En tenis somos unos elegantes y no se aplueden los fallos de nadie y menos las dobles faltas. Aunque seas la novia del contrario. Eso solo puede pasar en Estados Unidos. Encima en Nueva York. La gran manzana que se supone cosmopolita y está invadida por guiris. La final del Abierto de Estados Unidos, no se queda atrás. ¡menudo escenario! En tenis se aplauden los golpes buenos, las jugadas maestras y si el tuyo lo hace mal, te aguantas no vitoreas porque ha ganado un punto a costa de que el otro ha mandado la bola a Parla. Si iba con mala idea y la falla, vale, pero otra cosa no. Estos americanos...aplaudiendo los fallos del pelirrojo: fatal.
En estas pistas Andy Roddick jugó y perdió en el 2006, había ganado en 2003. Desde el 06 ningún estadounidense había jugado una final en casa (por decirlo de alguna manera). Pero es que Sinner es el primer italiano que llega a una final en el abierto de Nueva York. Muchas novedades.
El italiano lo ha dado todo desde el primer juego, desde la primera bola. Taylor ha necesitado dos horas para calentar. Despues de 120 minutos muy largos y dos sets perdidos sin opciones, a pesar del resultado aparentemente parejo, ha empezado un poco de tensión y espectáculo. Mas allá, una pared pelirroja que lo devuelve todo.
Siendo más alto Fritz que Sinner no lo parece, Sinner ocupa la pista entera. Va a todo, parace que en su campo no hay huecos. No perdona una bola. Lucha cada punto como si fuera el último. Taylor tiene aspecto cansado, incluso levanta la raqueta en un gesto de "ni lo intento" . Tira la raqueta cuando se eqyibkvao algo bo le sale, es la máxima emocion que revela. Fritz le han llamado los comentaristas Taylor Swift, confundidos por la fama de ella que está en las gradas. Así como las novias de ambos tensitas. Mucho más discreta la del italiano. La yanqui sin parar de gritarle al pobre chaval. Para darle ánimos, claro.
Sin opciones ha estado el americano en dos horas, sin creérselo, como de prestado, sin sudar, sin mostrar ni alegría ni pena. Impasible al ademán. Claro, el 15 minutos no ha podido remontar. Muy bueno ese último cuarto de hora.
Pero el público mal. Hay que aplaudir los aciertos, los golpes mágicos. Esa subida a la Red imposible después de un saque a velocidad de multa de tráfico. Esa bola que entra de milagro, ese peloteo eterno que parece fácil desde fuera, pero te da una de esas bolas y te deja tuerto. Esa llegada in extremis, que casi se cae. Pero no se aplaude una bola que va fuera. Eso es muy feo. ¿Error forzado? No me vale. Si llega a estar Nole en la pista se monta la de San Quintín. Se habría enfadado con el público, con el juez de línea. Hubiera deleitado con gestos al honorable. Pero Sinner, ya lo he dicho más veces, no parece italiano, frío, estable, serio, implacable. Es verdad lo que dice Alex Corretja que se pone en modo frontón. Tiene un discurso homogéneo y correcto, es un chaval con más cabeza que pasión.
No ha sido un partido emocionante. Yo he esperado al final a ver si ponían los himnos y alguien soltaba alguna lágrima. Porque con el himno de Italia el estadio entra en resonancia. Pero ni eso. Los dos.jugadores muy correctos diciendo lo bien que habia jugado el otro. Unos caballeros. Sosos, sí, pero caballeros.
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