No se trata tanto de la genuflexión o el beso del anillo. Pero hemos visto al personaje agacharse más con reyes sin corbata y vistiendo sayos que ocultan el calzado que con su compatriota. O sea que conoce el protocolo y la fórmula. Solo se comporta como un necio. ¿quizá para hacer un guiño a sus socios de gobierno?. Pues no seas idiota. porque una cosa es no hacer el gesto de la reverencia, no agachar la cabeza y no llevarte la mano a la frente porque seguro que eres objetor y no te corresponde el saludo. Pero de ahí a dejarte las manos en los bolsillos, eso sí, del chaqué, que te gusta lucir palmito. Pues parecías más un puerta de un garito que un presidente del gobierno que ha cogido la costumbre de gobernar sin ganar elecciones. Muy feo.
Se interpreta el gesto como una actitud defensiva o insegura por parte de la persona que lo realiza. En mi casa mi padre nos tomaba el pelo cuando nos enamoraba un actor que no sacaba las manos de los bolsillos. No sabe qué hacer con las manos, para que las saque de los bolsillos le dan un cigarro o un arma, que si no, se le enredan.
Vete en chándal el próximo día al acto de turno. Es más, no vayas. Porque para no cumplir no cumplas ningún protocolo. Quédate en casa, pero en la tuya y déjanos en paz. Que estamos hartos de ese aire chulesco. Y es que es muy feo dejarse las manos en los bolsillos y más aún balancearse. Portero de discoteca vestido de pingüino. Vergüenza debería darte. Y luego que estás enamorado. Me felicito, bendito amor, que el alma llena. Pues aprovecha, que es escaso. Acucha a tu santa y déjanos en paz al resto. Saber inglés no es carta blanca. Cuanto más bilingüe, más se parece el personaje a su traducción.
Y ahora el resistente que dimite por amor. Nunca te fíes de alguien que no sabe reírse. Y es que, usted no conoce el humor, solo la mofa.
No había necesidad del negociado. Como no la tiene la otra de enredarse con sospechosos de fraude. Que tu hermano la pifia, dimite. Que luego sale impune. Te aguantas. Que a tu novio le hacen una paralela y le pillan. Dimite. Que tu hermano no ha pagado el IBI, dimite, que tu mujer se ha aprovechado del cargo para conseguir contratos, dimite. Si es que a política hay que venir llorado y con buenas notas, expediente sin mácula. Si te pillaron copiando o aprobaste la Sanitaria en Londres, dimite. Por ti y por todos tus compañeros. Y es que hay que fastidiarse con la mala suerte tienen nuestros políticos para elegir pareja. Porque la familia no se elige.