sí. Porque las historias requieren a veces recovecos, abrir paréntesis, irse por las ramas. Después hay que retomar el hilo, incidir para atraer al que escucha, al que lee, ponerle a tu lado y que no se pierda. Que coja la hebra y se quede. Pendiente y atento. Orejudo hace lo que quiere con las palabras. Porque domina el medio. Es un pez en el agua. Un delfín.
Orejudo dice que Reig ha escrito After 5. Otro que tal baila. De rodillas debemos leer a Orejudo y a Reig. Hay que escuchar sus libros, sus artículos. Guardarlos como oro en paño. Son pequeñas obras de arte. Merecen un monumento. No un Oscar o un premio. Un monolito de piedra. Para que haga de hito. Para que dure. Antes y después de Reig y Orejudo. Un menhir que lleve Obelix a todas sus batallas contra los romanos. Porque, toda la Galia está conquistada, ¿toda? No, queda Orejudo, que sigue escribiendo.
Si Reig no ha escrito After Five, debe hacerlo. Es una idea genial. Traer a nuestra literatura aquélla con la que nos iniciamos en la lectura. Mezclar entre nosotros a esos personajes que fueron tan reales, hacer que sus vidas sigan. Porque Enyd los dejó quinceañeros. Es fascinante saber qué ha sido de ellos. Conocer su edad adulta, sus contradicciones. Asombrarnos con la noticia de su éxito o fracaso.
De un buen escritor no importa la historia que cuente. En fin, importa. Porque la historia queda. Pero puede ser mágica, trágica, desternillante. Da igual si es humor o comedia. O si al final todo es pena. Cada frase hay que leerla. No vale saltarse párrafos para ver qué pasa al final. No. Ese libro que no quieres acabar, es el libro que siempre temes encontrar. Porque la última página significa que quedará un hueco difícil de llenar. Solo el menhir puede estar ahí

 

24/07/2017

EL FRASCO DE LAS LÁGRIMAS

Hoy llenaríamos el frasco de las lágrimas. Hoy lo necesito más que nunca. Hoy quiero que Me hagas reír cuando lo saques de su escondite. Que pares el sofocón que llevo. Porque ya no puedo más.
Nadie me dijo cuánto me iba a doler. Me siento estafada. Es como si fuera la primera huérfana de la tierra. Porque alguien tenía que haberme advertido de lo que se siente. De este desaliento que no tiene fin. Es una ausencia que se palpa. En la ropa. En las palabras. En las noticias. En los olores. En el monte. En todos los árboles y paisajes. En todos los segundos, en todas las visiones. Ojalá Hay algo de ti  por todos lados. ¿Lo sabías? ¿Como no me lo dijiste?
Siento como Pulgarcito que voy dejando miguitas para poder volver. Aunque, como a él le ocurrió, temo que el rastro desaparecerá. Mis migas son las lágrimas que llenarían el frasco. En el camino se evaporan o se hacen río que a lo mejor me arrastra y no permite que vuelva. Tengo que volver. Los pajaritos se comieron las migas del camino y se beberán mi agua salada. No puedo con esto. No sé donde está la llave que me abra la puerta para curarme. Porque el dolor es de estar malito. Enferma de pena.

UN DIA CUALQUIERA NO SABES QUE HORA ES



Me asomo a la ventana sin saber por qué.
Sigo igual, padre. Me acuesto la última y me levanto la primera. No quiero perderme nada. Mamá dice que soy la primera mujer que ha tenido un hijo. Es cierto, y la primera mujer que ha perdido un padre. Nunca he presumido de ser realista. No lo soy. Soy exagerada sin ser mentirosa. Mis experiencias siempre me han parecido máximas. Y así las vivo. Y así las cuento. Por eso algunos dicen que invento. Pero no. Es como yo lo vivo.
Mi autoestima no levanta un palmo del suelo. Sigue a nivel felpudo. Pero mi imaginación me ha permitido siempre estar entretenida. Y asustada. Cuando no tenía nadie con quién hablar imaginaba conversaciones con amigos o con desconocidos. Creaba situaciones imaginarias e iba resolviendo conflictos. No hablaba conmigo misma. Inventaba diálogos. 
Si viajaba sin lectura observaba a mi alrededor, mientras el sueño no me vencía, e inventaba. Empezaba a fabular: La chica de azul acaba de dejar a su novio. Se siente fatal. Porque era buen chico, pero tan aburrido. El chaval que está enfrente no para de mirarla, le recuerda a su primera novia, una rubia que conoció en Inglaterra un verano. ¿Será extranjera? Piensa en cómo besarla. Pero ella tiene los ojos llenos de lágrimas. Quita, qué marrón. No me ha visto. Si tengo que consolarla es que soy malísimo. Bueno, queda mucho viaje. La señora del pelo blanco no para de hablar por teléfono. Es la presidenta de la comunidad de vecinos, habla con el administrador para que resuelvan de una vez el tema del ascensor. O a lo mejor tiene una empresa de reparaciones. Puede que sea su nieto el que se ha quedado atrapado entre el cuarto y el quinto piso. Se lo dijo a su hijo, ‘esa chica con la que te casas no te conviene, no sabe cocinar, tiene el pelo azul y además no le da el pecho a Juanito, se va a poner malo cada dos por tres. Y encima se empeña en vivir en ese sitio horrible donde no se puede aparcar y todos son artistas. Si tu padre viviera, otro gallo cantaría’

Es verdad, si tú vivieras, otro gallo cantaría. Pero tenías que irte antes que yo. No hubiera soportado provocarte ese dolor. Hay otros que también habrían llorado, sí. Pero especialmente a ti, tan castellano y tan austero, no hubiera querido hacerte ese feo. Tenías que marcharte tu antes, padre. Pero siento tanto tu ausencia como el día en que te fuiste. Ya no me ven llorar. Casi nadie me ve. Pero te lloro, claro, todos los días un poquito. Y en el fondo estoy contenta de seguir haciéndolo. Te echo mucho de menos.
 

21/07/2017

NO QUIERO SER COMO TU


 Te miro y te veo. Te oigo y te escucho. Pareces independiente, hablas muy alto y rotundo. Usas giros masculinos en tu conversación. Das aspecto de mujer segura. Pareces una hembra que ha vuelto. Que ha vuelto porque ya ha estado en todas partes. Muestras pasión y desapego emocional a partes iguales. Sabes entrar sola en un hotel con desparpajo y lo mismo pides una caña que un coñac, da igual que estés en el HILTON que en una taberna encriptada en la profunda Extremadura.
No quiero ser como tú. Paseas tu inseguridad con una fragancia de indiferencia, fumas Habanos, carraspeas y gritas como un hombre. Destacas en todas partes por tu belleza y tu inteligencia. Eres la bombilla encendida de las noches de invierno. Autosuficiente y libre. Pero tienes tanto miedo, que si no actúas no podrías vivir. Que se te va a salir el corazón si le dejas sentir. Necesitas tu disfraz todo el rato.
No quiero ser como tú. No es cierto que lo hayas superado todo. No es cierto tu desapego, ni la falta de interés por el amor, por el afecto. Visitas con el lenguaje lugares comunes, intercalas en tu discurso sentencias escritas por otros que intentan tapar tu miedo. Etiquetas comportamientos con jocosos comentarios. Haces reír a tu público, te sientes admirada por tus amigas, sumisas a una vida convencional de la que te burlas porque la anhelas. Usas frases que retumban en mi corazón de madre. En mi corazón de mujer que vive y comparte, que vive en pareja, en familia. Mi corazón de tía o hermana. En mi corazón de hija. Corazón de huérfana.
Te haces trampas al solitario. No quiero ser como tú. Siento miedo. Me cuestiono. Tiembla el suelo que piso. Soy frágil y estoy viva. Y quiero. Quiero de verdad. A veces te veía y la sombra del miedo o los celos, teñida con un poco de fantasía me cubría cual manto fino de nieve. Ya se que no. Que te quiero pero no soy como tu. Ni lo intento.

 

20/07/2017

NO ES LO BASTANTE GUAPO PARA LO TONTO QUE ES



Es tonto. Tonto de remate. No hay belleza, no hay tableta de chocolate ni cuerpazo que perdone o disimule cubra tanta estupidez. Porque es tonto, pero tonto. La gente dice de él que es tan... guapo. Con sus camisas blancas que resaltan ese rostro armónico que Dios le ha dado. Pero cerebro no tiene. O lo esconde mucho. Que también puede ser. Que su inteligencia quede oculta tras su porte atlético. Para él no vale esa frase tan de Departamento de Recursos Humanos "Tiene la cabeza muy bien amueblada" Por cierto esa frase inmediatamente me produce un efecto explosivo. Dejo de ver al susodicho atribuido de semejante lindeza y empiezo a imaginar esa noble cabecita como una casa de muñecas. Y coloco en la frente el ático, no tiene terraza (bueno, en la calva: azotea), en la zona nasal anda el salón, para aprovechar el hueco como chimenea, y detrás de los pómulos se transparentan sofás, sillas, cojines, cómodas, cocina...todo muy organizadito. A veces son muebles antiguos, camas con dosel y cortinajes tras esos ojos verdes. Otras me pega que va de IKEA, un clásico. Sea como sea, me entra un agobio horrible pensando cómo va a vivir ahí dentro el personal, entrando por esa bocaza llena e babas pero muy bien amueblada. No puedo concentrarme, me olvido de mí, del otro. No puedo con esa frase.


 
Volviendo al tonto guapo, guapetón. No usa corbata porque cree que se lo puede permitir. ¿Insinúa acaso un escote masculino? Está por encima de los demás. Volando bajo más bien. Se va a estrellar. Tiene que estar a punto. No entiendo cómo ha sobrevivido. El daño que puede hacer con semejante cabeza es inimaginable. Su tontería se traduce en desplantes, malos modos. Porque no tiene  ni idea, ni le interesa lo que está bien y lo que está mal. Puede decir una cosa y la contraria en la misma frase. No es posible reprochárselo, no se va a enterar. Un día se declara católico y al otro musulmán. Otea el horizonte para ver qué es más conveniente decir o pensar y se agarra al caballo que trota derramando entusiasmo sobre las masas entusiastas.
En fin, atontado, que tendrías que ser Gary Cooper, que está ya en los cielos para aguantarte tanta estupidez. No eres lo bastante guapo. Lo lamento. En cualquier caso, no quiero quedarme en lo concreto. Yo estoy pensando en él. Pero estamos rodeados. ¡Sálvese quien pueda! El maquillaje y el tuneo han subido al poder, si no eres guapo, háztelo.