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13/09/2015

YA ES PRIMAVERA EN ECI

Año tras año los bandidos de El Corte Inglés nos quitan un mes, destrozan en final del verano a conveniencia. Nos roban el último tramo de las vacaciones, y en general, año tras año apuran a conveniencia el ocaso de las estaciones.

Un mes antes del equinocio ya empiezan con su cantinela de que "ya es primavera en el Corte Inglés". Hombre, no fastidies, estamos en pleno invierno. Nieva como en la vida. Estás planeando irte a esquiar el próximo fin de semana...duermes con edredón doble, se te pone colorada la nariz en casa incluso cuando te quedas frito viendo la tele. Y los cretinos del corte inglés decoran todas sus fachadas con flores, empapan los  carteles de abejas y margaritas, inundan la pantalla y la ondas con el arcoiris. Porque quieren robarte el final del invierno
 
Cada estación tiene su eslogan. El anuncio del final del verano es "La vuelta al cole". Este asalto es especialmente doloroso, de bandolero de camino de arena y polvo. Los niños, que están a sus anchas, sin horarios, después de pasar el calvario de  los intercambios de junio - julio (para que el padre resuma de un bilingüismo que él nunca logró), campamentos obligados, ahora están disfrutando su agosto. Se pasan el día zanganeando, entre la piscina y los juegos, en casa de sus amigos, organizando y desorganizando todo. Estiran los días como un bostezo. Y de pronto ven la fachada gigante del Corte Inglés con unos niños vestidos de invierno y sonrientes debajo del enorme cartel que anuncia lo que no querían ver. Que el verano se acaba y otra vez tienen que volver a la rutina, que habrá exámenes, libros, madrugones...Se les viene el mundo encima. ¿Cómo pueden sonreir esos niños vestidos algunos de uniforme de colegio británico y otros con ropa de adolescente mientras anuncian que en 1uince días se acabó lo bueno? No hay derecho

El final del otoño es el menos dañino de todos. A mediados de noviembre todo se vuelve rojo, se llena de acebos y árboles de navidad. Los días son cortos y las luces alegran las noches.  Al menos anuncia la Navidad, el descanso, los regalos y los reencuetros.

Pero en general se trata de un delito: ¿Y a ellos no les meten en la cárcel Por eso? Eso es robar. ¿Quién se queda con nuestro bien más preciado, por insultituible, que es el tiempo?.


03/09/2015

HACER LA COMPRA. MANERAS

Hay verdaderos profesionales de hacer la compra. Y luego están los que compran al lado de casa. ¿Quién compra mejor? Esa es una ecuación con muchas incógnitas. Tiene tantas soluciones como personas hay en el mundo.
El que compra en el súper de al lado de casa tiene su teoría: "Yo voy andando a comprar, conozco al carnicero, al pescadero, a la cajera. Es verdad que el pan vale1€ en vez de 0.55€, todo es un poco más caro, pero yo voy, hago mi compra y me la llevan cuando me viene bien, sin cobrarme, da igual que el importe no sea superior a 100€ o con qué tarjeta pague. No me gasto en aparcar, no tardo nada ni en ir ni tampoco allí, porque no hay mucha gente nunca. Si me gusta el tomare Hida o el paté Bolado y no lo tienen basta con que pregunte una vez por él, a la siguiente ya está en la estantería. Es un supermercado a medida, surtido de lo que compramos la gente del barrio. Y el horario el más amplio conocido.
El comprador por antonomasia es todo lo contario. Se entera de que hay una oferta de Pascual a 0.45€ en el Carrefour del Carraledo y allá que se va. Hace 25 km, compra 40 l de leche porque es el máximo permitido con la oferta, usa tarjeta del establecimiento, que le da puntos para la próxima y no aprovecha para comprar el aceite porque en DÍA lo venden hoy a 2.6€ el litro de virgen extra y va zumbado al que le pilla de camino, no vaya a ser que se acabe, tiene que aparcar en un parking porque es zona ORA y no encuentra sitio. Usa cupones que guarda de la última vez y no se olvida de que le pasen la tarjeta "¿tiene tarjeta DIA?" No es de los que la olvidan en casa. Y así sucesivamente, aprovecha siempre los 3x2 del Bodybell, los cupones descuento. Encadena ofertas con orgullo de comprar barato. Y es verdad.

¿Quién lo hace bien? Pues los dos. Pero ambos se sienten fatal cuando el otro argumenta sus motivos. El uno esgrimiendo que su tiempo vale más que lo que ahorra y que no soporta el coche y está agotado cuando llega a casa y el otro con su orgullo del ahorro y el esfuerzo que hace del que no pide cuentas a nadie. 

02/09/2015

LOS HIJOS. ALGUNOS TIPOS DE PADRES

Leí una vez un artículo (ahora se llamaría "post") sobre lo que piensan los "sin hijos" de los "con hijos" y viceversa. Lo recomiendo. Es muy divertido.
Pero también hay diferencia de unos padres a otros. Están los padres considerados fundamentalistas y los cojonudos. Los primeros no se despegan de sus hijos ni con agua caliente. En ocasiones por compensar lo que ellos no tuvieron, o que no les pareció suficiente. O simplemente consideran que a los niños hay que tratarlos así, a lametazos; como un león a su cría. Este tipo de padres suele ser considerado fundamentalista o pirado por los padres cojonudos.

Los padres cojonudos beben gin tonics en los chiringuitos del Retiro mientras sus hijos se despeñan por los toboganes y no se esnafran porque los fundamentalistas están ahí, al pie del cañón o del columpio en este caso evitando que tanto sus hijos como los de los cojonudos no se abran la cabeza.
 
Es mucho más guay ser cojonudo. Los hijos te adoran y no te odian como suele ocurrir cuando les dices que no. Porque no se lo dices. Tú estás genial con tu gin tonic y tu Marlbolo y lo más seguro es que los chavales sean buenos estudiantes y se casen estupendamente, vamos, tendrás suerte con ellos, serán cojonudos como tú. Como tú, que tienes tu tiempo, tu espacio.
 
Pero es que los padres fundamentalistas no pueden dejar de serlo. Si tienen un rato para estar con sus hijos allá que se van. Esto no significa que les quieran más o confíen menos en ellos. Es que no son capaces de hacerlo de otra manera. Si llevan a sus hijos a la piscina de un amigo, primo, se quedan (hablamos en este caso de chavales menores de 10 años). Son, como en el parque, los únicos padres, el resto: Cuidadoras y socorristas.

El nivel de angustia de los padres fundamentalistas es igual de alto que el de los cojonudos, pero eligen enfrentarse a él de otra manera. Permaneciendo lo mas cerca posible de los niños. Porque cuando están separados de ellos no dejan de pensar en lo que les puede pasar. Saben que tienen que soltar cuerda, que poco a poco las distancias son mayores y la respetan, pero celebran cada acercamiento y solo están tranquilos cuando están juntos.

 
No se elige ser fundamentalista en la paternidad, ni siquiera se sabe que se va a ser así, es algo que ocurre cuando ves a tu hijo, cuando aun no ha abierto los ojos; y que va asentándose a medida que los ves crecer. Pido paciencia a los padres cojonudos con los padres fundamentalistas.

¡QUÉ MORENA ESTÁS!

Se trata de un grito de guerra normalmente lanzado por mujeres llenas de envidia y mala idea a mujeres que han tomado el sol porque les ha dado la gana, porque estaban de vacaciones, porque les gusta, para estar guapas, porque sí. También pueden ser hombres con poca gracia o mala leche, mitad y mitad. En cualquier caso hay una retranca detrás y una mala cocción de las emociones. Están pensando: "¡qué guapa estás!" Pero no lo dicen." Da gusto verte", pero tampoco lo dicen. 
 
A la vez es un comentario que significa "estás desoficiada" "Como se nota que eres medio tonta y no se te ocurre nada mejor que hacer que tomar el sol". Tanto es así que ante el comentario "que morena" la respuesta fe la interpelada suele ser una excusa. Todo por no decir algo bonito, desprovisto de envidia.
 
Además con la historia de que el sol es malo se están inundando playas y piscinas de pamelas gigantes, que se suman a las cremas de protección total. Los pareos cubren los cuerpos que se quedan en sillas a la sombra salvo para zambullirse. Así parecen mucho más intelectuales "a mi es que no me gusta tomar el sol, prefiero leer, me aburre" dicen levantando la vista del "¡HOLA!", mientras la que está achicharrada a lo mejor está disfrutando de Camus.
 
Hay que abandonar los tópicos y ser un poquito más cariñososo, tener menos pelusa y disfrutar más de la vida. Es reconfortante decir algo bonito, querer a los demás y demostrárselo. No hace nada de daño, al revés.

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01/09/2015

SON BUENOS NIÑOS, SACAN BUENAS NOTAS

ME OPONGO. Con mayúsculas. Ser un buen niño no es ni sinónimo de sacar buenas notas, ni siquiera es condición necesaria tener buenas notas para ser bueno. Ni condición suficiente. En lenguaje "matematiquense" se podría decir, desde mi punto de vista, claro; que la afirmación "un niño/chaval es bueno si y sólo si tiene buenas calificaciones" es falsa. Y no me refiero sólo al colegio. Hago extensiva mi premisa a la universidad y a la vida laboral.


En la facultad todos hemos conocido gente que sacaba buenas notas. No siempre eran buenas personas. En particular recuerdo un amigo sordo que se sentaba al lado de los "fila cero" y alguno tapaba los apuntes para no dejarle copiar. El problema que tenía él era cuando se daba la vuelta el profesor para escribir en la pizarra y seguía hablando. Entonces él no podía leer sus labios. (Fue premio extraordinario y muchas cosas más después, a pesar de esos cretinos que eran "tan buenos niños").
 
Y en el trabajo? Lo equivalente a sacar buenas notas sería ser un buen profesional...o muy eficaz y ahí ya sí que sí que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Aunque la gente buena siempre es mejor como compañera, como subordinado, como jefe...que las malas personas, por muy eficaces que sean en su trabajo.


Es cierto que es propio de personas inteligentes la bondad, por tanto pueden ir ligadas bondad e inteligencia, pero en ningún caso está relacionado con las calificaciones escolares ser un buen niño.


Que por qué digo esto? Muy fácil. Hoy en día es frecuente oír a los padres decir de sus hijos,"es que son tan buenos niños, qué más da que salgan, cómo le voy a decir que no a que haga tal o cual cosa?" Y ése "son tan buenos niños" se refiere a las notas única y exclusivamente. A lo mejor quieren ver con 10 años "El Silencio de los Corderos". Que como le vas a decir que no? Pues diciéndoselo. Es una manera de cuidarle. Igual que le tienes que decir que no se tire a una piscina sin agua, que se ponga un jersey si hace frío, que no salga de casa sin avisar, que se peine, que se lave, que recoja su cuarto, que espere a sus hermanos, que les cuide, que coma todo lo que tiene el plato, que se levante y salude cuando llegue alguien, que no interrumpa conversaciones de adultos. QUE NO. Hay que decir que no.
 Pueden ser unos canallas, copiar, enredar a los demás para que hagan lo que no tiene que hacer, desobedecer, burlarse, maltratar a sus compañeros, decir tacos, blasfemar delante y detrás de los adultos... Pero es que "son tan buenos niños ". Y una porra! Esos niños que sacan tantos dieces a veces son buenos y a veces no, como todos. Algunos fuman a escondidas, otros beben o meten mano a las chicas cuando pueden o les levantan las faldas. Algunas chicas son ellas las que se remangan las faldas al salir de casa, se suben la camiseta para enseñar el ombligo. Eso no les hace peores ni mejores tampoco. Son niños, críos, chavales... Tienen sus defectos y sus virtudes.


Lo que los adultos debemos hacer por ellos es marcar las fronteras de lo que se puede y no se puede hacer. Debemos dibujar las lineas rojas que les ayuden a identificar un contorno en el que se quedarán o no. Pero tendrán una línea invisible que les dará mucha paz. Se la saltarán, se rebelarán... Esa es la manera de crecer.

Es como construir una presa, para que el agua embalse debe haber una "cerrada" y cuanto mejor sea, cuanto más definida esté, más sencillo será construir la presa. Y el agua quedará embalsada. No rebosará sin rumbo, salvo avenidas extraordinarias, salvo ocasiones.
 
En lenguaje "matematiquense" existen las "condiciones de contorno" imprescindibles para resolver algunos sistemas de ecuaciones (que me perdonen los matemáticos si esto no es del todo exacto). Debemos imponer esas condiciones de contorno. No es fácil ni para ellos ni para nosotros. Con el "pobrecito" no le hacemos ningún favor.