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02/09/2015

LOS HIJOS. ALGUNOS TIPOS DE PADRES

Leí una vez un artículo (ahora se llamaría "post") sobre lo que piensan los "sin hijos" de los "con hijos" y viceversa. Lo recomiendo. Es muy divertido.
Pero también hay diferencia de unos padres a otros. Están los padres considerados fundamentalistas y los cojonudos. Los primeros no se despegan de sus hijos ni con agua caliente. En ocasiones por compensar lo que ellos no tuvieron, o que no les pareció suficiente. O simplemente consideran que a los niños hay que tratarlos así, a lametazos; como un león a su cría. Este tipo de padres suele ser considerado fundamentalista o pirado por los padres cojonudos.

Los padres cojonudos beben gin tonics en los chiringuitos del Retiro mientras sus hijos se despeñan por los toboganes y no se esnafran porque los fundamentalistas están ahí, al pie del cañón o del columpio en este caso evitando que tanto sus hijos como los de los cojonudos no se abran la cabeza.
 
Es mucho más guay ser cojonudo. Los hijos te adoran y no te odian como suele ocurrir cuando les dices que no. Porque no se lo dices. Tú estás genial con tu gin tonic y tu Marlbolo y lo más seguro es que los chavales sean buenos estudiantes y se casen estupendamente, vamos, tendrás suerte con ellos, serán cojonudos como tú. Como tú, que tienes tu tiempo, tu espacio.
 
Pero es que los padres fundamentalistas no pueden dejar de serlo. Si tienen un rato para estar con sus hijos allá que se van. Esto no significa que les quieran más o confíen menos en ellos. Es que no son capaces de hacerlo de otra manera. Si llevan a sus hijos a la piscina de un amigo, primo, se quedan (hablamos en este caso de chavales menores de 10 años). Son, como en el parque, los únicos padres, el resto: Cuidadoras y socorristas.

El nivel de angustia de los padres fundamentalistas es igual de alto que el de los cojonudos, pero eligen enfrentarse a él de otra manera. Permaneciendo lo mas cerca posible de los niños. Porque cuando están separados de ellos no dejan de pensar en lo que les puede pasar. Saben que tienen que soltar cuerda, que poco a poco las distancias son mayores y la respetan, pero celebran cada acercamiento y solo están tranquilos cuando están juntos.

 
No se elige ser fundamentalista en la paternidad, ni siquiera se sabe que se va a ser así, es algo que ocurre cuando ves a tu hijo, cuando aun no ha abierto los ojos; y que va asentándose a medida que los ves crecer. Pido paciencia a los padres cojonudos con los padres fundamentalistas.

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