Un concierto en el Siroco siempre mola, es un planazo. En mi caso la última vez que había ido, se podía fumar, así es que casi no lo reconozco. El "puerta" le dice a la madre 'pero tu viniste ayer'. Y se lía, 'tu, usted, perdón'. Lo que hacen las canas. Tú, tu, tu.
Los Caciques han tocado en el Siroco este
finde. Que yo sepa tenían un disco. Les había ido a ver hace… ¿30 años?
Entonces no me sabía ni una canción. En esa época madrileña en que la todos
íbamos a los mismos sitios, en esa edad en que todo el mundo se conoce.
(supongo que los que tengan ahora esa edad pensarán "igual que
ahora") Pasaban esas cosas. Salías de casa sin haber quedado, llegabas al
bar de los Ginkases con una amiga, con tu hermana, con tu primo. Y acabas en el
Sol o en el Siroco con una panda de gente. Luis, Quique, Javier (X), Cali eran
amigos, amigos de amigos o conocidos o hermanos de alguien; y allá que fuimos.
Entre Culturales (catalizador o chispazo de la MOVIDA), ser sobrina de "la
Herrero", el BASE, el Estudio, Navacerrada, al final Madrid era una
especie de red en la que todos estábamos conectados. Era muy divertido.
Sobrevivimos de milagro. Pero era muy divertido. Éramos bastante libres. Con
nuestras restricciones. Pero libres, jóvenes y felices. No sé si en ese momento
fuimos del todo conscientes, yo creo que sí. Lo pasamos muy bien. Con nuestros
altibajos.
Cuando salí del Siroco entonces, recién
acabada la carrera, me prometí que no volvía a un concierto sin saberme las
canciones, por mucho que fueran amiguetes. Ayer me las sabía todas, menos una
por la que ofrecieron una caña al que la cantara. Eso no vale, no está en el
disco. Y la de Burning, vaya; versionaron a Antonio con el Sitio de mi recreo,
vale. Eso sí que no me lo esperaba. Y a los Brincos, dicen que destrozando una
canción. Por lo visto les confundían con ellos en su momento. Lo bueno de ser
más o menos coetáneos es que algunas letras no solo te las sabes si no que te
suenan de dónde puede venir la idea. Porque conoces a Mengano o a Futano, que
te han contado. Y muchas letras son tuyas, porque estabas por ahí, aunque no te
vieran.
Ayer en Siroco era salir de los Ginkases y
pasarte al Penta o al Delany’s, padres e hijos. Ole ole y ole la energía y el
buenrollismo que transmitieron. No sé en el escenario, pero el público se lo
pasó en grande. G con la cámara de fotógrafo oficial, J que tenía que haber
subido a cantar, M a base de tequila porque no engordan tanto como la cerveza,
S con su chica y su hermano, que es su fotocopia; estaban todos, o casi todos,
que no es lo mismo, pero es igual. El Pingüino se sabía todas las letras. Que
le vi dándolo todo. Vino gente de lejos solo para verles. Los tíos del novio volaron desde Bruselas para ocupar la primera fila. ¡Olé! Y sueño verte pasar….por la avenida principal por la baranda…
¡Había señoras con abanico! Jajajaja Bienvenido
el abanico, que fue de mano en mano como la falsa moneda por generosidad de la
dueña, otras con ventiladores portátiles. ¡Qué risa! En el Siroco. El chico de
atrás, bueno a lo mejor no es un chico, es un señor, presidente CEO de un
Banco, un despacho de abogados o una empresa del IBEX, está a punto de
desmayarse de calor y nos cuenta que en la playa ha visto en verano gente que llevaba
un collar con un ventilador. Daba cosa. Parecía un cinturón bomba.
Por supuesto pelos canos, barrigas
cerveceras, cuerpos redondeados, perlas y tintes, tonsuras a tutiplén y mucho
entusiasmo, de primera fila. A darlo todo. Brazos en alto y risas, ¡bravo!. Las mismas caras, los mismos corazones. Las mismas sonrisas. Porque cuando alguien sonríe, le ves.
Como tardaron tanto en arrancar, comentarios,
“no salen porque no se las saben, las canciones”; o: "Les da
vergüenza" En los bises, que casi no da tiempo a aplaudir para que
volvieran. Todos se conocen en el Siroco, aunque no se reconozcan. La gente
habla con el de al lado y sale un nexo que te conecta. Ya decía lo que me
sonabas. Los hijos, inconfundibles. Son los amigos de entonces.
"La calle del pez". Empezamos…"Por la baranda...no te quieres enterar,
cariño mío, de lo que yo a ti te quiero" Ambientazo.
"¿Por qué te sabes todas las
canciones?" Le dice una señora que iba con su amiga, (que debían pasar por
ahí) a una veinteañera. "Por mi madre" dice la chavala, y señala a la
mencionada. Un señor se dirige a la barra a repostar y va cantando desgañitado:
"Y puedes comprobar…compañía…De una
chica como ésta...de una chica como la mía..." Y se la canta a la
madre, que sonríe ante un botellín que hace de micrófono improvisado y desafinan juntos "tu mirada, y de
tus labios rojos" Jajaja. Un
barbudo le dice a la madre: Es que está es de Burning. Por eso. Ha visto que dejaba de saltar, la madre.
Cuando llegaron a la Sirenita, un chaval que
había ido con sus amigos, comparte micrófono con la hija y la madre se une. El
novio de la hija y la amiga de la hija son resilientes y sonríen. La hermana de
la madre sonríe también. Están como yo hace 30 años, no se saben las letras. ¡Qué faena!. Al acabar
el concierto el chico del micrófono imaginario le dice a la hija '¿Cómo dices
que se llamaba este grupo? ¡Son simpáticos!' Jajajaj.
En mi caso me sé todas las canciones porque
soy fan, me encantan. Y además se estropeó el CD del coche y ¿Cuál se quedó
dentro? Por la baranda. Así es que hemos hecho muchos
viajes dejándonos la voz y soltándolo todo con la música de los Caciques; que
es un buen conducto para el desahogo y para encontrar alegría, energía. Como dice
mi amiga L, cantar mola (especialmente si no te oye nadie, en mi caso)
La despedida con ya me ves. Épica. Que no se querían ir. Ni nosotros que se fueran.
Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves
Ya me ves, ya me ves
Llevo el ritmo con los pies
Y así en bucle… ya me ves. Tengo agujetas de
reírme, en los mofletes. Qué bien me lo he pasado.
Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves
Ya me ves, ya me ves
Llevo el ritmo con los pies
...........
Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves
Ya me ves, ya me ves
Llevo el ritmo con los pies
….
¡gracias! gracias D.
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