Seguidores

22/12/2023

DE PADRES A HIJOS

Hay frases que solo dicen los padres o los hijos.  Me refiero a padre varón y a hijo de toda índole, edad o condición. ¿Quién no ha recibido la sorpresa del hijo: "¿alguna vez alguien había limpiado esto?" El tono es mitad reproche mitad orgullo y el resto inocencia.  Que suma más, mucho más de uno.

Por ejemplo, el recipiente del baño donde se deja el jabón.  La jabonera de toda la vida. Cacharro que, sea del tipo que sea, con rejilla para que el agua escurra y el jabón no se deshaga dejando esa  baba desagradable que, sí, las madres nos empeñamos el limpiar a diario o cuando nos encaja, sin éxito. Siempre queda algo, siempre vuelve y se mezcla con el polvo en suspensión para la desesperación de Don Limpio. El aspecto pone en duda el trabajo de quien se ocupa de esas cuitas. La solución en muchos hogares ha sido el dispensador de jabón líquido. Nada que ver, resta mucha calidez y autenticidad ese aspecto práctico. ¿Qué es más higiénico? Sí. No lo es todo en la vida, la higiene. La personalidad multiplica. Y entonces ¿de qué sirve mangar jaboncitos en los hoteles? ¿De qué sirve ese día que entras en una maravillosa tienda de jabones naturales de colores y los compras a juego con los de la pintura o por su olor según estado de ánimo.  Ere morado lavanda, ese verde Heno de Pravia, ese marrón chocolate que huele a casa de los abuelos. ¡Eh! ¿De qué sirve?. ¿De qué sirve esa concha gigante que antes estaba encima de la tele?  Desde ella se oía el mar. Ese mar de donde la cogimos un día, cuando ya no era el hogar de nadie. Esa concha a la que la tele plana desterró a la encimera del baño? ¿De qué?

 

Pues sí.  "¿Mamá alguien había limpiado antes esto?" Descubre tu hijo.  A cualquier edad. ¿Cómo se imaginaria que iba a estar la caracola si nunca antes la hubiera limpiado nadie?

Ocurre algo parecido con la cafetera.  Italiana, por supuesto. Solo los auténticos cafeteros recurren a tal instrumento, desterrado como la caracola, por las Nespresso e imitaciones. Inigualable en aroma, especialmente si en casa se muele el café. ¿Incómodas? Tal vez. ¿Poco prácticas? También. Inigualables frente a la anónima melita, café recalentado. Cafetera italiana al poder. Un día el padre entra en la cocina. Ciudad abierta, como Roma. Se dispone diligente a hacer café para todos. Al terminar, como es muy disciplinado, friega la cafetera, italiana, con todos sus ángulos, polígono indeterminado, truncado tronco. Al ver que tarda, la familia entera se persona junto al fregadero donde con esmero ataca los recovecos mediante estropajo y nanas. "Esto no lo ha limpiado nunca nadie antes". Tal cual. ¿Por qué la cafetera no se puede meter en el friegaplatos?


31/10/2023

NO HOMBRE, NO


Que se ha muerto Matthew Perry. ¡Qué pena! Chandler nunca se morirá, no pertenece Friends a ese estilo de serie en la que matan al protagonista. No. Los amigos son los amigos y punto. Ni se muere ninguno, ni se enfadan, ni se quita a nadie. Eso espero.  Vaya a ser que la popularidad de mis escritos llegue al mismísimo L. A, donde por cierto, siempre quise ir, dejar un día esta ciiudad, cruzar el mar en tu compañía
. Pero hace tiempo que me has dejado...

Me dice una niña que no ha cumplido los 18, "es mi personaje favorito del mundo  de todos los personajes, hasta de Dysney". Con esa frescura que sólo se tiene una vez, y que a los 18, hay afortunados que aún no han perdido. Y es que Chandler es un magnífico personaje.  Es simpático, guapetón, se cae, es torpe. No genera envidia, se empatiza con él casi sin darse uno cuenta,  le cae a.uno bien en cuanto le conoce. No porvoca celosni envida. Cuando quiere dar una sorpresa mete inevitablemente la pata. Con lo majo que es, nunca se liga a la chica top, sino que se le acopla la plasta de la amiga de la novia de su amigo,  para hacer citas dobles. El tontorrón, en el fondo la quiere y sobre todo no sabe cómo dejarla sin hacerla daño. Es buena gente. Viene de un entorno familiar disparatado. Rechaza los achuchones de su amigo del alma, no vaya a gustarle eso de abrazarse con hombres.  No quiere líos. Es un tipo normal, casi simple.  Nadie tiene idea de en qué consiste su trabajo, aparentemente ni él mismo lo sabe. Gana una pasta, es un exitoso profesional sin darle la más mínima importancia. Solo come en casa de sus vecinas o haciendo uso se servicios de comida a domicilio. Le gusta lo sencillo, ver la tele, charlar. Hace reír a todos. Es carne de cañón de las enamoradizas.

Y es que  Chandler Bing de 'Friends' es el personaje favorito de  muchas chicas. De cualquier edad. A pesar de haberse casado con la petarda de Mónica, con perdón.  Pero todo se le excusa a Chandler. Si él está contento, pues tan panchos. No hay más que hablar. 

No tengo idea si el personaje se parecía a la persona. No sé cuánto puso Matthew en Bing. O si Bing cambió a Perry. No sé si se  fusionaron caracteres o carácteres. Pero es una lástima que alguien que se hizo famoso por su alegría, su camaradería, su sentido del humor, en una serie que se llama "friends" (colegas,  según importadas traducciones), muera sólo, en un jacuzzi,  en una casa lujosa, después de haber enviado a su "asistente" a hacer un recado. Me abruma la soledad del fallecido. Me abruma ese hombre solo, desnudo en el lujo, que muere solo. ¿Dónde están los amigos? Mis amigos, por encima de todas las cosas.

05/10/2023

COSITAS, MAJOS


O se es o no se es majo. No se puede aprender. Se lleva dentro. Vamos. Se puede ser majete, mediopensionista, pero majo, majo de verdad, se nace. O se aprende cuando no te das cuenta de que estás aprendiendo, que no es lo mismo pero es igual. Al cabo, es involuntario. 

Diez de la mañana. Una madre de familia más. Ha llevado a los niños al colegio, uno va al público de al lado de casa, pero es el pequeño, no puede ir solo todavía. Ni irá en mucho tiempo. No cambiaría por nada en el mundo ese rato de risas y sueño con él. El mayor va a un colegio que está donde da la vuelta el viento. Cositas. Típica decisión de padre primerizo o principiante. Para mi niño lo mejor de lo mejor. Ni ruta, ni comedor, un caos. Enseñanza especializada, cada niño es un mundo. La hermana, lo mismo, no iba a ser menos ella, total, se llevan dos años escasos. ¡Uy! pero a ella se le atragantó el colegio. Que si se le hacía largo el viaje, llegaba dormida a la puerta del cole y empezaba ya el día con un malhumor que no había quien se lo hiciera desaparecer. Desde ahí, todo cuesta arriba. Total, que la cambiaron a un cole pequeñito pero también maravilloso, en un chalet, todo super hippy, cerca de casa pero no tanto como el público del benjamín, que vino descolgado y ya con unos padres prácticos y sin complejos. Al lado de casa. Sin fisuras. Sin discusiones.

Total, que la madre ha hecho el periplo. El padre de viaje, ha salido al alba. Procuran no dormir fuera ninguno de los dos nunca. Abrazados es como mejor descansan. Hoy en Bruselas, mañana en Cáceres. Tanto da. También acordaron comer juntos cada día, pero eso no es tan fácil.

Llega a casa y se pone a currar. Ni hace las camas. Cuando está Carlos entre los dos se organizan, zafarrancho. Si está sola, prioriza. Que tiene que mandar un correo a fulano, hablar con mengano, termina el informe, remata un presupuesto. Se empina la cuesta del día. 

Llaman al timbre. Está hablando con el Delegado, su jefe, en Londres. "Disculpa Tom". El gas. Les hace pasar. "Por aquí", al del gas, pone en mute el altavoz, sigue hablando con Tomas. Instrucciones concisas, propias del anglosajón que es. mezcla de cortesía y distancia que Claudia no acaba de entender. Y ¡mira que los conoce!. 

La señora del gas mide algo más de un metro de altura pero no mucho, huele a tabaco que apesta, ¿habrá tirado el cigarro en el jardín? Capaz. Tiene cara de buena, pero enseguida saca su mal café. Para medir no se sabe qué saca de su maletín un bote de un producto de limpieza. Claudia se siente ofendida, que su casa está relimpia. No lo bastante para la inspectora, que ha recorrido la casa entera hasta llegar al contador. La inspectora antipática que ha visto las camas “hechas” por sus hijos, y sin hacer por ella y Carlos, que no les ha dado tiempo, jolines. “Donde está la caldera?” Dice la chiquitita. “Disculpa Thomas, I'll call you back”. Guía a la inspectora al cuarto de la caldera, ya sintiéndose examinada, que suspende seguro. Irá a revisión. La colgaron muy alta, la caldera,  para que no molestara, para que nadie tocara. “Una escalera muy grande voy a necesitar” O crecer un poco, bruja, piensa Clara, “pues no tenemos”. Pues no pasan ustedes la revisión. No te fastidia, la tía va a hacer la revisión, una Enanieves, y Claudia se queda sin gas, con lo bien que le sienta a Carlos que no haya agua caliente. Motivo de divorcio, se va a casa de sus padres a ducharse. “hombre, no se vaya usted” “Es que así no se puede poner la caldera” No te fastidia, te la voy a poner a tu altura, para que se suban los niños, que son como tu y tengamos un disgusto. Claudia hace de tripas corazón para no soltar el veneno que se le acumula. Se sube ella misma a un mueble que hizo Carlos, que es un manitas, y eso no se rompe por mucho qua haya engordado. ¡Será por angulares! Su Carlos no repara en gastos cuando de seguridad se trata. Hace de peón Claudia para la bruja. “Perfecto, hasta dentro de cinco años” Ojalá venga otro inspector, pero dice “muchas gracias”.


23/09/2023

DE MÍRAME Y NO ME TOQUES


Padre decía: "está de mírame y no me toques". En otros sitios oía: "se torea sola". El caso es que no se le puede toser, por algo será.

Yo pienso en ese momento en que uno está de mírame y no me toques, porque no quiere ni moverse, no sea que haga un estropicio. La sensibilidad en la superficie, en esa piel tan fina del anciano, que salen moratones con solo tocarla. Es un equilibrio inestable. Centro de gravedad o de carena. Cualquier alteración puede convertirse en confusión así puede ser causa de hundimiento seguro. Epicentro del desastre.

El exterior es ese, que se enfada por nada, que llora por tonterías, nunca mejor viene el dicho de por dónde va la procesión. Ya quisiera un iceberg esconder tanto. Dentro nada en aguas confusas, es un momento que parece que sí, pero va a ser que no. Punto de silla o inflexión, cambio de curvatura, pero ¿a donde va? ¿A donde va el señor? Esa fase, ese estadio, que es un punto de una o más dimensiones. Puede pasar de punto a punto gordo y de ahí...hasta el infinito y mas allá.  ¿Hasta dónde?
  
De pronto el sujeto no quiere escuchar que está mejor. No es que no se quiera curar, no, no es que no quiera estar mejor. Es que se encuentra en un momento en el que tiene dominada la tristeza. Las heriditas que tiene se las lame solo y va tirando. El nivel de dolor que le provoca la pena está en una escala manejable. Puede soportarlo. El sujeto paciente, que padece, está en la mierda, pero es su mierda. 


Es muy posible que haya mejorado desde que cayó en el pozo. Pasos de gigantes. Lucha de gigantes. Todo el mundo le dice que está mejor, hasta más guapo y que ha crecido ¡a su edad! será eso. Él se nota más animado, un poco más activo. A veces. Pero no quiere tirar cohetes. Se para.

Cualquier cosa, por pequeña que sea, puede hacerle volver al sitio de donde viene. Una mota de polvo cuyo infinitesimal peso desequilibra la balanza. Una pluma, como en la película de Kunfu Panda tan ligera que no acaba de posarse. La sola amenaza es bastante para desatar las alarmas. No puede ni imaginar lo que sería volver a pasar por ahí, retroceder a cualquiera de los momentos oscuros donde el llanto y el dolor le atenazaban. Por eso se aferra a la costumbre. Da pasos cortos sin alegarse en exceso de su dolor, que se ha convertido en su zona de confort. 

Dormir en casa ajena, beber otra copa de ese vino tan rico, un chupito de vodka helado. Unas risas extras, que piensa que no puede permitirse, que no merece, y luego va a tener que pagar. ¿Quién sabe a dónde el dispendio, la anarquía, la falta de control le puede llevar? No, no, no.  

Supone quizá dar un cambio, significa que a lo mejor esté de verdad más contento. Pero el precio de esa alegría efímera no lo puede pagar con volver a bajar al hoyo. Solo de imaginar la oscuridad, las paredes angostas y resbaladizas de ese agujero, no sabe si lo va a conseguir hacer otra vez, reunir las fuerzas. Prefiere una vida miserable. Las voces le dicen que sí, pero ellos no han estado ahí.

Se convierten en amuletos determinadas costumbres y paisajes, gestos míseros y pequeñas detalles de la vida diaria que piensa que si desaparecieran, aunque tristes, aunque feos, a lo mejor cambiaba su vida a mejor. Pero si es fugaz esa mejora,  no cambiaría la paz por un fogonazo de alegría. Aunque en la tranquilidad haya muchísima tristeza. 


19/09/2023

¿QUÉ TE PARECE MI OUTLOOK?

Sin las condiciones de contorno, la frase, aunque rara, es aceptable. Porque faltan datos.

Pongámonos en situación: Se trata de una mujer madura en modo Cabify, de transportista de sus vástagos a actividades varias, universidades, colegios o fiestas de amigos. Ahí, lo que quiere uno decir es ¿qué te parece como voy vestida hoy? La cosa cambia. Le ha salido solo, y con la ilusión de acercarse a la juventud mediante la expresión, ha marcado con claridad su posición y distancia (mucha). Es mayor. Sus hijas se preocupan por la vestimenta a llevar al colegio, facultad, fiesta. Ella las observa paciente y con un alto grado de sorpresa. Bendito uniforme.

Es la misma situación que cuando les pide a sus hijos que le instalen spotyfive. Dicho en el mejor inglés que le sale, acentazo de academia. Eso sí, confiesa que siempre le resultó curioso lo del five. ¿Por qué cinco? se preguntaba. ¡qué raro! que le llamen Spoty, vale. A saber de dónde viene, ¿pero lo del cinco? Se lo inventarían en 2005. Como si todo hubiera que entenderlo. Se acabó el misterio. Porque no es cinco.  Claro.

Por meterse con otros, escucha confusiones ajenas: sinónimo de lucro, no sabía que era un chistecito de abogados.  ¡Ahora se llama así!. Apuesto a qué algún letrado había oído la frase sobre la falta de ánimo de lucro, de corrido, sin verla escrita nunca y la reprodujo a  su manera ante su señoría. Imagino la cara de los togados. 

Otro ejemplo lleno de cariño: la boutique del gourmet,  en la plaza de los angelitos, en Navacerrada. Conocida por su precios más que por sus exquisitos productos, que siempre hay quien confunde valor y precio. Allí donde los angelitos ofrecen un agua helada y si te libras de las avispas y consigues beber sin un picotazo, según la sabiduría popular, ese agua hará que el turista vuelva. A falta de fontana, los cerrudos tenemos a nuestros angelitos. En la esquina donde ahora se debaten los cubatas al cobijo del aire fresco que viene de la Maliciosa, antaño había un supermercado. Uno de los varios Adrados. Abierto a deshoras, amables los dueños.  ¡Hasta te colocaban las cosas dentro de la bolsa!. Eso sí, era un lujo a su alcance. El precio de una urgencia podía ser cualquiera. A veces los productos estaban marcados en la boutique, para sorpresa y ojos grandes  del cliente, que no salía de su asombro, no daba ni tenía crédito. Conocida también la tienduca como la boutique del grumet, sin e al final, afrancesado grumete.  Y los del corte inglés con su mal nombrada boutique. 

Para nombres el Seven Eleven de Ponzano, en un principio se sospechó que se trataba de bar de mujeres que ejercían la profesión más antigua, ligeras de cascos, por sus horarios. Le conocían como el Seven Up en las casas decentes; o la madre de una amiga, que en Londres, por practicar inglés, cada vez que se topaba con alguien en el tumulto soltaba : "escuis mi", tratando de emular el "eskius mi". Total, por una letra, se sorprendió de algún achuchón recibido, que ella no era para menos. 

14/09/2023

VERGÜENZA AJENA


He oído que la vergüenza ajena solo existe en España. No será tanto. ¿No? Busco en mis apuntes de inglés y me sale que los ellos se "embarrasan" o sienten "shame for others"; en los de italiano...si vergogna degli altri, o se siente imbarazzato. Y ya, en San Google, que el franchute Embarrassé, alemanes Verlegen, los noruegos "andres skam" me sopla un conocido. A lo mejor no es lo mismo. Ni idea. Me inquieta las raices comunes entre sentir vergüenza y estar preñada, por decirlo si tapujos. Similitudes que también existen en español. ¿Quién, que se precie, no ha sentido embarazo alguna vez?

Es la vergüenza ajena un sentimiento respuesta a lo que dicen o hacen otros, ese bochorno por el comportamiento ajeno. Realmente lo provoca, como muchas otras cosas, algo que puedes controlar ni cambiar, porque no depende de ti. Eso sí, uno elige sentirla o no. Bueno, elegir es relativo. Hay veces que no te queda más remedio. Hay en el abochornado ajenamente un batiburrillo entre el ataque de risa y las lágrimas y el pudor y me voy a esconder donde nadie me encuentre.

¿Cuándo la sientes? normalmente cuando piensas que otro debería estar pasando vergüenza y tiene toda la pinta de que no es así. Y quien pasa vergüenza eres tú. Por ejemplo, cuando alguien que baila fatal, se lanza a la pista sin complejos, a darlo todo; o ese amigo tuyo que desafina y tiene orejas pero no oído, y es el que canta más alto sin que el director del coro sea capaz de amainar su entusiasmo; al ver llegar a un ser querido a un evento del tipo que sea y con el atuendo inadecuado, bien por demasiado elegante o demasiado poco, tanto da, él, tan pancho con su poncho siendo el smoking la etiqueta, traje largo para ellas, pamela; si tu amigo, tu hermano, tu padre, dice bobada o se equivoca en lo evidente, cuenta un chiste y nadie se ríe. Hay miles de situaciones. Distinto es cuando tu compañero de clase, con 15 años cumplidos, es estrujado a base de besos en la puerta del colegio a la vista del curso entero y se une a la fila con restos de carmín en los mofletes. Él está avergonzado, ¿que le compadeces? te identificas, temes el momento en que no puedas zafarte del mimo con tu madre excusándote en la prisa que solo le permite un ósculo al aire. Y tú sales pitando.


Hay miles de situaciones, discursos públicos, caídas, torpezas varias; en realidad hay mucha empatía con el protagonista que a uno le hace sentir vergüenza ajena. Hay un cariño enorme. Es un vínculo invisible. La sensación está a mitad de camino de la risa y el llanto. Quieres sacarle de ahí, que nadie le haya visto intentar subir torpemente al tren y darse un trastazo impresionante. Que no hayan escuchado el acento inapropiado, el gallo que le ha salido. Pero si él está bien, ¿por qué preocuparnos? Hay un tierra trágame que hace que el suelo literalmente se abra bajo tus pies, lo visualizas, llegando al centro mismo de la tierra, donde el magma lo funde todo.



12/09/2023

NOLE

Según Javier Cansado, ex de Faemino, de Faemino y Cansado, ¡GRANDES!; según Javier, Novak siempre se deja ganar un set. Lo suyo es postureo. No le ganan, se deja. Así que Carlitos, Daniil, Rafa, Murray, cuidadito con fiarse.

Yo miro a Novak Djokovic y pienso que si no fuera tenista, podría haber sido guerrillero o guerrero. El malo de la película. Cuando se enfada, da susto. Mirada desafiante. Eso sí, en cuanto sonríe, da gusto mirarle. Lo que hace una sonrisa, que provoca una metamorfosis absoluta. Con esos hijos que tiene, que parecen ángeles, se le cambia la cara cuando les achucha y les moja de lágrimas el pelo, refugiándose en su olor. 
La final del OPEN USA fue estupenda. Si Novak da susto, con era cara oscura, esos ojos oscuros, es puño que cierra y parece que le va a estallar la camiseta, Medvedev no cambia el gesto, gane o pierda. Siempre serio, durante todo el juego, solo se permite relajarse cuando acaba el partido. 

Me hubiera gustado que los comentaristas contaran más cositas, tanto de los tenistas como de los personajes que las cámaras enfocan. Por ejemplo la mujer de Daniil, que si él es serio, ella se lleva un premio. Y eso que era su aniversario de boda. Los rostros del equipo del ruso eran para grabarlos, no sé si no entienden inglés o simplemente no les hacen gracia las bromas que decía sus tenista. Pero ni un falangista es capaz de mantener ese hermetismo en su expresión. En el banco del ruso había poca gente, la guerra imagino que será el motivo. No sé. En el lado del serbio se palpaba la emoción, la mujer que no podía aguantarse, la madre rezando, el padre había puesto una estatua de cera en su sitio. No se movió en todo en partido. Los entrenadores osaban aconsejar al fiero Novak. En mi opinión, los parientes deberían estudiar cómo dulcificar el rostro cuando están viendo la competición, porque no ayuda nada mirar a la grada y ver a tu gente mordiéndose las uñas, descompuestos, retorciendo rosarios. Se va a animar, que el que está jugando no eres tú. Por eso Ferrero y otros se ponen gorra, yo creo, para taparse en los malos momentos.

En la final, puntos interminables, con gritos acoplados. Decían los expertos que Daniil está muy en forma. Iba a por todas, llegaba a la red, a los puntos más remotos, mejor colocados. Se nota que tiene diez años menos. Su juventud le hace valiente y osado, se lanza y devuelve lo más difícil, pero comparado con Novak, Daniil es un tirillas. Cansado estaba, que se le veía respirar fuerte en los descansos. Novak se entretenía en los saques, que la experiencia es un grado, aprovechando cada instante para recuperar el aliento. Que si el público habla, que me seco con la toalla. Daniil saca diez centímetros a Novak y pesan lo mismo.  Las piernas del serbio parecen ramas de olmos centenarios, mientras que el ruso luce canillas. Es un toro Novak.

Otra diferencia es cómo se enfrenta uno al saque del otro. El ruso se pega a la pared, los recoge pelotas se tienen que apartar casi, de lo atrás que se coloca.  Tanto en el primero como en el segundo saque. Parece que la raqueta no le pesa, que es un juguete, se mueve un poquito, da un salto, todo con la ligereza del flaco. El serbio se coloca en modo estatua de piedra, como si le anclaran al suelo, firme. Sujeta la raqueta ortogonal al suelo y a sí mismo, entre sus ojos, paralela a la nariz. Es decir, compone una división perfecta del espacio en tres volúmenes. Siempre pienso que no se va a poder mover cuando le llegue la bola, de la rigidez y robustez que la imagen desprende. Ahí se queda si le da un aire.

El punto ganador. Se saludan. Amiguetes. Uno da la enhorabuena al otro, tío que difícil me lo has puesto, de eso nada, eres un máquina. A ver cuando te retiras, que menudo estás hecho, no hay quién pueda contigo. Jajaja. Simpáticos, dicharacheros, entre risas. En vez de tirarse boca arriba, el serbio se agacha y las sacudidas de su columna delatan su llanto. Ya más tranquilo se levanta y se lanza a coger en brazos a una niña con coletas a la que no le importa nada que su padre esté empapado de sudor. ¡Qué alegría! 

Mientras el serbio recorre las gradas, Daniil solito, sentado en el banco, sin mostrar emoción alguna. Imagino que estaría ordenando en su cabeza lo que iba a decir cuando le tocara. Por cierto, cuando se retiren, además de entrenadores puede ser tiktokers, trabajar en el club de la comedia. ¿Dónde están esos deportistas sosos que palidecían ante el micrófono?. Hay cantera para entrenadores de emociones y comediantes. Novak le da un abrazo a Matthew McConaughey, del que por lo visto es amigo. Un inciso: así como se habló mucho de lo estupendo que estaba Brad comiendo patatas fritas Wimbledon; que era como para pedirle que compartiera; Matthew no le llega ni a la suela de los zapatos, deslavazado, mal vestido, en fin, a Brad todo le sale natural y el otro fuera de la caracterización que le da el cine, parece un impostor. Al grano: cuando se abraza Novak con el equipo vuelve el terror al USTA Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York. Se agarran los brazos haciendo un corro de raíces y gritan de modo tribal. Las bocas bocinas. Estos ganan la guerra que se les ponga por delante. Sonríe Novak, que da susto.

08/09/2023

QUE SON MUY MAJOS

El otro día, en Mercadona, estaba yo esperando para pagar y mientras tanto, la señora que iba delante de mí, charla que te charla con el cajero. Antes me hubiera inquietado. Ahora pienso:  ¿Quién tiene prisa? ¿Qué otra cosa mejor puedo hacer que esperar en la cola para pagar en el súper? Que si qué tal el verano, que "muy bien", que todo lo bueno se acaba. Así la veo a usted, que ya tocaba. Que "qué buen día hace, a pesar de la lluvia", que ya hacía falta. "Sí, hijo, que el campo está reseco, lleno de terrones". ¡A mí me lo va a decir!, que he ayudado en casa con las bestias, ni agua quedaba en la alberca. "¿A dónde va a llegar así el precio de la fruta? Sólo he cogido unas paraguayas, a ver si están ricas." Pruebe usted las nectarinas, que salen muy dulces. "Mañana vengo, y me las llevo, así charlamos". Eso. "Que no tengo monedas hijo", que no importa. "Da recuerdos en casa. A lo mejor luego bajo otra vez, algo se me habrá pasado. Tengo la cabeza ya llena de tórtolos". Se vuelve la buena mujer y me dice "yo es que vengo a Mercadona porque son muy majos, y él, más. Si me toca otro en la caja, le espero, y no es que los otros no sean majos, pero él es especial". Que nadie piense que el cajero se puso colorado. Colorada yo, sin saber dónde meterme, aunque en la cara se me dibujo la mejor de mis sonrisas. "¿a qué sí?" Siiiii. Y el cajero: qué cosas dices guapísima. (A ella) ¡Qué buena manera de hacer la compra. Digo!
Hay mucha gente sola, sin conversación. No sé si en Mercadona, UNIDE, u otro. Porque al día siguiente, una señora empeñó sus diez minutos o más con uno de los empleados porque no llevaba mas que un billete de 50 euros. Eran las 9:00 en punto, recién abierto "¿Os hago un estropicio si os pago con el billete?. Total, solo he cogido cuatro cosas, lo mismo no tenéis cambio". No señora. "De verdad, que no me cuesta nada, vengo luego, déjamelo apartado, eso sí, que ya que he hecho, no vaya a ser que luego me de cuenta que se me ha olvidado algo" No se preocupe, que tengo cambio. "Ya, pero lo mismo te hago polvo y te dejo sin monedas, que luego viene otro y te la hace igual y tienes que ir al banco. Mira, si yo desayuno todos los días una tostada con aceite en el bar de arriba" De verdad, que no se preocupe, pague ahora o luego. La señora en cuestión se ayuda con un paraguas para el paseo, aunque no hay previsión de lluvia, coqueta, que ella bastón no usa, aunque haya cumplido los 95. Apunta lo que le falta, pero de casi todo se acuerda sin mirar el papel.  ¡Para lo que le sirve sin las gafas!. Si fuera por mi hija no iría sola ni al portal. Menos mal que se ha ido a vivir fuera, que si no, ya me había quedado paralítica, pero no por nada, de no moverme. Que todo me lo quiere hacer ella. Mamá esto mamá lo otro, no cojas peso. Sabré yo si no debo coger peso, para eso tengo el carrito. y si me canso me siento. Las cosas de mi hija. "Como te digo, Manuel es un chico muy majo, me pone una tostada de un pan blandito, que no estoy yo para crujientes, con su mijita de jamón y un buen chorreón de aceite. Antes lo embadurnaba de ajo, pero no tengo yo aguanta mi estómago ese envite. Paso luego una mañana muy mala. Un café con leche y un vaso de agua. Que así me obligo a salir. Podía tomármelo en casa, no te digo yo que no, pero me pierde Manolo de clienta. ¿No ves que él tiene gente desde las seis que abre?. ¿Pues no almuerzan allí los de la obra? Que como es oriundo de Burgos, les hace unas tortillas rellenas, que solo pasan con orujo. Salen con fuerza los del mono." Si quiere venir luego, venga, señora. Aquí le dejo la compra. "¿Lo ves? sabía yo que te hacía un trastorno. Son majos estos chicos. Otra vez, y dale.

Mañana tengo que ir a la farmacia. Miedo me da. Leo que en Nueva York, un vecino ha creado 'estaciones de conversación', unos bancos para que los transeúntes se sienten... y hablen. ¿Que no tienen Mercadona en la manzana?

07/09/2023

"CARNE" POR PUNTOS

Para acceder a la política, los candidatos deberían sacarse un "carné". No de un partido o de otro. Que está muy bien que les elijan sus correligionarios, pero se hace imprescindible algo más, un tamiz que filtre basurillas. En primer lugar, deberían acreditar un currículo impecable que les valide para el cargo que ostentan. Por descontado. Es lo que se nos pide a todos para acceder a un puesto de trabajo. Sólo así, adjunto a un pasado niquelado y limpio, tendrían opción a cargo público. Que la mujer del César de toda la vida no sólo debe ser honrada si no parecerlo. Con tal bagaje y no sé por qué procedimiento, si a través de oposición o concurso abierto con jueces de alcurnia; ya podrían optar a cargo público. No digo en la Administración, que para eso ya está organizado, me refiero para ocupar lo que se conoce como cargo político. Acá y acullá.
Una vez que han accedido al puesto, se le concedería un carné con un número finito de puntos. A medida que mientan o cometan felonías, irían perdiéndolos. Y vacío el carné de puntos, se deberían someter a un curso intensivo de ética, responsabilidad civil, materias relacionadas con el derecho y aprendizaje de la constitución entre otros. Poca penitencia me parece para tamaña traición. Cursillo excluyente de toda actividad lucrativa, incluidos castigos varios y variopintos cual barrido de baños públicos, recogida de basura y limpieza urbana si corresponde. De rodillas el resto del día y de cara a la pared.  Orejas de burro en las salidas públicas. Que se avergüencen de su comportamiento impropio. Ningún político sin su carné recuperado e intacto podría ejercer ni cobrar del erario público. Es más, punto que te quito, porcentaje que se queda hacienda. 

Un político no debería ser impune a sus actos. ¿Que engaña e incumple una promesa electoral? punto que te quito. El número de puntos a descontar, por supuesto, dependería de la gravedad del hecho.

En nuestro panorama no quedaría ni uno. Mal asunto. Volver a empezar. Mientras recupera la banda los puntos, se formarían nuevos partidos, nuevos equipos, técnicos, sabios, expertos, en manos de los cuales el gobierno del país sería una empresa más fiable que estando vendida a los sinvergüenzas que perpetúan cargos a base de rendijas y subterfugios, a base de doblar las leyes hasta el límite de rotura de las mismas; o aprobar decretos por puertas traseras, haciendo uso y abuso del engaño y la mezquindad. Incluso, aunque "sería" legal, hay cosas que no son moral ni éticamente aceptables. Debería estar penado y más si se trata de nuestros representantes. Que se les quiten todos los puntos.

13/08/2023

OLA DE CALOR

Hace calor, sí, es que es verano. Es España, hemisferio Norte, clima continental y en verano, calor. ¿Qué esperabas?  ¿No te pasará lo que al presidente aquél que llegó en diciembre a Argentina y la poner pie en tierra en Buenos Aires, con su abrigo camel, dijo "uy, que calor hace aquí"? fresquito no esperes.

Yo estoy hasta la coronilla de la ola. De la noticia de la ola de calor en concreto. Vamos a ver, llevan hablando de la dichosa ola desde hace una semana. Que va a ser la peor de verano y las temperaturas serán las máximas en 75 años. Vale. He oído que llegaremos a 46ºC en Madrid. ¡46!

Jolines que hoy he salido a la calle enseñando todas mis lorzas, embadurnada de crema solar, pegada a la fachada del edificio, andando despacito, a las seis de la mañana, para no pillar las peores horas y cargada con una mochila de botellas de agua para hidratarme. Paraguas en mano para esconderme de los malísimos rayos de sol que tanto bien me hacen. Me he tenido que volver, porque la oficina la abren a las 9:00 y no podía ni aprovechar para ir al súper, que estaba cerrado. Claro. De vuelta a la penumbra del hogar, persianas bajadas, cortinas cerradas, ventanas a cal y canto. La siguiente vez que he osado salir lo he hecho con el mismo miedo e igual equipación. Asustada estoy en un rincón. 

Calor hace, sí. Pero normal. Para calor el que hacía en Zújar en septiembre, que no se podía salir a la calle después de comer, pero no se podía literalmente. El aire era totalmente irrespirable, no se movía una brizna. Ni por la sombra asomaba nadie la cabeza. No salían ni los malos. Calor hacía en el aula de exámenes de la escuela un cinco de julio. Calor y sudores.  Calor hacía mientras preparabas esos exámenes. Sin aire acondicionado ni ventilador. A pelo. Eso era calor.

Calor hacía en una boda que fuimos y mi chico se puso el chaqué de su abuelo, que era de invierno, sartén de Andalucía, pleno julio, ni un mal gesto, ni una queja. Calor hacía en aquella comunión que fue en abril sin embargo pero le dio al tiempo por ser así, 38ºC y vestidos de invierno. Todo sonrisas. Es que ya está bien de quejarse, que cuanto más me digas que hace calor, más calor tengo, puñetas. ¿Qué te crees? ¿Qué no me he dado cuenta? Pues sí, lo mismo que cuando alguien tiene un grano enorme en la nariz y se lo dices. ¡Innecesario! ¿Arreglas algo? Pues vamos a hablar de otra cosa.

Calor hace en agosto en San José.  Yendo a la playa del castillo y el agua potable. Llena de hippies en pelota. Que no se puede ir más que andando o el barco. Casi una hora de camino. Eso es calor. Estas viendo las películas del oeste en el camino, ves derretirse al enemigo inexperto. Eso sí, al llegar, por un módico precio te tomas una cerveza con trazabilidad  cero. Pero a quién le importa. Calor en Monsul sin sombrilla por mucho que aterrizara indiana. Calor en esos aeropuertos y estaciones petados de gente.  No hace falta ser exótico.  Que en España el AVE congelado, la EMT refrigerada.y las autopistas nos parecen el pan nuestro, pero pasa el Pirineo, ya verás.  Tanto aire y tanta pijería. Te vas a enterar de lo que es pasar calor. Los autobuses y trenes italianos, un infierno, el tubito de Londres, para darle de comer aparte. Fresco solo en los paises ricos del oro negro. Y la botellita de agua por un ojo de la cara.

Es que hay gente experta en señalar lo evidente. Llueve a cántaros. Jolines como llueve. ¿Ah sí? No me había dado cuenta. Le contestas con el pelo chorreando. A lo mejor es que no tienen otra cosa que decir. Bueno. Pero de tanto hablar me está entrando una calorina que "pa qué ".


12/08/2023

JON, SOY CHARO



Jon, soy Charo. Hombre Charo, ¡qué alegría! ¿Qué tal estás? Bueno, pues no tanta alegría.  Que para eso te llamo, estoy regular, la verdad. La pastilla que me diste no me hace nada. Charo, que soy Jon.  Ya sé quién eres, por eso te llamo, todavía no estoy majara. Que será muy buena para el corazón la pastilla, digo yo, pero yo es que eso no me lo noto. A mi el corazón no me duele. Me duele la pierna.  Y lo que me pasa es que encima, con la pastilla, no me puedo mover, como si me hubieran dado una paliza. Y claro, yo así no puedo estar. Tengo muchas cosas que hacer. Porque vienen mis nietos a comer y les voy a llevar al RACE luego. Que voy a jugar al golf con mi amiga Aurora. Los niños se quedan en la piscina. Son mayores. Lo que te digo, que con esa pastilla me entra un cansancio y un sueño y no hay quien me levante. Estoy atontada todo el día.  Además como me has  dicho que no puedo tomar café. No sé qué quieres que haga. Que no me voy a quedar todo el día en la cama, como una viejecita. Además, por la tarde viene Paulina con Julio a tomar un gin tonic. Porque Maripi no está, la veré este fin de semana que me han invitado al molino. Charo que soy Jon. Mira que eres pesado, que ya se que eres  Jon, que te he llamado yo. 

Entonces ¿Qué hago?, que mis hijos no hacen más que darme la lata. Que todo lo hago mal. ¡Qué sabrán ellos! Bastante tengo yo. Aquí todo el mundo opina. Que si tengo que andar, que si no, que es mejor esto o lo otro. Que no coma tal o que coma no sé qué.  Me tienen hasta la coronilla. ¿Sabes lo que te digo?. Que voy a hacer lo que me parezca. ¿Vale? Si, Charo, pero es que soy Jon, el hijo de Elena y Jaime. ¡Uy, estás tonto!. ¿Cómo no me lo has dicho?. ¿Qué querías? ¡Pero si me has llamado tú! ¡Qué bobadas tienes! Mira que eres ganso.

Bip, bip...ha colgado. Sin decir adiós.  Como si fuera con otro. Como si no hubiera ocurrido.

Hola Jon, soy Charo.

11/08/2023

RECICLANDO QUE ES GERUNDIO

El reciclaje es necesario, imprescindible y estupendo hasta que se convierte en una pesadilla. Para conseguir que sea eficiente, debe ser sencillo. En caso contrario sólo lo practicarán los frikis. Aprenderse los colores que corresponden a cada material tiene un pase. Los envases, latas, envases al amarillo, el cartón y papel al azul,  lo orgánico al marrón y el vidrio al verde. Esto lo he mirado en Internet porque yo sigo con dudas cada vez que en una cocina, propia o ajena, abro la puerta de la basura. Y es susceptible de matizar. Porque creo que no todos los plásticos y decibelios van al amarillo, y no todo lo orgánico al marrón, sólo lo crudo, que hay otro cubo de restos. Me pierdo.

Antes, un sencillo cubo, a la sazón recubierto con una bolsa de la compra, para aprovechar, para no tirar; es ahora la puerta abierta a Narnia. Tres cubos es un mínimo, a veces bolsita de cartón para solo cartón (limpio, ojito); incluso cubo de plástico para restos orgánicos si gallinas u otros animales pertenecen al núcleo familiar, cajita para las cápsulas de café, las pilas, el aceite usado... El grado de compromiso de algunos con el planeta a través del reciclaje es casi inquietante. Dudo que sean capaces de hacer algo más aparte de reciclar. Y lo que se enfadan si te equivocas. Ojo.

Cuando en una fiesta se distribuyen cubos en el perímetro del baile para facilitar la tarea del desperdicio, tarea que los efluvios confunden; entonces es cuando viene la polémica. Tres cubos es un clásico: cartón, latas y otros, por ejemplo. Los animosos invitados son diligentes y lata que se acaban, lata que va al contenedor improvisado con su cartelito correspondiente nombre con letras de colores. Las colillas, ya casi especie en extinción, se juntan en cenicero, aunque su composición es también mezcla de varios, digo yo: que el tabaco es orgánico, el papel, papel y el filtro ¿qué es el filtro? Y tú me lo preguntas, clavando tu pupila en mi pupila.


No es tan fácil. El típico sobre de papel que tiene una transparencia que permite ver el destinatario sin que esté escrito en el propio sobre. ¡ojo! Papel y plástico; las inocentes bolsas de té con su envoltorio de plástico, etiqueta de papel, grapa, bolsa en sí y materia orgánica interior son un nudo gordiano.  ¿Qué?. ¿Quién es el listo que se toma una infusión? Una tila, quizá. La caja de la pizza, pecio de urgencias nocturnas y pereza al cocinar, no va al contenedor de papel ¡No! Ese trocito de pepperoni se lo veta. Por mucho que rebañes, los platos de cartón, ya no son cartón. Si hay resto orgánico todo cambia. ¿una caja de bombones? que le digan a Forrest, pobre. Entre la caja de cartón, el envoltorio de plástico, el papel semi de plata envoltorio de cada pieza, algún bombón que nadie se comió, y ahí queda solitario, el típico con licor o una guinda dentro. ¿Cómo se tira eso a la basura? Normal que se regalen las cajas de bombones. Mejor eso que tomárselos en casa, le pasas a otro la patata caliente.

No digo yo que volvamos a hace 100 años, no, ni 50. Pero echo de menos ir guardando los vidrios, de vinos y botellines y dárselos a los chavales para que se ganen unas monedillas que a la vez les hacen conscientes de que eso no se tira. Echo de menos la bolsa del súper cambiando su función a bolsa de la basura, en algunos supermercados las agujerean para que no sean útiles a tal menester. Echo de menos esa falda hecha con las cortinas del salón, los pantalones que fueron mantel, o el zurcido y la codera en vez de tira eso que es más barato comprarte uno nuevo. Yo soy de poco tirar. Aun a riesgo de acercarme a Diógenes. 



10/08/2023

FALTA CARNE

En los chimpunes, al que organiza, cuando la reunión termina, le planea siempre la sensación de que se ha quedado corto. La temida pregunta de ¿Quién quiere repetir? y que no haya. ¿quiere usted reventar?. Al final piensa que ha faltado carne y el pan ha llegado de milagro, que la pipirrana ha sobrado porque no había con qué mojar. Además, el postre emulsionado con tomillo sabía raro, con lo que no ha hecho falta el cacharro de servir helados que había pedido a uno de los invitados. Se reúnen amigos que vienen de cerca y de lejos. Lo importante no es la comida ni la abundancia. Lo que importa es la compañía y la conversación. Aunque parece un lugar común, y por muy ricos que sean los manjares, es menester recordar lo que de verdad importa.
En este chispún en particular hay una comensal que es de Valladolid. No podía ser de otro sitio, tan natural, tan que a todo le encuentra explicación. Que no hay problema, que no se enfada. Es que los de Valladolid son buena gente. Muy buena. Ella se ha traído su café en un termo, es apañada, como corresponde. Lo que faltaba, no le has ofrecido café y se ha tenido que traer el suyo en el bolso. Ella se excusa y quita hierro al asunto, explica que le toca llevar el coche de vuelta, por eso sólo ha bebido agua.  Son 80km de viaje. En otras épocas hubiera sido pan comido. Ahora hay un respeto a la carretera y al vino. Todos nos hemos vuelto sensatos. Menos mal. Pero el café se lo ha traído hecho de casa. Eso queda.
La cena es en el jardín, es verano. Otra de las comensales ha desoído el parte meteorológico que asegura que a pesar de ser agosto las temperaturas caerían en picado esa  noche. Viene con sandalias porque se ha hecho las uñas de los pies y ¡antes muerta que sencilla!. Se pondrá un plumas, pero que se vean sus uñas azules. ¡Ole!.
El camino de los viajeros ha sido fruto de mucha chanza. A la vallisoletana no se le dan bien las glorietas. Hay que puntualizar en su favor que la glorieta en cuestión, en la que casi los embisten; es carne de cañón para los examinadores del carnet de conducir.  Con un enorme edificación romana en un costado, bajo cuyos arcos hace no tanto se circulaba, afluyen calles y callejuelas no equidistantes, carreteras nacionales, carril preferente de autobuses, cambios de rasante y accesos en ángulos más que agudos. La simetría y la armonía es la gran ausente. Incluso hay tramos cortos en la propia glorieta en la que el que está dentro pierde la preferencia, sin aviso previo. Más de un examinando le ha entregado las llaves al profesor y ha optado para siempre por el transporte público. ¡Que se lo digan a mi tía! O sea, que no cuenta el incidente de la rotonda. Todas las manos pasan por delante de las caras propias como si una mosca trataran de espantar. Eso sí, el viaje ha abierto un debate fundamental. Para algunos. ¿Por qué en los carteles indicadores de las autovía se escriben tantos pueblos y se omiten los puntos cardinales?. Es cierto que si tú sabes que vas al norte tanto te da una salida a Villatripas de Arriba o de Abajo. Que no sabes si es Castilla la Nueva, la Vieja, Castilla León o La Mancha. Norte o sur. Ese es el dilema. Ya le pasó a una prima mía, vallisoletana a la sazón, que dio varias vueltas a la M·30 porque quería irse a su tierra y tenía el mapa al revés, estirado de malas formas en el asiento del conductor. Eso fue antes del GPS y los navegadores. Buscaba por tanto la Nacional IV (malditos romanos), y cuando llegaba a la salida correspondiente se daba cuenta de que le mandaba para Andalucía: otra vuelta. Todo se hubiera resuelto con la Osa Mayor, brújula o indicador. Es en realidad una medida justa, porque no hay hueco en un cartel que satisfaga el prurito de todos, que no caben todos los pueblos y barrios, vaya. Nos quedamos sin gálibo.

Comenta el más elegante y animoso de la reunión, que no hace falta viajar para desorientarse, a él en alguna ocasión, dándole por guiri le han llevado a Ríos Rosas desde el retiro pasando por Guadalajara. Pericia de taxista. En ocasiones da la dirección completa, incluido el piso y la letra. El conductor, de malas pulgas, creyéndose burlado, le contesta: al séptimo se sube usted. Nunca sabremos si  del segundo piso se hubiera tratado cual hubiera sido la reacción. ¡Que tiene ascensor la casa! Mientras diserta, fabrica un cigarrillo de la risa, el ene, que en su despiste carga tanto que parece una guiosa, le falta tenedor para cerrar bien los bordes cual empanadilla de toda la vida. ¡Que nos gustan los nombrecitos!
Al dar las campanadas, el que vivió más allá de las fronteras, conociendo embajadores y expatriados, se calza un chaleco de esos apretaditos, dos tallas menos de lo ortodoxo, marca molla o tipazo. Según. No es que tenga frío, es por etiqueta. Ojo. Ante semejante respuesta el alborozo es inmenso. Todos brindan. Hace un frío que pela, especialmente sentido por las damas en sandalias, de perfecta manicura. Que no se diga. La elegancia es lo primero.
Brindando y brindando se discute el nuevo amor de la cantante ex mujer de futbolista, esa que desahoga sus afrentas en populares canciones de éxito millonario. Resulta que ahora anda de la mano de uno que sabe mucho de rapidillos. Así cualquiera. Rapidillo, que se lo digan al 33. La conversación no baja de intensidad, se cruzan ideas entre expertos en limpieza urbana y los de la casa propia. Que alguno es muy amito de la suya. "¿Sabéis que el 90 por ciento del polvo de una casa es piel humana?" Nadie era conocedor de tal dato.  Se brida de nuevo. Pero una concienzuda ciudadana de Castilla pregunta "¿aunque te exfolies?" No hay argumentos, es imbatible la pregunta. Merece otra cena, más brindis, cigarritos canelones. Se desvía la vergüenza del desconocimiento al recuerdo de una época muy lejana, en la que para hacernos los interesantes íbamos a oír conciertos de "jaz" a garitos llenos de humo donde se disimulaba el sueño y los bostezos en la oscuridad. La verdad es que el jaz es aburrido. Saltan los eruditos con nombres y recuerdos. Hasta las menciones producen pereza. 
De postre galletitas belgas, que las hace el fugado en el maletero del coche.

09/08/2023

BUENOS DÍAS ¿DÓNDE ESTA EL ALHAMBRA?

La foto corresponde a la Iglesia de San Andrés, sita en Segovia. Magnifica ciudad donde las haya. Que viva Segovia elegante. En la notoria plaza o plazuela de la Merced. Más conocida aún porque es el camino natural que recorre el turista accidental en su camino de la Catedral al Alcázar. 
La iglesia de San Andrés es casi toda románica y maravillosa, del torreón hay opiniones. Si quieres que te cuente, su pared redondeada era donde me estampaba cada vez que me prestaban las bicis mis primos. Casualmente las que yo llevaba no tenían frenos, ni pedal para atrás, ni nada. Que no funcionaban. Dale a la rueda con el pie. ¡Qué simpáticos! Antes de arriesgar a estamparme en el Alcázar optaba por frenar la bajada al castillo en San Andrés. Así disminuía un poco la velocidad para la siguiente cuesta y traqueteo. Que siguen adoquinadas las callejuelas.
En la Plaza de la Merced hay un jardín y en el jardín una fuente. Una fuente cuya lámina se hiela en los días de invierno. Y en esa lámina, hiciera frío o calor un enamorado escribía, para que se borrara después, el nombre de su amor perdido. Dibujar en el agua es más iluso aún que hacerlo en la orilla, como el que cantaba a María Isabel. El de la plaza de la Merced se ayudaba del cayado quizá, por la temperatura del agua, en verano y en invierno, que no invita al baño o la prueba, para recrear su nombre una y otra vez. Que era terminar y la mayúscula se había perdido. Eso es amor.
Pero me desvío. Estando yo sentada en el balcón de la casa de Don Victoriano, disfrutando del silencio de la mañana y del frescor del aire tempranero del verano, escucho las conversaciones de la calle "oiga, ¿Cómo se va al Alhambra?" Imagino el desconcierto del encuestado. O no. Igual está tan despistado como el que pregunta. Pero pienso, "angelito, de ¿Dónde vendrá esta pobre que a las nueve de la mañana ya baja por Daoiz dispuesta a visitar La Alhambra?" La imagino en un tour exprés de una semana. En su ruta están incluidas comidas en restaurantes acordados, que más que comer, engullen; la visita a Santiago y al Apóstol, catedrales castellanas varias, la muralla y yemas de Ávila, el acueducto de Segovia casi concluso, a falta de una piedra que dejó al diablo sin alma, la mixta Mezquita de Córdoba y en Granada, la Alhambra, claro. Llegará al Alcázar, castillo de cuento, que parece de mentira. No sé qué impresión se llevará del viaje.

08/08/2023

PUES A MI ME PARECE QUE LA REINA VA MUY CORTA

Es mundialmente conocido el nivel de tonificación de los brazos de nuestra reina con Z. Sí, le sienta estupendamente todo lo que se pone. Se lo curra la reina. Está cojonuda. No sé qué le parecerá a la panda de super feministas que de lo único que se hable cuando la reina aparece, con z, es de los modelos que luce y tan bien le sientan. Sus operaciones estéticas al margen. Dicho esto con el máximo respeto, que a mí me parece muy bien que se mate en el gimnasio y tome el sol cuanto le dé la gana. Faltaría más.



Lo que no, es que la reina que ha pasado el Ecuador de los años que va a cumplir, vaya con shorts vaqueros de paseo por Palma. Demasiado. Innecesario. ¿Que se los quiere poner en palacio?, allá penículas, pero no para salir en las fotos de portada de revista. Demasiado. Mal no le quedan, ¡ojo!. Pero no procede. Es la reina, pertenece a una institución. Igual que el emérito la cagaba cada vez que se escapaba de sus guardaespaldas a sus juergas porque su moto corría más que la de sus escoltas. ¡Qué simpático el Rey! No. El Rey no tiene que ser colega, ni emérito ni regente ni reinante. Es Rey. Punto. Si quiere ir en shorts que trabaje de reportera, que para eso estudió. 


El colmo es si le acompañan sus hijas vestidas de monjas, ya es de nota. Típica madre que se enorgullece de parecer hermana de sus hijas. NO. Mal está para las madres mundanas, pero las que son reinas...NO. Que parece que las tiene castigadas. Ella venga a lucir escote, rodillas, brazos al aire y las chavalas abrochadas hasta el último botón. No conozco niña de la edad de la princesa y hermana que vistan con tanto recato, esos vestidos bohemios, que a cualquiera que haya tenido hijas sabe que no se convence a una adolescente de vestir así ni bajo presión o soborno. Tapaditas hasta los tobillos. Por mucho que Lecturas diga que marcan tendencia. NO.  No me lo creo. Van hechas unas piltrafas. Rematan estilo con trabajadas melenas, peinados lisos acabados en difíciles ondas. Anulada su frescura. Todo tan medido, tan estudiado, tan difícil, tan artificial. No. Y la reina mientras, con coleta alta usando la goma de los espárragos. ¡Uy, qué mona, qué natural!. Serás reina e importante, pero eres madre, Z, y por delante de ti, van tus hijas. Flaco favor les haces. Mucho más natural la sobrina influencer, que despliega mal gusto y elecciones propias, patrocina marcas y descaro, pero se ajusta a su edad. O la hija del del balón mano, una chica normal, a pesar de los pesares, al menos en cuanto a aspecto.

Que no sabemos lo que hay dentro de esas cabecitas. Pobres. Lo importante de verdad es que estén preparadas, que sean chicas listas y tengan cintura para afrontar lo que se les viene encima. Reyes y reinas no han de caracterizarse mas que por su buen hacer. Que les puede tocar de todo, mediadores, conciliadores de partes, representantes al fin, de un pueblo. Y no les necesitamos para imitar sus costumbres o vestimentas. Refiérome a la ínclita Isabel, que no imagino mujer de edad alguna tratando de acomodar su armario inspirándose en el de la difunta reina. ¡Pues hala! A trabajar. Que un rey, vida privada, poca.


04/08/2023

MAMÁ, MAMÁ, MÍRAME


Mírame a mi mamá. 
¿Por qué vas a hablarme de lo listo que es Juan o lo bien que Felipe hace la voltereta?. Que los celos se inoculan mamá, no nací con ellos. No me digas tanto que me quieres y mírame todo el rato. No parpadees, que te lo vas a perder. Mírame lo valiente que soy. Sonríe y aplaude cuando lo consigo aunque parezca que me da vergüenza. Asústate cuando me subo al árbol, sin moverte y sin dejar de mirarme. Porque estás pendiente y porque lo voy a conseguir. En parte lo logro porque me estás mirando. En parte porque tu magia me hace valiente y subir más rápido y me cuida, y es por eso que no me hago daño. Mamá que tú eres mi red. Si estás ahí no me hace falta.

No te pases el día charlando con otros y de otros niños. Mira como subo al tobogán. ¡A que soy valiente!. No es que tenga celos de Fulano, que ya sé que es muy gracioso, es mi amigo. Que no me digas que te da pena porque no tiene padres. Céntrate mamá.  Que eres mi madre. Que en tu corazón enorme cabe que me quieras a mí y a todos mis hermanos y a todos mis compañeros.  Acepto. Pero mírame ahora a mí. Que estoy haciendo todo para que me veas.  No me mancho ni nada. He saltado del columpio sin caerme. Te lo has vuelto a perder.  Venga a hablar con la vecina. ¡Mamá!.  ¡Que estoy aquí! No me lleves a la compra ni a hacer grandes planes, solo quiero que me mires todo el rato. Porque así crezco.

No hagas caso a los que dicen que me achuchas demasiado. Cuanto más me achuches más claro siento lo importante que soy. Y luego sabré querer yo también.  Dame tantos besos que me dejes sordo, mamá.  Apriétame contra ti, contra tu tripa blanda para que yo note mi fuerza. Mamá tu eres mi refugio, mi casa, mi techo. No dejes de mirarme y hacerme sentir fuerte con esos ojos que tienes y esa sonrisa roca.


Defiéndeme siempre, aunque no tenga razón, pero no digas nada, a no ser que te lo pida sin hablar. Que tú sabes leer lo que pienso. Que tienes poderes para averiguar y saber. Solo quédate ahí, que yo sepa que estás de mi parte. Que cuando me dé la vuelta lo primero que me encuentre en el camino sea tu mirada. Porque eso me hace fuerte. Se me desempañan los ojos y con tu magia me curas el miedo. Y cuando sea mayor voy a sentir tus rayos y ya no me va a hacer falta que estés a mi lado y me digas que todo va a salir bien. Porque sabré que siempre estás a mi lado. Porque así me lo has hecho sentir. Que si no, me veo con barbas y a lo loco, pegado a tu falda, sin querer tomar más que tu sopa. Muerto de angustia y recelo por lo que habrá al otro lado del espejo.


03/08/2023

NO ES LO MISMO

En los orígenes, se nos castigó dos veces. La primera por culpa de una manzana, una serpiente y una ambiciosa mujer a la que nada le parecía bastante. Y un hombre, atontado, que la siguió. Todo hay que decirlo. Ahí perdimos El Paraíso. Que no es Disney Chanel, no son historias de bellezas que se besan bajo la luna. El Jardín del Edén era el Paraíso de verdad. Esos dos fueron culpables de que ganáramos el sueldo con el sudor de la frente y un montón de faenas más.

 

La otra fue la del lío de Babel. A modo de síntesis y sin pretender más erudición que la que aporta internet, otra vez por una desmedida ambición, el hombre en este caso él, la pifió. Parece que fue Moisés, de después de que casi se extingue la humanidad, pero gracias a Noé y a las parejas que albergó su arca ante la amenaza del diluvio. Resulta que unos descendientes del bueno de Noé  y supervivientes del diluvio, decidieron construir la Torre de Babel, con ambición de que fuera tan alta que llegara al cielo. Arquitectos e ingenieros fueron de nuevo castigados por su rebeldía haciendo el mismo Dios que empezaran cada uno de ellos a hablar una lengua distinta.

 

Dicho esto, ¿no tenemos bastante con lo que tenemos para no entendernos? El idioma inglés es mejor negocio que el de los piratas que fueron famosos en esas tierras. Ni turismo de sol o cultura da tanto caché como el de aprender idiomas. Hordas de chavales se desplazan a países angloparlantes con la aspiración del bilingüismo. El dorado es intocable, pues consiste tan solo en el dominio del idioma. Ese estado casi nirvánico que nos permite conversar con un británico sin la vergüenza del acento castellano, el canturreo italiano o las erres que son ges de los franceses. Orgullo de labia. Hasta tal punto llega la entrega que antes que saber sumar, hay que saber inglés. De ese modo se da la paradoja de que muchos ignorantes son bilingües y por eso pasan en los ranking de currículo a los simples médicos, abogados, ingenieros que no saben idiomas, pero en lo demás les dan cien vueltas. ¡Ah! Haber aprendido inglés. Que no digo yo que no sea importante, que no es. Sin perder el norte.

 

Eso sí. Mientras el mundo entero intenta aprender el idioma del otro medio, resulta que aquí en nuestra querida España, queremos traductores en el parlamento. ¡Amos no jodas! Es cierto que en el parlamento europeo hay más de 20 lenguas oficiales, pero es de Perogrullo, que las conversaciones sin traductor son las más fluidas (siempre que se domine un idioma común) Para trabajar allí, lo mejor homogeneizar. Pues nosotros, al revés, desaprende español hijo, hable usted gallego en el parlamento, hable valenciano, vasco, bable, catalán, murciano. Si más de la mitad de América se entiende en español, que no es siquiera castellano, nosotros, al revés. Ole.

 

Yo tengo un amigo cuyo hermano mayor se casó con una mujer que venía del país del sol naciente. Ante la proximidad del matrimonio, y que un nuevo miembro pasara a formar parte de la familia, mi amigo aprendió japonés, como forma de bienvenida a la cuñada. Se dio la circunstancia de que la segunda hermana se casó con un abogado español. Mi amigo acudió al casamiento. La tercera se esposó con un chino de la China-na-na. Y mi amigo se puso manos a la obra. Porque el chino y el japonés no es lo mismo. Habla chino y japonés. Su siguiente hermana se casó con un cubano. Ahí no hizo falta que tomara lecciones. Su melliza se embarcó hacia Italia donde comparte vida y amistades y encontró su mitad del rico cítrico. Aprendió italiano mi amigo. Ahora se ha sumado a sus aficiones la pasión por Farsi. Dicho y hecho, Mi amigo quiere entender las cosas y no hay mejor manera que hablar el idioma del otro.

 

Por si resulta difícil ponernos de acuerdo, pero no nos parece bastante, vamos a echarle un poco de picante. Un palo en la rueda. HALA. Que vive la ceremonia de la confusión. A ver si encontramos a un buen interprete y apaña una traducción.


01/08/2023

IMPOTENCIA O EN POTENCIA


En potencia quiere ir a todas partes. En realidad no va a ningún sitio a no ser que le arrastren. En potencia anda 15.000 pasos diarios y cada mañana nada en una piscina infinita mientras recuerda, piensa, y cuenta brazadas. En realidad escoge sin elegir una peli cualquiera y por no hablar con nadie, ni contesta el teléfono. Le ayuda el modo silencio en el que lo activa. Le sirve de excusa.  Dice si le preguntan, que no lo ha oído, sin mentir. Casi nadie se interesa ya de porqué no contesta las llamadas.  Tampoco es del todo verdad. Ha visto que llamaban y quién. A no ser que detecte una urgencia por insistencia o deshora, ni se inmuta. Tiene activado un sonido de emergencia por si lo imprescindible. Ante la persistencia desmedida, es capaz de contestar con un mensaje sobre su altísimo nivel de ocupación. Al final la gente se cansa, y el teléfono deja de sonar. No digamos el telefonillo.

En potencia está a régimen y se está poniendo estupendo (se está cuidando, está a plan, como se dice ahora, eufemismo tras eufemismo). En la realidad entretiene el tiempo libre en la sección de guarrerías del supermercado. Duda entre las Pringles y los cacahuetes con azúcar. Es concienzudo, eso sí, que si abre una bolsa almendras,  hasta que no se las acaba, no para. O unos picatostes. No se vayan a estropear. Y tira la bolsa. Que no se diga.

Está muy bien eso de la voluntad, pero hay que tenerla. Que por mucho que se levante a las 7 de la mañana, se enfrente a los papeles, que tiene examen mañana, sus tareas... Pueden pasar horas, hasta que llega la concentración bendita. Ha contado las moscas, las estrellas, los bultos del gotelé hasta encontrar recurrencia. Las flores del papel pintado le recuerdan a la casa de sus abuelos. Y se marcha a la infancia. Sigue en las nubes. Ya lo dijo Picasso, o Don Camilo, que la inspiración te pille trabajando, lo de que es un 90% sudoración y un 10 expiración. Hay que calentar la silla mucho, Y aun así no hay garantía. 

En potencia o impotencia. En medio queda la vida y la virtud del disfrute.

27/07/2023

NOTHING COMPARES TO YOU (2U)

No es solo lo que dice Sinead, es cómo. Que se desgañita, que casi grita. Que saca notas de donde no hay. Que desgarra el aire que la rodea. Que deja de respirar y se queda después con todo el aire. Que hace sangrar corazones helados. Que sube tan alto, arrastrando claves, trepando por las escalas, que la estratosfera misma tiembla, atraviesa lo etéreo. No es solo lo que dice. Jo. Se va pronto, queda su voz.

Su voz es de subir el volumen allá donde estés y que se rompan las ventanas si hace falta. Que se calle el silencio, que se apague el ruido. Vibra la vida y hoy cobra la muerte una tasa. Se va, y su voz se queda como regalo, como legado. Ella, de imagen inmaculada en origen. Se fue tatuando la piel y la cordura, torturada. Cabeza rala. Esos ojos de niña hambrienta. Más grandes que su cara. Una mirada limpia y amplia como el torrente que le sale cuando canta con una naturalidad que lo hace sencillo. Ocupa el alma entera. Y su mirada llena.

¡Qué pena Sinead!

En mi viaje has sido música de compañía, de silencio, de amor, de camino. Has estado en el fondo mucho tiempo, siempre, dando forma a un escenario. Ahora eres recuerdo.

De los que se van nos queda la memoria que les hace estar vivos y de ti, de ti nos queda tu voz que, aunque ya no estés, a través de ella no vas a morir nunca. Gracias por lo que dejas, porque nada es comparable contigo. Gracias.




27/06/2023

LA VIDA AMABLE

A veces los amigos expresan mejor que uno lo que tú  sientes. Eso, que no es nuevo, me ha vuelto a ocurrir hace poco "Me he dado cuenta que hasta ahora (aunque en ocasiones no lo viese) la vida ha sido amable conmigo y ya no …ya no volverá a ser nunca igual."

Esas palabras, salen de la boca de un amigo que está pasando el peor de sus trances. Que es el primero de otro, lo sabe, porque ya nada volverá a ser lo mismo. Es en las cosas en las que no podemos defendernos, donde nos damos cuenta de nuestra vulnerabilidad. Y de nuestra buena suerte. O de la amabilidad de la vida. Ese momento en que solo hay preguntas en tu cabeza ¿por qué? ¿Por qué tiene que suceder esto? ¿Qué he hecho mal o para merecerlo? ¿por qué a mí?, incluso; como si el hecho de que le sucediera a otro, fuera a mitigar el dolor, el horror, lo fuera a hacer más pequeño. Cuando se agolpan las preguntas sobre la injusticia, es el momento en que cambia la curva de la vida. Es el punto de inflexión.

El mío fue cuando murió padre. No era una niña, no, pero es que no hay edad para ser huérfano. Hasta entonces la vida también había sido amable conmigo. Y en ocasiones no lo vi. No fui agradecida. O no lo bastante. Todas las lágrimas anteriores, todas las heridas, fueron consecuencia de mis actos, de mi estupidez, de mi ignorancia, de mi arrogancia, de mi intrépida alegría, de no medir las consecuencias. Por ir sin frenos, contracorriente, me estampé mil veces. Por impaciente, cometí muchos errores. Por no hacer caso, por destacar, por soberbia, inseguridad, mil veces me caí y tengo las rodillas llenas de marcas, de costras antiguas. Pero tuve opción siempre, pude elegir, estuvo en mi mano rectificar. Hasta que ya no pude. Cuando murió padre. Ese fue el momento de combarse la vida. ¿Tuve pérdidas antes? sí, claro. Pero no disparates más allá de lo humano. Todo entraba en mi dimensión. La vida había sido amable conmigo. Me manejé hasta entonces en esa escala de dolor en la que uno se puede moverse, aunque la sienta inmensa. La subjetividad es egoísta y trastoca la percepción, te deja sin perspectiva.

Hasta que murió padre, mi padre, papá. Desde que él murió ya nada volvió a ser lo mismo. A partir de ahí perdí el control y los mandos de lo que en mi vida ocurría. La fuerza de un terremoto que altera el curso de los ríos, el dolor de una guerra se desató a mi alrededor y asoló mis bases y mi corazón.

Tenía y he tenido muchos amigos con otra suerte. Amigos con los que la vida no fue amable en absoluto. Una hermana que muere sin rebasar los años que se cuentan con las manos, casi recién hecha casi la primera  comunión. Con el corazón tan blanco, como decía Marías. Un padre que se va sin avisar, que se lo come la muerte en un instante. Primogénitos que pasaron a ser cabeza de familia sin ser casi mayores de edad. Maduraron de un chispazo. Accidentes horribles. Un marido traidor, una esposa borracha. Vidas rotas. Un hermano devorado por la droga, infeliz a pesar de su magia, un padre que te abandona. Ruinas, desahucios, enfermedades tempranas y arrasadoras. Mezquindad humana que envenena. Dolores que nadie entiende cómo, pero se soportan. Y que no dependen de uno.

Conmigo la vida había sido amable. Muy amable. Y no era consciente o al menos no lo suficientemente. Ahora siento que debía tener un ángel protector, de la guarda, que no dejaba que nada ni nadie me tocara, que me evitaba el dolor verdadero. Viví guarecida. Aunque yo eligiera en sentido contrario, por el carril de los malos, evité los peligros sin saberlo. No por inteligencia. Sólo el miedo me detenía. Quizá eran mis propios padres, mis ángeles guardianes. Ahora que lo pienso es lo único que cuadra. Con la discreción, con el amor, la constancia, el amor, que solo un padre puede dar, usaban su varita mágica conmigo. Y no dejaban quebrar la burbuja refugio que confeccionaron cuando nací.

A partir de la enfermedad que se llevó a padre, de su muerte, la amabilidad desapareció de golpe y porrazo. Es como si yo hubiera sido hasta entonces una niña mimada. Vivía en una cuya casa donde se seguían bebiendo botellines y no litronas. Ajena a la maldad, restricciones, miserias y avatares que la vida depara y centrada en el ombligo de una eterna inmadurez.

Por eso gracias, gracias a la vida, que ha sido amable conmigo