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28/12/2015

POR COJONES NI DE COÑA

Es verdad. Se puede y se le puede, que no es lo mismo ni tampoco es igual, convencer de cualquier cosa, pero jamás imponerle algo por huevos. Entonces se enroca y de ahí no sale. Me río yo de la reina con la torre y el alfil y su caballo. Ella anclada cómodamente en la esquina del tablero. No sabe lo que es enrocarse. Y mucho ojo con mangonearle. No admite trampas ni engaños. No puede con ello.
Él ganaría todas las batallas. En una guerra de miradas sería imbatible, igual que en una de silencios. Si hubiera vivido en la época medieval sería el más tenaz servidor del rey, (o del rey depuesto, de aquél en el que creyera) Sería su escudero, caballero, hubiera llegado al rango más alto, por su valor, por su valía; inflexible ante el soborno o la estupidez. Es fiel a sí mismo y a la gente que quiere de un modo incondicional. Defiende a muerte. Lucha todos los balones. No tiene prudencia cuando se trata de defender aquello en lo que cree. No tiene medida. Eso le hace grande, sí. Eso le hace ser quien es.
No le importan las modas. Ni en el vestir ni en la música ni en sus opiniones personales. Está entero porque es íntegro. Viste de azul o no. Le gusta Ana Belén o el 'riquitaun' y le importa un bledo lo que piensen los otros.
Pero no le pidas que haga algo que considere injusto, o que lo haga porque tu lo has decidido así; porque has pensado por él. Si se siente forzado en un camino...probablemente cederá esa vez. Pero ya nunca más. No se debe manipular jamás a un hombre bueno. Es un tesoro. Lo mejor que te puede pasar es formar parte de su vida. No te fallará jamás.

27/12/2015

MAIA MAIA


Él fue, después de los hombres adultos, mi primer referente masculino. Él me vio recién nacida, con la cara turgente, de gorda que era no tenía ni los pliegues que tienen los bebés. Cuando a alguien le preguntan por su primer recuerdo suele mezclar lo que le han contado con vivencias propias. De mi primeros recuerdos hay uno que reconozco imposible. Le recuerdo poniéndome un zapatito que se me había salido de ese pie bolita. Yo no tenía un año y alguien me sostenía en brazos mientras nos hacían una foto. Sería mi madre quien me achuchaba mientras mi padre disparaba. Él a mi lado, un par de años mayor que yo, bajo la mirada de su madre. Estábamos en el monte, yo gorda llena de lorzas y él delgado: Había aprendido a andar ya, se había puesto malo...era un poquito mayor: Más persona. Tenía mala carilla, flacucho. Pero vio mi pie desnudo y trataba de ponerme el zapatito para que no me hiciera daño con las acículas.
Crecimos juntos y separados. Yo envidiando las comidas familiares de su casa, fuentes enormes de pasta que se acababan antes de que yo lo probara; él viviendo a la mía siempre que podía. Intercambiamos y compartimos muchos amigos. Él me descubría música, yo libros. Él siempre tenía tiempo. Se organizaba bien.

Después nos hemos perdido y vuelto a encontrar muchas veces. Hemos sido amigos, cómplices, compañeros. Nos hemos aguantado y escuchado el uno al otro. Hemos llorado por lo propio y por lo ajeno. Los dos somos llorones. Y también nos hemos reído juntos. Muchos buenos ratos. Es una amistad especial, de familia y complicidad.
En ocasiones verle era ver un reflejo de mi. Otras veces le he visto tan lejos y con tan poco en común conmigo que pensaba que se trataba de otra persona. Pero es como la sombra de Peter Pan, no hace falta que nos cosan para estar unidos. Somos independientes y muy capaces de reencontrarnos sin tener contacto permanente. Empezando de nuevo tantas veces como haga falta. Sin reproches. Con alegría. 
Además él parece que no se entera, que le importa todo un pito. Que es superficial, y no es verdad. A mi siempre me ha cuidado y si en algún momento ha percibido mi melancolía, sin muchas palabras, con algún gesto y actuando, ha tomado cartas en el asunto. Se ha plantado a mi vera en actitud de por si acaso.


Es el hermano mayor que no tengo. Elegido y muy querido. 

14/12/2015

COMER CON LAS MANOS

Son modas. Y como modas van y vienen.
Ahora, después de la época de la deconstrucción de la tortilla de patata: Un invento peculiar que consistía básicamente en no hacer la tortilla, vamos: Pereza. Se dejaban caer en un vaso muy barroco un huevo batido, unas patatas semifritas y cebolla crujiente de IKEA. Según las versiones se cambia la cebolla crujiente por caramelizada o el vaso.
Ahora la moda es hacer virtud de lo que siempre fue una guarrería. Porque, quien no se ha comido un bocata de patatas fritas de bolsa es que no ha tenido infancia. Igual que el que no haya inventado el yogur con colacao o con mermelada de fresa. Los de Danone se forran vendiéndolo ahora. Pero yo también lo invente. Solo me queda ver galletas Maria Fontaneda rellenas de mermelada de fresa y rebozadas con huevo y fritas luego cual rodaja de merluza, con puntillas. O bocadillos de sugus en las tiendas de chuches: Dos de piña y en medio uno de frambuesa. El que no ha hecho guarrerias con la comida es que no ha tenido infancia. Por último no puedo dejar de hacer mención a mojar las patatas fritas en coca cola. Ese primer juego con la Coca Cola es un avisador claro de la practica posterior con el calimocho.
Todo esto en cuanto a los ingredientes a mezclar. Lo siguiente y lo anterior también, son los modales. Nos hemos pasado media vida oyendo, "come bien, ponte derecho, eso se come solo con tenedor". "Coge bien los cubiertos". Yo creo que el lapso de tiempo que pasa entre que por fin has aprendido que las croquetas, los filetes rusos y la tortilla (francesa ó de patata) se comen sin cuchillo y el momento en el que te toca enseñárselo a tus hijos, es tan breve que transcurre sin que te des cuenta.
Y entonces aparecen los renovadores, los innovadores, que se inventan un perrito caliente con menta y una hamburguesa con Nachos. Con perdón, pero eso es una guarrería. Y además está el tamaño. Quizá un orangután podría dar un mordisco a semejante bocata, pero una persona normal no. Y entonces el asunto consiste en ponerse perdido. Porque han desaparecido los perjuicios de mezclar sabores y añadir ingredientes. Las hamburguesas chorrean salsas de colores imposibles: combinación de barbacoa y alioli, crema de plátano y de calabaza. Caen trozos de rucula, escarola, patatas fritas de vinagre y panceta caramelizada por las barbas de los comensales.
Somos romanos, comamos tumbados y disfrutemos de nuevo de los placeres del gusto sin pudor. Rociemos de vino tinto nuestras barbillas y catemos a mordiscos jabalíes que chorreen grasa y su propio jugo.

11/12/2015

EL FELPUDO

La situación de ser felpudo es la peor. Se llega a ella por caminos diversos. El más importante es la falta de confianza en uno mismo; el desamor, en contra de lo que pueda parecer es más consecuencia que causa. Y la pena, la pena es canalla, no se sabe bien qué es antes y qué después. El huevo o la gallina. O como dirían Les Luthiers: No se sabe después de qué. La pena es un veneno que destruye la autoestima, la fe en uno mismo, la pena le hace a uno sentirse lo mas bajo y despreciable. Y le convierte en felpudo para los demás. Hace lo que cree que esperan de él o de ella. Deja de saber si le gusta el rojo o el verde. Deja que le pisen, que le hagan daño. Se arrastra como una serpierte, mordiendo el polvo y la porquería. Arrasa con los desperdicios. Los demás ni se enteran de lo que le pasa, es traslúcido, empieza a desaparecer porque no es nada, no es nadie, está siempre escondido y solícito pero con miedo, desaparece. Y cuanto más desaparece más dolor siente. Y cuanto menos nota el mundo su presencia, más se lamenta de ser invisible. Se siente feo, gordo, flaco, se desaliña cada vez más, olvida cuidarse, no sabe como hacerlo. Y llega un punto en que pasa de ser un ser invisible a ser hasta molesto y despreciable. Es malo ser felpudo. No todas las penas convierten en felpudo a la gente, además hay que tener un gen para ser felpudo. No todo el mundo es capaz de semejante estupidez y bajeza.
 
Es fundamental la salud mental en la vida. Para todo. Para las relaciones personales, para el estudio y el trabajo y también para ser esposa novia madre hija padre novio hijo. Es cierto que de casi todo lo malo tienen la culpa los padres, así como casi todo lo bueno es gracias a ellos (esto no se dice tanto). Solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena. Pero eso es porque los padres están ahí en nuestra infancia, que es cuando somos blanditos y moldeables, nos hacemos personas con ellos, aprendemos de ellos por cada poro. Es fundamental que le quieran a uno de pequeño. Si te quieren de pequeño, si te trataron a lametazos de bebé, tienes mucho camino hecho. Pero la salud mental, ser sano de verdad no es fácil, requiere mucho trabajo y dedicación. Hace falta un esfuerzo enorme y una atención permanente. Si te enseñan bien desde pequeño es un poquito más fácil. Si te quieren bien de pequeño, y tu lo notas, llevas un camino hecho muy largo.
 
No se puede ser felpudo.
Es una situación a la que no se llega voluntariamente. Es la puñeta de la inteligencia emocional, no saber resolver conflictos...lo que poco a poco lleva a alguien a caer cada vez más bajo hasta que ya solo queda enterrarse. Antes de ser felpudo te pueden querer o no, pero cuando lo eres sólo provocas malas vibraciones, indiferencia, el de al lado piensa que eres idiota. No te valoras y eso se nota. No creo en el conductismo, pero hay ponerse guapo, hacerse caso, tunearse. Así simplemente dices tú: Me cuido.
 
 
 

07/11/2015

¿QUIEN QUIERE UN POCO DE NADA?

En las casas hay un misterio que no tiene respuesta conocida. Éste tiene matices intrínsecos a cada hogar, y diferencia a cada uno de ellos. Se trata del misterio de los envases o recipientes de cualquier tipo vacíos.
Por ejemplo en mi casa desaparecía la bechamel. Mi madre hacía bechamel para croquetas y la dejaba en una gran bandeja metálica en la nevera para que endureciera un poco y poder hacer las croquetas al día siguiente. Cuando la masa estaba un poco líquida aun era fácil coger un poco con una cuchara y disimular la intervención. A medida que avanzaba la tarde se hacía mas complicado tapar los huecos. Si mi madre tardaba más de un día en darle a las cucharas y al pan rallado no había croquetas. La bandeja seguía ocupando su sitio en la nevera, impecablemente rebañada. También desaparecía el tomate frito casero, a base de mojar con pan, aunque parezca imposible. Después de la parafernalia de hacer el tomate, incluido toda la cocina moteada de rojo a pesar de la concienzuda distribución de papel de plata por todas las superficies. No hacía falta reducirlo, ya se reducía solito en la nevera. Los restos de tarta, los filetes rusos, el chocolate. Había muchos objetivos. Pero con un factor común, dejar el recipiente impoluto en su sitio. Recipiente  o papel correspondiente. En el caso del chocolate ambos, el de plata interior y el envoltorio. Si era posible, mejor dejarlo con forma, abultado, como si hubiera algo dentro.
Conozco otras casas en las que el objetivo eran las latas de leche condensada: un poquito, total, por una cucharada no se va a notar. Van apareciendo cucharas de distintos miembros de la familia que abren la nevera y se esconden tras la puerta. Cada uno come solo esa pizca, cada cinco minutos, diez. En una tarde pueden desaparecer una o dos latas de leche condensada. Por supuesto nadie tira esas latas vacías, con sus tapas relamida, impolutas por fuera, que parecen nuevas.
 
¿Y si hablamos de las patatas fritas? Vienen invitados a casa y la madre o el padre prepararan vasos y cervezas, copas para el vino, unos cuencos donde poner los frutos secos y las aceitunas, y otros más grandes para esas patatas fritas 'La Montaña' con un poco de salsa 'Perrys' que es un regalo para un viernes por la tarde. Al fondo de la despensa, en su sitio, está la bolsa hinchada y vacía de las patatas 'La montaña'. Es imposible culpar a nadie. Han sido todos. Pero ese último que se come la última patata, las últimas migas no tiene el valor de tirar la bolsa a la basura porque entonces cuando pregunten estará claro que le declararán culpable. Y tendrá que asumir la gula de todos. Es fácil convencerse a uno mismo de que aún queda algo.
En la televisión había un anuncio de fuet que era así. Real como la vida. Del clavito de la cocina colgaba dignamente el cordón del salchichón a la media hora de haber llegado la compra a casa. Para que quedara constancia de que había existido.

Hay verdaderos expertos en la técnica del vaciado y se desarrollan grandes habilidades. Pero nadie tiene el arma secreta para acabar con el misterio. Se puede congelar la bechamel, esconder el chocolate y las patatas. Alguien lo encontrará y si no es así, se corre el riesgo de que ni siquiera el que esconde recuerda dónde lo ha hecho. Creo que es mejor resignarse a la realidad. No hay valor para instalar cámaras. Todos los miembros de la familia están implicados.

04/11/2015

MAMA TU DECIAS QUE NO LLOVIA

La infancia consiste fundamentalmente en que el poder y la responsabilidad y el control lo tiene el padre, o la madre. El adulto responsable al fin y al cabo. Esté donde esté, el padre, o la madre lo saben todo y todo lo pueden controlar. Tienen ojos en la nuca y rayos equis para ver a través de sus cabecitas qué es lo que les pasa. Puede adivinar lo que ha pasado en su clase en el colé aunque estén a mile kilómetros. Tocando su frente no solo notan su tienen fiebre, adivinan el menú o quien se ha portado mal en el patio. No lo adivinan. Lo saben. Hay quien dice que tienen magia los padres...y la pierden después. No sé lo que es.
Entiendo que se trata de una fase del aprendizaje.  El bebé humano es el mas torpe de todos los bebés: No sabe andar hasta que lleva al menos un año fuera de la tripa de la madre. Ésta lo amamanta, unos tres meses si no es más, y después no es que se busque la vida para ver qué hay por ahí para echarse al gaznate, sino que no puede tomar otra cosa más que leche, papillas... Y así va madurando. Pero tiene en principio una dependencia casi total esencialmente de la madre. Una dependencia maravillosa, para la madre que solo con sacarse la teta, cambiarle el pañal o cubrirle/destaparle tiene asegurada un 90% de la felicidad de su bebé.
Después empiezan las preguntas. Para todo los padres tienen respuesta. Los padres ven cosas que los niños no saben que se ven porque son inocentes. Y entonces los padres son fuertes y sabios y poderosos. Son heroes a veces. Pero llega el día en que ya no tienen respuesta para todo. No saben si sus amigos están en el parque o si ha visto película chula en la televisión. No saben a qué hora llega el autobús ni si el atasco se disolverá en un minuto o se instalará en la tarde como una visita pesada. Poco a poco el niño se hace adulto y se separa del padre buscando sus respuestas. Porque ya no le valen todas.
Pero lo peor no es para un padre al salir a la calle con tu hijo vestido de verano y que esté jarreando cuando le acaba de asegurar que no llovía. Lo peor no es ver como se arruinan sus alpargatas en los charcos que llenan las aceras. Lo peor no es su cara de decepción. Ni siquiera la pulmonía que se puede coger. Es peor pensar que lo va a pasar mal y no puede hacer nada por evitarlo. Que va a estar todo el día con los pies mojados. Que olerán las alpargatas por el esparto empapado. Que será objeto de mofa. Que sufrirá. Y que no podrá hacer nada por evitarlo. No podrá coger su cuerpecito y ahogar su llanto en su pecho. No le darán los brazos para calmar su dolor. Y ese momento en el que ya no puede diluir su pena y asimilarla es cuando sabe que preferiría padecer el todos y cada uno de los dolores y disgustos que necesariamente padecerá su hijo. Pero no puede cambiarse por él. Solo le queda haberlo hecho lo mejor posible, que su hijo sea fuerte y sepa vivir con alegría,que no le hagan faenas, que si se las hacen lo encaje bien... En fin. Daría cualquier cosa por volver a tener la capacidad de cambiar el llanto por la risa con solo abrazarle. 

25/10/2015

LOS BROMISTAS. LA COMEDIA Y SU ESTELA


Los bromistas son una raza dentro de la especie humana. A lo mejor biológicamente no está bien acotado este grupo de personas. No sé si tendrán alguna peculiaridad en su ADN o donde reside la diferencia. No tiene ningún signo externo que los distinga. No es característico de ningún color de piel ni de pelo. No depende del tamaño o forma de los ojos ni la boca. Hay bromistas altos y bajos. Los hay guapos y feos.
 
No estoy hablando de personas con sentido del humor. ¡No! El humor es propio de los inteligentes. El humor lo usan los hombres y mujeres buenos. Lo dominan los observadores, los sabios. Los que no tienen miedo, los generosos. El humor hacer sonreír.
 
Me refiero al clásico bromista. El que se sabe un montón de chistes. El que inventa motes para todos. Motes, apodos, no siempre bien recibidos por lo hiriente que son en muchos casos. Pero a él le hace mucha gracia. Y lo repite. Ahí coincide con el humor. El que tiene sentido del humor repite de vez en cuando, y sonríe. Porque hace de la risa una función continua, que late dentro de él y aflora solo en ocasiones especiales. Y ríe cuando otros tienen una ocurrencia. Las caza al vuelo. Le encantan
Sin embrago hablo de ese bromista que no aguanta ni media cuando es él el objeto de la broma. Broma que siempre asume como burla. Porque él en realidad se burla, no se ríe, no ríe con los demás, se mofa, hace sangre, disfruta del ridículo ajeno. Tiene nivel cero en autocrítica. Y lo peor casi es que cuando encuentra un igual lo toma como rival y aunque memoriza sus chistes y los guarda en su RAM para mejor ocasión, jamás dejará ver que ha pasado un buen rato.
Además el bromista es cansino. Porque cuando coge la linde, es como el tonto, que no la suelta. Si estás hablando de algo que te interesa es capaz de boicotear la conversación sin tregua, hasta llegar a sacar una 'chuleta' con sus mejores bromas, que luego te mandará por 'guasap'.
Es un amigo imprescindible por otro lado. Si uno no tiene un amigo bromista es que no sabe lo que es la amistad. Mi amigo bromista es buena persona, noble y fiel. Y siempre ha cuidado de mi.

QUIÉN SE QUEDA CON LAS HORAS DEL CAMBIO


El domingo cambian la hora. Ya empezamos. El drama del final del verano lo anuncian primero las tiendas y después los autobuses escolares y el consiguiente descalabro en el tráfico. Poco a poco se va uno levantando cada vez más de noche y para llegar a casa sin ver anochecer en la oficina hay que estar muy atento. Pero el final de la ilusión viene incluso cuando ya casi toda la gente de bien ha cambiado el lino por la pana. Ya las piernas van ocultas por medias. Se empiezan a ver bufandas. La lana en general gana la partida al algodón. Por mucho que uno se resista, el invierno nos ronda.
Entonces cambian la hora. Hay todo tipo de leyendas al respecto. Que si es por ahorrar luz, que lo hizo Franco para tener la misma hora que Alemania.
El caso es que en octubre en Madrid hay un día que tenemos una hora más. Ese día uno piensa: A partir de ahora me voy a seguir levantando a la misma hora, lo que antes eran las siete, que ahora son las seis. Así desayuno tranquilamente, voy sin prisas mañaneras, pillo menos atasco y le cunde más el día. Que se quiten los propósitos de año nuevo, nosotros tenemos lo propósitos del cambio de hora de otoño. Además piensas: Me voy a acostar mas pronto también, porque últimamente me emboba la televisión. Cojo mi libro y a las 10:30 estoy en la cama.
¡Qué bonito!
¿Que es lo que en realidad ocurre? El primer día te metes pronto el la cama. Pero no hay manera de que te duermas. Tu pareja ya está sonando plácidamente. Le miras con una admiración mezclada con enviada sana. Te derrites oyendo su respiración acompasada. Pero sigues sin dormirte. Por fin te levantas, te envuelves en una manta y recorres los tropecientos canales de la televisión que no emiten más que basura variada.
A continuación pasas unas semanas de 'ahora serían las dos, por eso estoy hambriento, ahora serían las ocho, por eso no tengo sueño', o al revés. Hasta que te rindes. Y asumes la tristeza de la oscuridad casi perenne, asumes que dura más lo negro que la luz. Hace frío, es bonito, llueve, nieva. Se te olvida la hora que sería sino hubieras cambiado el reloj. En definitiva: estás domesticado. Hasta primavera, que entonces un día de pronto tiene una hora menos ¿Donde se guardan las horas para la siguiente? ¿quien se las queda?

21/10/2015

EL DAÑO QUE HA HECHO EL VINAGRE DE MODENA A LA COCINA

Dicen los expertos que el vinagre de Módena, su abuso, es en gran parte culpable de muchos de los males que achacan a la cocina moderna. Hoy en día, año 2015, cualquiera tiene acceso por un par de euros, a un frasco de vinagre balsámico de Módena, y por un poco más: la caña de España "vinagre de Módena concentrado" de primerísima calidad. En los 80 ese vinagre existía en Italia, y punto. Y encima se llama 'aceto'. Como siempre entre Italia y España celebrando la ceremonia de la confusió con el idioma.
 
¿Cómo esta una ensalada con vinagre de Módena? De muerte. Engorda seguro de rica que sabe. Tíñela un poco más, dale vida al plato. Y en unas lentejas, una cucharadita de vinagre de Módena cambia una comida de menú por algo exquisito.
  
En cualquier restaurante que se precie, la decoración del plato además de con lechugas de colores abusa del abstracto a base de trazos de ese vinagrito rico. Una línea por aquí. Un punto gordo por allá. Lágrimas y lluvia, Pintores transformados en cocineros dan rienda suelta a su imaginación, con una mano en la espalda y la otra pincel en mano, lanzando gotas de sabor.
 
Quien dice vinagre de Módena hoy parece que ya está hablando de algo vulgar. La sección de vinagre de cualquier supermercado que se precie es más surtida y compleja que la de las patatas fritas de bolsa. Si te llama tu chico y te dice 'compra una patatas para el apertitivo', el pánico a quedarte sin batería para concretar es equivalente a si te hubiera pedido vinagre... ¡Mierda! no le he preguntado cuál. Me equivico seguro. Dependiendo del ánimo o el humor te atreverás a llamar o no. Si no estáis enfadados y todo va bien, puedes soltar '¡Cari!, ¿que vinagre quieres?' Lo malo de eso es que te diga 'el de siempre' y tu soberbia te impida seguir con las preguntas. La consecuencia es la misma que si no te hubieras atrevido a preguntar: Volverás a casa cargado como una mula, con un surtido completo: vinagre de manzana, jerez, PX, balsámico de Modena(el mas popular, reza en Wikipedia) reducción de alguno de ellos. Por no hablar de los envases. Botellas de formas imposibles cubiertas de cuerda, decoradas como si de un buen Rioja se tratara, en caja de madera, en envase de cristal, alargadas, rechonchas, esféricas. Dios! Qué aturdimiento de lo sentidos!. Para epatar a lo mejor coges vinagre de arroz. Sí, sí, de arroz. Parece que ése es el que usan los japoneses para hacer el arroz del sushi. Sí, el arroz del sushi no es que se apelmace en una prensa especial y por eso no se te caen los granitos ni mojándolos en soja. ¿Qué? ¿Has intentado hacerlo y no hay manera? Pues el secreto es ese. No sirve la técnica española de la alboldinguilla, ni con las manos ni en taza. Tampoco se pueden hacer las bolitas de sushi como las croquetas, cuchara en mano izquierda, cuchara en la derecha y movimiento de muñeca. Error. Hay que usar vinagre de arroz en la coccion de éste.
En fin, imagino que como todas las modas, pasará y le echaremos la culpa a otro de lo que haga falta.

17/10/2015

SERRAT

No estaba preparada. Yo no estaba preparada para oír a Serrat. Han pasado casi treinta años desde que le había ido a ver a otro teatro, con otros amigos. En aquélla ocasión yo tenía 20 años, o 25... y debió ser uno de los pocos conciertos a los que fui 'sentada'... Me sorprendió ver un inicio de calvicie en la testa de JM cuando en algún momento del concierto se dio la vuelta. 



En los 80 los conciertos a los que íbamos eran siempre de pie. Para poder bailar, para caber más...y porque sí. Quien tuvo suerte y buena paga vio a los Rolling, yo vi a Los Secretos, a Los Smith en el Parque del Oeste, sin conocerlos. En esa época, si un amigo tuyo te decía " te vienes a un concierto?" Tu ibas y punto. Sin hacer preguntas. Tu amiga o amigo se sabía las canciones. Había pasado el mes de julio en Inglaterra donde había aprendido de todo menos inglés. Había vuelto con el pelo verde o rapado y con una enorme cresta. Entonces íbamos a conciertos en los que podías estar rodeada de punkis o de roqueros, o un poco de todo. Un amigo tuyo tenía un amigo que tenía un conocido que tenia una maqueta: Allá que te plantabas. Si tenías oportunidad y tiempo oías antes las canciones. Es más divertido cuando te las sabes. Así en Rockola podías gritar "déjame, no juegues más conmigo" o en el Siroco " por la baranda" y en la plaza de toros de cualquier pueblo desgañitarte berreando " y es que su amigo se ha echado atrás"... Otro lugar de encuentro era el salón de actos de la escuela de Caminos: Allí estaban abonados los Nikis y con su "Ernesto tiene un problema muy serio", Alaska con su séquito de Pegamoides, la Frontera, los Esclarecidos o El Aviador Dro con sus Obreros Especializados gritando desde un andamio. Si tenías amigos profundos podías descubrir lo mismo a Silvio que a Pat Metheny. El plan era de lo más serio en ese caso. Quizá luego hubiera tertulia y todo en el café Gijon, o en el Espejo. Sitios de humo aptos para la conversación. Pero en general lo bueno de los conciertos es saberse las canciones y gritar tanto que la Mecana enchufe el micrófono al público para que se le oiga mejor. Y cuando te compras el disco te oyes.
 

Han pasado casi 30 años. Un grupo de amigos con grupo de guasap. Amigos de la sierra, de todos esos conciertos y muchos más y mucho más. Mensaje " toca Serrat en el Palacio de los Deportes dentro de tres meses, vamos?" Primera diferencia : dentro de tres meses. Vamos a ver, esto es como el anuncio de la tele : "tocan los Rolling este fin de semana" "uy no , este fin de semana me viene mal, el próximo que ya habré cobrado"¿Quien sabe con tres meses de antelación lo que va a hacer un viernes de dentro de tres meses? Pues los adultos, sí. Los adultos planifican. Los adultos prevén. Los adultos saben cuando caen las fiestas, los cumpleaños, si sus hijos tienen o no clases y si hay algún examen importante en el horizonte que impida hacer actividades extraordinarias. Los adultos saben cuanto se pueden gastar (más o menos) y se organizan.
Pero los adultos y sobretodo los mayores, se ponen malos, tienen achaques, les duelen cosas...así Serrat suspendió su concierto de mayo, para descalabro de muchos. Lo suspendió porque estaba malito. Normal. Avisaron de improviso se la nueva fecha: un domingo de septiembre. No dio tiempo a que nos preparáramos. Porque yo, para un vez que voy a un concierto, me habría estudiado "Todo Serrat" y "Lo mejor de..." y "Serrat canta a Don Antonio...." Son títulos inventados pero posibles. Lo que no es inventado es la brasa que habría dado a mis parientes con " tu nombre me sabe a hierba" y otros. Y claro, llegamos todos igual al día H, todos menos la amiga previsora, que en cuanto empezó a cantar Serrat cogió el tono ella y no lo soltó. Los demás callados. Perdona Juan Manuel. Perdona. Vuelve en un mes y te prometo que me espero y nos esmeramos todos y no te dejamos cantar. Porque lo que lesiona a los cantantes en los conciertos es que cante el publico, que se sepa las canciones, y mas ahora,que nadie fuma y no se pueden encender mecheros. 
 
 

04/10/2015

PETROVIC

Hay deportistas y deportistas. Hay jugadores de baloncesto y luego, a una distancia solar, está Drazen Petrovic.
El no era un jugador de baloncesto. Era un mago, un provocador, un canalla. Era un puñetero genio.
Años 80. Cuando empezaba el partido todos los jugadores parecían iguales, iguales camisetas, cuerpos larguísimos y aparentemente con dificultad de sincronización. Pasados tres o cuatro minutos, si uno de los rivales era el Cibona de Zagreb, de la antigua Yugoslavia, se encendía una luz. Y esa luz era Drazen Petrovic. Ni más flaco ni más musculoso que otros, no recuerdo si era alto o muy alto. Simplemente era distinto. Inventó otro juego. Impuso un ritmo diferente en los partidos. Daba igual quiénes fueran sus compañeros o contra quién jugara.
He brujuleado en internet y lo que queda escrito no hace justicia a quien fue una leyenda. Abundan los datos sobre su eficacia en el tiro y detalles absurdos como si era o no jugador de ataque.
 
Drazen no jugaba al baloncesto. Drazen dominaba el espacio entero, en diagonal, la cancha era suya. De un extremo a otro era capaz de mover la bola esquivando a los cinco rivales, haciendo que pareciera que iba a pasarla en cualquier momento, dejando atrás, sin rozar a nadie, jugadores caídos, faltas personales que él provocaba a su solo paso. No solo dominaba el balón. Manejaba a su antojo al enemigo. Provocaba al grandullón de Fernando Martín. Irritaba al bueno de Corbalán, que intentaba defender su área con justicia. Burlaba al enorme Sabonis, podía hasta haber pasado entre sus piernas en un despiste. Sacaba de quicio al personal solo con mirarles. Era capaz de desesperar al hombre tranquilo, al pacífico giagante. Podía irritar al público más civilizado, y tenerlos en contra, o enamorados sin condiciones.
 
Petrovic era un provocador. Parecía que odiaba al equipo entero del Real Madrid, y acabó fichando por ellos. Si le hubieran odiado más los italianos, allí hubiera caído. Pero como genio que era, murió joven. No tenía derecho a envejecer, a ser convencional. Murió rápidamente, en un accidente de coche. Sin enterarse siquiera de lo que ocurría. Fue una pérdida. ¿Quién sabe si hubiera domado esa furia, ese genio, en qué se podría haber convertido? Lo que nadie puede dudar es que era un maestro con el balón en el más puro sentido de la palabra. Y sus partidos eran un espectáculo.

IMAGINATE QUE ERES UNA MANZANA

Después de media hora de afable conversación, rellenar espacios en blanco en frases absurdas, la lectura de un texto que no te interesa nada y ni entiendes, el chaval que se gana la vida con su idioma natal, re pregunta sin solución de continuidad "Que preferirías ser si fueras una fruta?" Esta situación  sólo se puede dar en una clase de inglés. Ni siquiera un psicólogo es capaz de someterte a semejante bobada. Ningún "coach" en el más perverso de sus sueños planearía poner a sus alumnos en semejante disyuntiva: "manzana o pera". El solo pensamiento le hace confundirse hasta fantasías inconfesables.
Las clases de inglés son un fenómeno que se extiende como una enfermedad contagiosa. En España hay un especial caldo de cultivo dada una ineptitud de nacimiento que tenemos los allí nacidos para aprender idiomas. Es un reto intentar anular a un alumno su acento castellano puro que sigue brotando tras años y años de clases y ejercicios. Incluso tras largas temporadas viviendo en el extranjero, ese deje, esa fuerza en la voz, esa dureza, sigue latente y al mínimo despiste, hasta los que viven en la pérfida Albión o/y están casados con anglosajones...de pronto patinan y zas! Allí está ese "jelou" que no deja duda de su origen.
Pero el español es tenaz. Sigue haciendo ejercicios y "lisenins". Avanza niveles, se examina, aprueba, se apunta a un " pueblo inglés".
Esto ocurre independientemente de la edad del alumno, aunque ya hablo de un proceso voluntario, no impuesto; esto es, hablo de adultos. Es ajeno a la profesión: Hay médicos que entran a las 7:00 a trabajar porque tienen clase con "el John". Mal empezamos si le plantan un articulo al nombre propio. Pero si después de un año ese traumatólogo reconocido mundialmente por su pericia y habilidad, llega a casa y les dice a sus hijos: Hoy hemos empezado con "el do" (pronunciado do como la nota musical, es normal que en su casa sospechen que "el John" es una tapadera y que en realidad sale a las seis de casa porque tiene un ligue. No hay otra explicación.
El español tiene un gen que le hace resistente al aprendizaje de lenguas foráneas. Quizá se hizo fuerte el descendiente con ese gen al resistirse contra sucesivos invasores con sus correspondientes idiomas, del ibero al árabe, pasando por romanos y otros pueblos "bárbaros y salvajes". Quedó como superviviente ultimo un ser incapaz de aprender idiomas. Sumada tal circunstancia genética a la extrínseca de una duradera dictadura o gobierno monocromo ha quedado en España una alergia intrínseca a tal habilidad.
El anglosajón, hábil como es, ha encontrado aquí el paraíso. Sólo por nacimiento ya tiene trabajo asegurado. Además España es el paraíso del sol y la cerveza y el tinto de verano. El gobierno inglés y el americano pueden embarcar hacia la penínsulas a tosa su población de parados y expertos en bebercio con la seguridad de que tendrán una buena vida.




02/10/2015

BRUCE . THE BOSS

A los 18 años yo había nacido en Estados Unidos. Yo era americana. Americana de padres castellanos. Estudiando en Madrid, sin haber salido de la península más que para ir a la playa a Mallorca, pero Americana. Sin saber cuántos estados tiene EEUU, sin conocer los nombres de los presidentes. Sentía todo lo que tuviera que sentir para serlo. Amaba la bandera, el himno. Por Bruce: 'I was born in the USA'


Bruce Springsteen era lo más. No era guapo, porque guapo no era. Tampoco era tiposo, tenia músculos de frutero, de mulero, de cargador de sacos en el DÍA... Además presumía de ello (o eso pensaba yo). Sus camisetas ajustadas enseñando bíceps y esos pantalones o vaqueros o de cuero negro solo remarcaban lo macarra que nuestro amado Bruce era. Sus brazos sudorosos, su sonrisa corta y desordenada, el pañuelo en el pelo: El conjunto era inexplicablemente sexi. Tenía una voz arrolladora, una guitarra llena de vida, a punto de quebrarse en cada nota.

Que levante la mano el que no haya pensado que en su tripa tenía las cuerdas de la guitarra del jefe cuando le oía cantar. No es que pensara, "sabía" que tenía las cuerdas en la barriga. Las sentía. Con los ojos cerrados se rascaba la zona del ombligo con la mano derecha hasta hacerlas sonar; la  mano izquierda arriba sujetando el mástil, moviéndose rítmicamente. Y al final de la canción, sudando, agachándose, arrugándose para sacar el máximo partido al instrumento, acompañaba al maestro en los ultimos acordes. El pelo para arriba, el pelo para abajo. Para estos episodios era muy recomendable la soledad, habitación cerrada. Incluso en el coche podía pensar alguien que no estuviera en el ajo que te faltaba un tornillo. 
Bruce, el roquero. La fuerza de su garganta era comparable a la de sus músculos. Daba más marcha su música que meterse tres cafés solos en vena. Entraba por los poros de tu piel, impreganándote, dejándote cautivo.
¿Pero cuantos años tiene Bruce? Bruce, The Boss. No el jefe. The Boss. El puñetero amo. Porque ser 'the Boss' es mucho más que ser el jefe. Es el que manda de verdad. Es BOSS con mayúsculas. Bruce no bebe ni fuma ni tiene vida privada. Entonces no tiene edad. Está claro. Y como ser sin edad, no puede ni envejecer ni morir. No es broma. Bruce era un hombre joven y maduro en los años 80. Y hoy, casi 40 años después sigue siéndolo.
Bruce igual que no tiene edad, ni tiene novia ni novio, no es ni homo ni heterosexual. Es un ser sensual y sexi, suda a borbotones y sigue siendo atractivo. Consecuencia de lo anterior y como buen roquero, no tiene hijos y mucho menos va a tener nietos jamás. El un símbolo. Un ídolo, un icono americano todo él.
Gracias señor Springtseen por su música.

13/09/2015

YA ES PRIMAVERA EN ECI

Año tras año los bandidos de El Corte Inglés nos quitan un mes, destrozan en final del verano a conveniencia. Nos roban el último tramo de las vacaciones, y en general, año tras año apuran a conveniencia el ocaso de las estaciones.

Un mes antes del equinocio ya empiezan con su cantinela de que "ya es primavera en el Corte Inglés". Hombre, no fastidies, estamos en pleno invierno. Nieva como en la vida. Estás planeando irte a esquiar el próximo fin de semana...duermes con edredón doble, se te pone colorada la nariz en casa incluso cuando te quedas frito viendo la tele. Y los cretinos del corte inglés decoran todas sus fachadas con flores, empapan los  carteles de abejas y margaritas, inundan la pantalla y la ondas con el arcoiris. Porque quieren robarte el final del invierno
 
Cada estación tiene su eslogan. El anuncio del final del verano es "La vuelta al cole". Este asalto es especialmente doloroso, de bandolero de camino de arena y polvo. Los niños, que están a sus anchas, sin horarios, después de pasar el calvario de  los intercambios de junio - julio (para que el padre resuma de un bilingüismo que él nunca logró), campamentos obligados, ahora están disfrutando su agosto. Se pasan el día zanganeando, entre la piscina y los juegos, en casa de sus amigos, organizando y desorganizando todo. Estiran los días como un bostezo. Y de pronto ven la fachada gigante del Corte Inglés con unos niños vestidos de invierno y sonrientes debajo del enorme cartel que anuncia lo que no querían ver. Que el verano se acaba y otra vez tienen que volver a la rutina, que habrá exámenes, libros, madrugones...Se les viene el mundo encima. ¿Cómo pueden sonreir esos niños vestidos algunos de uniforme de colegio británico y otros con ropa de adolescente mientras anuncian que en 1uince días se acabó lo bueno? No hay derecho

El final del otoño es el menos dañino de todos. A mediados de noviembre todo se vuelve rojo, se llena de acebos y árboles de navidad. Los días son cortos y las luces alegran las noches.  Al menos anuncia la Navidad, el descanso, los regalos y los reencuetros.

Pero en general se trata de un delito: ¿Y a ellos no les meten en la cárcel Por eso? Eso es robar. ¿Quién se queda con nuestro bien más preciado, por insultituible, que es el tiempo?.


03/09/2015

HACER LA COMPRA. MANERAS

Hay verdaderos profesionales de hacer la compra. Y luego están los que compran al lado de casa. ¿Quién compra mejor? Esa es una ecuación con muchas incógnitas. Tiene tantas soluciones como personas hay en el mundo.
El que compra en el súper de al lado de casa tiene su teoría: "Yo voy andando a comprar, conozco al carnicero, al pescadero, a la cajera. Es verdad que el pan vale1€ en vez de 0.55€, todo es un poco más caro, pero yo voy, hago mi compra y me la llevan cuando me viene bien, sin cobrarme, da igual que el importe no sea superior a 100€ o con qué tarjeta pague. No me gasto en aparcar, no tardo nada ni en ir ni tampoco allí, porque no hay mucha gente nunca. Si me gusta el tomare Hida o el paté Bolado y no lo tienen basta con que pregunte una vez por él, a la siguiente ya está en la estantería. Es un supermercado a medida, surtido de lo que compramos la gente del barrio. Y el horario el más amplio conocido.
El comprador por antonomasia es todo lo contario. Se entera de que hay una oferta de Pascual a 0.45€ en el Carrefour del Carraledo y allá que se va. Hace 25 km, compra 40 l de leche porque es el máximo permitido con la oferta, usa tarjeta del establecimiento, que le da puntos para la próxima y no aprovecha para comprar el aceite porque en DÍA lo venden hoy a 2.6€ el litro de virgen extra y va zumbado al que le pilla de camino, no vaya a ser que se acabe, tiene que aparcar en un parking porque es zona ORA y no encuentra sitio. Usa cupones que guarda de la última vez y no se olvida de que le pasen la tarjeta "¿tiene tarjeta DIA?" No es de los que la olvidan en casa. Y así sucesivamente, aprovecha siempre los 3x2 del Bodybell, los cupones descuento. Encadena ofertas con orgullo de comprar barato. Y es verdad.

¿Quién lo hace bien? Pues los dos. Pero ambos se sienten fatal cuando el otro argumenta sus motivos. El uno esgrimiendo que su tiempo vale más que lo que ahorra y que no soporta el coche y está agotado cuando llega a casa y el otro con su orgullo del ahorro y el esfuerzo que hace del que no pide cuentas a nadie. 

02/09/2015

LOS HIJOS. ALGUNOS TIPOS DE PADRES

Leí una vez un artículo (ahora se llamaría "post") sobre lo que piensan los "sin hijos" de los "con hijos" y viceversa. Lo recomiendo. Es muy divertido.
Pero también hay diferencia de unos padres a otros. Están los padres considerados fundamentalistas y los cojonudos. Los primeros no se despegan de sus hijos ni con agua caliente. En ocasiones por compensar lo que ellos no tuvieron, o que no les pareció suficiente. O simplemente consideran que a los niños hay que tratarlos así, a lametazos; como un león a su cría. Este tipo de padres suele ser considerado fundamentalista o pirado por los padres cojonudos.

Los padres cojonudos beben gin tonics en los chiringuitos del Retiro mientras sus hijos se despeñan por los toboganes y no se esnafran porque los fundamentalistas están ahí, al pie del cañón o del columpio en este caso evitando que tanto sus hijos como los de los cojonudos no se abran la cabeza.
 
Es mucho más guay ser cojonudo. Los hijos te adoran y no te odian como suele ocurrir cuando les dices que no. Porque no se lo dices. Tú estás genial con tu gin tonic y tu Marlbolo y lo más seguro es que los chavales sean buenos estudiantes y se casen estupendamente, vamos, tendrás suerte con ellos, serán cojonudos como tú. Como tú, que tienes tu tiempo, tu espacio.
 
Pero es que los padres fundamentalistas no pueden dejar de serlo. Si tienen un rato para estar con sus hijos allá que se van. Esto no significa que les quieran más o confíen menos en ellos. Es que no son capaces de hacerlo de otra manera. Si llevan a sus hijos a la piscina de un amigo, primo, se quedan (hablamos en este caso de chavales menores de 10 años). Son, como en el parque, los únicos padres, el resto: Cuidadoras y socorristas.

El nivel de angustia de los padres fundamentalistas es igual de alto que el de los cojonudos, pero eligen enfrentarse a él de otra manera. Permaneciendo lo mas cerca posible de los niños. Porque cuando están separados de ellos no dejan de pensar en lo que les puede pasar. Saben que tienen que soltar cuerda, que poco a poco las distancias son mayores y la respetan, pero celebran cada acercamiento y solo están tranquilos cuando están juntos.

 
No se elige ser fundamentalista en la paternidad, ni siquiera se sabe que se va a ser así, es algo que ocurre cuando ves a tu hijo, cuando aun no ha abierto los ojos; y que va asentándose a medida que los ves crecer. Pido paciencia a los padres cojonudos con los padres fundamentalistas.

¡QUÉ MORENA ESTÁS!

Se trata de un grito de guerra normalmente lanzado por mujeres llenas de envidia y mala idea a mujeres que han tomado el sol porque les ha dado la gana, porque estaban de vacaciones, porque les gusta, para estar guapas, porque sí. También pueden ser hombres con poca gracia o mala leche, mitad y mitad. En cualquier caso hay una retranca detrás y una mala cocción de las emociones. Están pensando: "¡qué guapa estás!" Pero no lo dicen." Da gusto verte", pero tampoco lo dicen. 
 
A la vez es un comentario que significa "estás desoficiada" "Como se nota que eres medio tonta y no se te ocurre nada mejor que hacer que tomar el sol". Tanto es así que ante el comentario "que morena" la respuesta fe la interpelada suele ser una excusa. Todo por no decir algo bonito, desprovisto de envidia.
 
Además con la historia de que el sol es malo se están inundando playas y piscinas de pamelas gigantes, que se suman a las cremas de protección total. Los pareos cubren los cuerpos que se quedan en sillas a la sombra salvo para zambullirse. Así parecen mucho más intelectuales "a mi es que no me gusta tomar el sol, prefiero leer, me aburre" dicen levantando la vista del "¡HOLA!", mientras la que está achicharrada a lo mejor está disfrutando de Camus.
 
Hay que abandonar los tópicos y ser un poquito más cariñososo, tener menos pelusa y disfrutar más de la vida. Es reconfortante decir algo bonito, querer a los demás y demostrárselo. No hace nada de daño, al revés.

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01/09/2015

SON BUENOS NIÑOS, SACAN BUENAS NOTAS

ME OPONGO. Con mayúsculas. Ser un buen niño no es ni sinónimo de sacar buenas notas, ni siquiera es condición necesaria tener buenas notas para ser bueno. Ni condición suficiente. En lenguaje "matematiquense" se podría decir, desde mi punto de vista, claro; que la afirmación "un niño/chaval es bueno si y sólo si tiene buenas calificaciones" es falsa. Y no me refiero sólo al colegio. Hago extensiva mi premisa a la universidad y a la vida laboral.


En la facultad todos hemos conocido gente que sacaba buenas notas. No siempre eran buenas personas. En particular recuerdo un amigo sordo que se sentaba al lado de los "fila cero" y alguno tapaba los apuntes para no dejarle copiar. El problema que tenía él era cuando se daba la vuelta el profesor para escribir en la pizarra y seguía hablando. Entonces él no podía leer sus labios. (Fue premio extraordinario y muchas cosas más después, a pesar de esos cretinos que eran "tan buenos niños").
 
Y en el trabajo? Lo equivalente a sacar buenas notas sería ser un buen profesional...o muy eficaz y ahí ya sí que sí que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Aunque la gente buena siempre es mejor como compañera, como subordinado, como jefe...que las malas personas, por muy eficaces que sean en su trabajo.


Es cierto que es propio de personas inteligentes la bondad, por tanto pueden ir ligadas bondad e inteligencia, pero en ningún caso está relacionado con las calificaciones escolares ser un buen niño.


Que por qué digo esto? Muy fácil. Hoy en día es frecuente oír a los padres decir de sus hijos,"es que son tan buenos niños, qué más da que salgan, cómo le voy a decir que no a que haga tal o cual cosa?" Y ése "son tan buenos niños" se refiere a las notas única y exclusivamente. A lo mejor quieren ver con 10 años "El Silencio de los Corderos". Que como le vas a decir que no? Pues diciéndoselo. Es una manera de cuidarle. Igual que le tienes que decir que no se tire a una piscina sin agua, que se ponga un jersey si hace frío, que no salga de casa sin avisar, que se peine, que se lave, que recoja su cuarto, que espere a sus hermanos, que les cuide, que coma todo lo que tiene el plato, que se levante y salude cuando llegue alguien, que no interrumpa conversaciones de adultos. QUE NO. Hay que decir que no.
 Pueden ser unos canallas, copiar, enredar a los demás para que hagan lo que no tiene que hacer, desobedecer, burlarse, maltratar a sus compañeros, decir tacos, blasfemar delante y detrás de los adultos... Pero es que "son tan buenos niños ". Y una porra! Esos niños que sacan tantos dieces a veces son buenos y a veces no, como todos. Algunos fuman a escondidas, otros beben o meten mano a las chicas cuando pueden o les levantan las faldas. Algunas chicas son ellas las que se remangan las faldas al salir de casa, se suben la camiseta para enseñar el ombligo. Eso no les hace peores ni mejores tampoco. Son niños, críos, chavales... Tienen sus defectos y sus virtudes.


Lo que los adultos debemos hacer por ellos es marcar las fronteras de lo que se puede y no se puede hacer. Debemos dibujar las lineas rojas que les ayuden a identificar un contorno en el que se quedarán o no. Pero tendrán una línea invisible que les dará mucha paz. Se la saltarán, se rebelarán... Esa es la manera de crecer.

Es como construir una presa, para que el agua embalse debe haber una "cerrada" y cuanto mejor sea, cuanto más definida esté, más sencillo será construir la presa. Y el agua quedará embalsada. No rebosará sin rumbo, salvo avenidas extraordinarias, salvo ocasiones.
 
En lenguaje "matematiquense" existen las "condiciones de contorno" imprescindibles para resolver algunos sistemas de ecuaciones (que me perdonen los matemáticos si esto no es del todo exacto). Debemos imponer esas condiciones de contorno. No es fácil ni para ellos ni para nosotros. Con el "pobrecito" no le hacemos ningún favor.

31/08/2015

EL BLANCO DE LOS RUSOS

Hay para los rusos tantos blancos como para nosotros colores en el arcoiris. Más. Los matices de blanco en la pintura rusa son impresionantes. Lienzos enteros a base de la suma y síntesis de todos los colores, de todas las longitudes de onda. Solo blanco. Blanco con una luz ligeramente rosácea, con un tono amarillento, un blanco sucio, blanco roto, blando luminoso... Blanco al final.
 
Sin usar más que blanco se distingue la nieve de las fachadas de las casas, del mar y del cielo...se aprecia el relieve y la distancia. Que arte y que magia sale de esos pinceles blancos súper cromáticos.
Es admirable las tonalidades, la diferencia de brillo, la oscuridad y la luz que se aprecia en esa pintura tan blanca tan rusa, tan blanca

EL CIELO DESPUES

Después de la tormenta se quedó un cielo sobrecogedor. Los truenos habían sonado a la vez que se habían visto los rayos. Según el saber popular eso quiere decir que la tormenta estaba encima. El cielo estaba negro como la noche pero había muchísima luz detrás de las montañas, en la linea del horizonte. Podía pasar cualquier cosa. El horizonte estaba teñido de naranja. Parecía que detrás del monte había un fuego gigante, capaz de iluminarlo todo. Y al rato anocheció de verdad.
Quedó el olor a tierra mojada, a hierba llena de agua, brillando en la oscuridad, los pinos goteando, vencidas las ramas por el peso de la tormenta. Destilan las acículas el agua que les sobra. Los charcos en el camino y las huellas de la vuelta a casa.

DISNEY CHANNEL

Los niños y adolescentes de hoy (2015) se creen que en la vida tienen que ser las cosas como en las series de Disney. Todas las niñas tienen que ser actrices o modelos y lucir un pelo imposiblemente largo. Los chicos son cantantes con solo mirar la guitarra. Sus padres son entrenadores de baloncesto en el colegio al que van. Su hermano es un pesado pero se adoran en realidad y se casa con su mejor amiga que es o negra o hispana. La madre es una famosa pediatra que tiene tiempo de hacer coloridos pasteles y una comida riquísima. Los padres ven la tele comiendo palomitas, tienen tiempo para todo. Siempre están contentos. Los niños nunca estudian, ni leen, si lo hacen es tirados en la cama. En los episodios casi todo el rato es fin de semana y hay planes divertidísimos con amigos muy sanos. Las actividades can desde ir en barco unos días a volar a otro estado a grabar un disco. También hay algún canalla que suele ser feo y bajito o con deformidades.


Nuestros hijos creen que la vida es así, que sus padres somos unos pringados porque no tenemos piscina privada, porque no recogemos la ropa alegremente y la doblamos cantando al sacarla de la secadora a la vez que llena de caroñosos achuchones el padre a la madre. Eres un pringado que llega cansado del trabajo y no es súper interesante todo lo que haces.

 
La primera sorpresa llega cuando les suspenden. Si ellos hacen lo mismo de Hanna y sus amigos: Tirarse en la cama con los cascos a chatear alternando con vistazos despreocupados a unos apuntes o a un libro que tienen sujeto del revés. De donde viene el fracaso? La cultura del esfuerzo o el interés al menos, no existe. No pueden entender que la vida la vamos haciendo conforme vivimos, vamos poniendo ladrillos y todo se consigue poco a poco, el aprendizaje tiene un coste y va directo a las espaldas de cada uno. Los éxitos no son inmediatos sino consecuencia de trabajo. De mucho trabajo en general.


 Como dicen los expertos, estos niños no tienen ninguna tolerancia a la frustración. Que ocurrirá cuando descubran que el niño de sus sueños se ha enrollado con la tía buena de la clase? O cuando no puedan entrar en ninguna universidad porque no han dado un palo al agua en su vida? No habrá un gordito simpático que la contrate como camarera a ella, y se quede con el restaurante, encuentre su vocación y su pasión y además le den tres estrellas Michelin del tirón. No. Ni el chaval será más famoso que Ronaldinho al dar un balonazo fortuito a los 20 años a un balón perdido y justo le ve el mejor entrenador del mundo y hace de el un mago del balón. No. Es posible que me equivoque pero creo que estamos haciendo un flaco favor a generaciones venideras les estamos engañando con los sueños de algunos.

28/08/2015

SUBIR A NAVA


La subida a Navacerrada por Colmenar no tiene nada que ver con la subida por la Coruña.
Por Colmenar hay gente de todo tipo, hay quien conduce fatal, como si fuera la primera vez. Es muchos días una carretera de novatos, van despacio y deprisa aleatoriamente. No es una carretera sencilla, porque además de un par de controles de velocidad en puntos estratégicos por los que lo normal sería llegar a los limites máximos, hay entradas pie la derecha que sin tener prioridad disponen de un carril de aceleración muy corto, con lo cual, lo sensato es cambiarse al carril de la izq
uierda para dejar que se incorporen. En los primeros kilómetros hay una intensidad bestial entre los habitantes de Mirasierra, Tres Olivos y Montecarmelo...y una gasolinera donde suele haber lleno, porque hay un lavado de coches estupendo.
Sigues subiendo a lo largo de curvas contracurvas hasta esa incorporación por el carril de la izquierda a la carretera, después de un acuerdo, de una subida, sin visibilidad, que si no te lo sabes te pasas, entras en la carretera de verdad, donde solo se puede adelantar en dos o tres sitios estratégicos, están las vacas y las encinas y los prados a ambos lados. Una delicia de paisaje. Lleno de paz. Vas viendo la sierra, adivinando el tiempo que hace, no siempre previsible. A veces después de lluvia y cielo gris hasta Cerceda re sorprendes en Matalpino con un sol nítido en medio de un cielo impecablemente despejado. Es un camino de ir a casa. De subir a casa. Es un camino de reflexiones y de recuerdos. Es un camino único. Un recorrido personal.


El camino por la carretera de La Coruña es mucho más frío, eficaz, rápido, dispones de bus vao...en fin es una muestra más de la vida moderna, lleno de centros comerciales en los que comprar de saldo, barato, ofertas, caro, hacer la compra convencional; lo que todos entendemos hoy por no perder el tiempo: Se puede aprovechar el viaje para hacer cosas. Es mucho más impersonal. Las casas anónimas pegadas a la calzada, tres, cuatro, cinco carriles. Pero hay algo que tiene el camino por la A 6 que no lo tiene la nacional y es el olor en un cierto punto del camino: Pasado Collado Mediano hay una curva y luego aumenta la pendiente de la carretera. Se vislumbran ya las.montañas como paisaje único. Siete Picos, la Bola, la Maliciosa vendrá en un momento. Antes empieza el olor. Un olor a pino, a bosque de pinos, a acículas mojadas si es que llueve. Un aroma fresco y denso a la vez que penetra en mi alma. Es un aviso de que estamos llegando a Navacerrada. Algo que parece tan nimio a mi me hace sonreír. Es un poquito de felicidad.

ME VOY A LONDON

Por la carretera de La Coruña se puede ir a Ourense. Y a A Coruña. Cuando yo era pequeña, en los años 70 , se decía La Coruña, pero los gallegos no usaban, ni usan creo, mucho el artículo y decían Coruña, sin más. Y ahora resulta que es A Coruña. Esa A, de donde ha salido? Ni idea. Pero es igual que lo de Ourense. En ocasiones puede resultar muy confuso, en el caso de Araba o Bizkaia... Puedes dudar entre falta de ortografía, error en el cartel o simplemente que se trata de otro sitio.
Hay carreteras desde origen, es decir, desde Madrid, mal que a alguno le pese sigue siendo dueña del kilometro cero de las carreteras de la red radial española; señalizadas para llegar a Lleida. Sin embargo llegar a Madrid desde Lleida requiere GPS y pericia. Igual que llegar s Madrid desde Valencia o Alicante. La señalización empieza a 100km de la capital. Y Madrid no está en Cataluña; no se habla catalán en Madrid, ni siquiera en la intimidad, igual que no se habla ningún otro idioma, excepto en las ocasiones en las que el otro no conoce el español y un madrileño es capaz de intentar hablar chino si hace falta con tal de hacerse entender o solo por charlar.
Este tema por supuesto no afecta exclusivamente a la cartelería. Los presentadores de telediarios abundan en él, comentaristas de radio salvo honrosas excepciones que hablan de la Generalidad, con g. Algunos pronuncian la j al nombrar a Pujol. Qué barbaridad! Me encanta.


Todo esto resulta tan ridículo cono si en Madrid cuando queremos irnos a Londres de vacaciones le dijéramos a la señorita de la agencia de viajes que nos busque vuelos para London que queremos ver el Thames. O a lo mejor podemos decir Londra, en plan un poco más europeo o Llundain...que es galés, de la misma isla. Vamos a ver, si en español se dice Londres, usemos esa palabra, o cambiemos el diccionario. Como los alemanes que dicen London. Lo que para mas allá de los Pirineos parece evidente no lo es tanto para lo que queda dentro.


Dublín por ejemplo se deletrea igual en inglés y en español, salvo la tilde. Suerte.


Reivindico el uso de términos en español cuando estamos en España. Si para nosotros es confuso imagino a un chino con un guía llena de indicaciones. Una duda me surge. Si estás en Barcelona y quieres ir a Orense...en qué lo pone? En gallego o en catalán, o es español?








Voto por proteger el español igual que hay quien protege el vascuence o el catalán e inventa términos ad hoc para nuevos conceptos.
.....




20/08/2015

BAJAR A MADRID

Es una expresión que solo los que lo practican la utilizan. Bajar a Madrid es lo que hacen los miles de madrileños que trabajan en Madrid y viven en la Sierra en verano. Sí, no es que vivan en la sierra, pasan el verano allí. Y aunque se sienten del pueblo sin estar empadronados no dejaran jamás de ser veraneantes, de la colonia.
 
Bajar a Madrid es el equivalente al "commute" estadounidense, la gente que sale de madrugada, coge su tren y viaja una hora hasta llegar a la oficina. Y al atardecer, lo mismo, de vuelta.
  
Pero "bajar a Madrid" sólo se baja en verano. Y generalmente si se tiene jornada intensiva y se prevé una llegada a casa en el entorno de las cuatro de la tarde. Cuando ya no es hora de comer pero tampoco de merendar y se llega con un apetito desordenado. Te plantas frente a la nevera y devoras sin compasión. A veces se consigue llevar un orden: Te esperan a mesa puesta, comes, duermes un poco y disfrutas la tarde.
Quieres multiplicar por dos el día. Dependiendo de la edad eso tiene varias posibilidades. A los veintitantos bajas y subes, te echas la siesta, tomas algo, nadas, partido de tenis o fútbol. Copas en la plaza y a dormir. Y así puedes pasar el verano entero. Alguna noche empalmas y bajas sin dormir después de una buena ducha. Muerto de risa. A los treinta y tantos y cuarenta y tantos comes algo cuando llegas y dormitas delante de la televisión o en la piscina. Haces compra, cenas y a las 10 no piensas en otra cosa más que en meterte en la cama. A partir de lo 55 hay un punto de inflexión. Menos dormir, más paseos y cafés y copas nocturnas en casa de amigos, disfrutando del fresco.
La peor bajada a Madrid del verano es la última. No es de madrugada. Han pasado las patronales, la casa está cerrada. Te juras volver más este año. Sabes que no lo vas a hacer. La sierra tiene un imán, con sus polos y cuesta acercarse tanto como separarse.