Ilustración Eduardo Mazariegos |
La desgracia que le ha ocurrido, que es la peor, no le da derecho a ser insolente, borde, despectivo. A despreciar a los demás como lo hace. En este caso ha sido Rober Moreno. Pero es que Luis Enrique siempre ha sido así. Lo que ha hecho mal Rober es contestar, porque se ha puesto a su altura. ¿Con qué derecho cuenta lo que ha contado? ¿De qué tipo de pureza se siente insuflado para hablar así de otro?
Lo que debería hacer la federación es echar a los dos. Pero sobretodo a Luis Enrique, por borde. Aunque fuera el mejor. Me da igual. Porque si no hay que mezclar las cosas, que se hubiera callado. Si yo jugara al fútbol, o a cualquier deporte, no querría a alguien así como entrenador. Es antideportivo. Contrario al espíritu de equipo. Un tío que es peor que Pedro Sánchez con su no es no. Anda a un palmo del suelo y no escucha, porque se siente en posesión de la verdad, sin admitir diálogo o contestación. Aunque parezca que conversa, lo que hace es callarse con la idea iluminada de que tiene razón y punto. Islas de insolentes que zarandean con injusticia absoluta la vida de otros. Que ponen en solfa y duda la integridad, la pureza, la honestidad, el trabajo, el honor o el amor, de otro, con oídos sordos. Monologan frases de impacto inmediato. Y las repiten en bucle a modo de slogan, en su burbuja fanática, hasta que se las creen de verdad. Se rodean de esbirros de asienten a todo entre miedo y admiración y se crecen en su montaña de soberbia.
Cuando se trata de personajes anónimos el dolor pasa desapercibido para el público, hay silentes que penan por las esquinas sin defensa ni derecho a réplica. Mudos e indefensos vagan por su purgatorio de incomprensión sin interlocutor ni micrófono. Pero este Luis Enrique es famoso, tipo Pedro el que cambió su colchón. Por equidistancia y justicia debo nombrar a José María Aznar, con su "váyase Sr. González" Icónico. ¿Quién se ha creído que es para llamar desleal a alguien en público y sin que pueda defenderse?. Las infamias son una mierda. Y esa ropa sucia hay que lavarla en casa. Me parece fatal que convoque a los medios para insultar al que fue su segundo. No sé si es verdad o no y eso solo le importa a Rober Moreno. Pero ya ha sembrado. Ya ha hecho dudar. Lo que sé es que éste ha sido súper discreto para los paganos del mítico deporte. Que no ha dado que hablar hasta que ha vuelto del duelo Luis Enrique. No le da derecho el dolor a la difamación. Porque esa mancha tarda mucho en borrarse.
¡Porras! ¿ estoy haciendo yo lo mismo? Curiosidad, el Luis Enrique de los Nikis, que en sus palabras "se tomaba muy a pecho el cultivo del barbecho", llegó a ser presidente de la nación. No digo más. Yo ahí lo dejo.
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