Hay verdaderos profesionales de hacer la compra. Y luego están los que compran al lado de casa. ¿Quién compra mejor? Esa es una ecuación con muchas incógnitas. Tiene tantas soluciones como personas hay en el mundo.
El que compra en el súper de al lado de casa tiene su teoría: "Yo voy andando a comprar, conozco al carnicero, al pescadero, a la cajera. Es verdad que el pan vale1€ en vez de 0.55€, todo es un poco más caro, pero yo voy, hago mi compra y me la llevan cuando me viene bien, sin cobrarme, da igual que el importe no sea superior a 100€ o con qué tarjeta pague. No me gasto en aparcar, no tardo nada ni en ir ni tampoco allí, porque no hay mucha gente nunca. Si me gusta el tomare Hida o el paté Bolado y no lo tienen basta con que pregunte una vez por él, a la siguiente ya está en la estantería. Es un supermercado a medida, surtido de lo que compramos la gente del barrio. Y el horario el más amplio conocido.

¿Quién lo hace bien? Pues los dos. Pero ambos se sienten fatal cuando el otro argumenta sus motivos. El uno esgrimiendo que su tiempo vale más que lo que ahorra y que no soporta el coche y está agotado cuando llega a casa y el otro con su orgullo del ahorro y el esfuerzo que hace del que no pide cuentas a nadie.
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