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21/09/2025

¡Y QUE VIVAN LOS CACIQUES!

Un concierto en el Siroco siempre mola, es un planazo. En mi caso la última vez que había ido, se podía fumar, así es que casi no lo reconozco. El "puerta" le dice a la madre 'pero tu viniste ayer'. Y se lía, 'tu, usted, perdón'. Lo que hacen las canas. Tú, tu, tu.

Los Caciques han tocado en el Siroco este finde. Que yo sepa tenían un disco. Les había ido a ver hace… ¿30 años? Entonces no me sabía ni una canción. En esa época madrileña en que la todos íbamos a los mismos sitios, en esa edad en que todo el mundo se conoce. (supongo que los que tengan ahora esa edad pensarán "igual que ahora") Pasaban esas cosas. Salías de casa sin haber quedado, llegabas al bar de los Ginkases con una amiga, con tu hermana, con tu primo. Y acabas en el Sol o en el Siroco con una panda de gente. Luis, Quique, Javier (X), Cali eran amigos, amigos de amigos o conocidos o hermanos de alguien; y allá que fuimos. Entre Culturales (catalizador o chispazo de la MOVIDA), ser sobrina de "la Herrero", el BASE, el Estudio, Navacerrada, al final Madrid era una especie de red en la que todos estábamos conectados. Era muy divertido. Sobrevivimos de milagro. Pero era muy divertido. Éramos bastante libres. Con nuestras restricciones. Pero libres, jóvenes y felices. No sé si en ese momento fuimos del todo conscientes, yo creo que sí. Lo pasamos muy bien. Con nuestros altibajos.

Cuando salí del Siroco entonces, recién acabada la carrera, me prometí que no volvía a un concierto sin saberme las canciones, por mucho que fueran amiguetes. Ayer me las sabía todas, menos una por la que ofrecieron una caña al que la cantara. Eso no vale, no está en el disco. Y la de Burning, vaya; versionaron a Antonio con el Sitio de mi recreo, vale. Eso sí que no me lo esperaba. Y a los Brincos, dicen que destrozando una canción. Por lo visto les confundían con ellos en su momento. Lo bueno de ser más o menos coetáneos es que algunas letras no solo te las sabes si no que te suenan de dónde puede venir la idea. Porque conoces a Mengano o a Futano, que te han contado. Y muchas letras son tuyas, porque estabas por ahí, aunque no te vieran.

Ayer en Siroco era salir de los Ginkases y pasarte al Penta o al Delany’s, padres e hijos. Ole ole y ole la energía y el buenrollismo que transmitieron. No sé en el escenario, pero el público se lo pasó en grande. G con la cámara de fotógrafo oficial, J que tenía que haber subido a cantar, M a base de tequila porque no engordan tanto como la cerveza, S con su chica y su hermano, que es su fotocopia; estaban todos, o casi todos, que no es lo mismo, pero es igual. El Pingüino se sabía todas las letras. Que le vi dándolo todo. Vino gente de lejos solo para verles. Los tíos del novio volaron desde Bruselas para ocupar la primera fila. ¡Olé! Y sueño verte pasar….por la avenida principal por la baranda…

 

¡Había señoras con abanico! Jajajaja Bienvenido el abanico, que fue de mano en mano como la falsa moneda por generosidad de la dueña, otras con ventiladores portátiles. ¡Qué risa! En el Siroco. El chico de atrás, bueno a lo mejor no es un chico, es un señor, presidente CEO de un Banco, un despacho de abogados o una empresa del IBEX, está a punto de desmayarse de calor y nos cuenta que en la playa ha visto en verano gente que llevaba un collar con un ventilador. Daba cosa. Parecía un cinturón bomba.

Por supuesto pelos canos, barrigas cerveceras, cuerpos redondeados, perlas y tintes, tonsuras a tutiplén y mucho entusiasmo, de primera fila. A darlo todo. Brazos en alto y risas, ¡bravo!. Las mismas caras, los mismos corazones. Las mismas sonrisas. Porque cuando alguien sonríe, le ves.

Como tardaron tanto en arrancar, comentarios, “no salen porque no se las saben, las canciones”; o: "Les da vergüenza" En los bises, que casi no da tiempo a aplaudir para que volvieran. Todos se conocen en el Siroco, aunque no se reconozcan. La gente habla con el de al lado y sale un nexo que te conecta. Ya decía lo que me sonabas. Los hijos, inconfundibles. Son los amigos de entonces.

"La calle del pez". Empezamos…"Por la baranda...no te quieres enterar, cariño mío, de lo que yo a ti te quiero" Ambientazo.

"¿Por qué te sabes todas las canciones?" Le dice una señora que iba con su amiga, (que debían pasar por ahí) a una veinteañera. "Por mi madre" dice la chavala, y señala a la mencionada. Un señor se dirige a la barra a repostar y va cantando desgañitado: "Y puedes comprobar…compañía…De una chica como ésta...de una chica como la mía..." Y se la canta a la madre, que sonríe ante un botellín que hace de micrófono improvisado y desafinan juntos "tu mirada, y de tus labios rojos" Jajaja.  Un barbudo le dice a la madre: Es que está es de Burning. Por eso.  Ha visto que dejaba de saltar, la madre.

Cuando llegaron a la Sirenita, un chaval que había ido con sus amigos, comparte micrófono con la hija y la madre se une. El novio de la hija y la amiga de la hija son resilientes y sonríen. La hermana de la madre sonríe también. Están como yo hace 30 años, no se saben las letras. ¡Qué faena!. Al acabar el concierto el chico del micrófono imaginario le dice a la hija '¿Cómo dices que se llamaba este grupo? ¡Son simpáticos!' Jajajaj.

En mi caso me sé todas las canciones porque soy fan, me encantan. Y además se estropeó el CD del coche y ¿Cuál se quedó dentro? Por la  baranda. Así es que hemos hecho muchos viajes dejándonos la voz y soltándolo todo con la música de los Caciques; que es un buen conducto para el desahogo y para encontrar alegría, energía. Como dice mi amiga L, cantar mola (especialmente si no te oye nadie, en mi caso)

La despedida con ya me ves. Épica. Que no se querían ir. Ni nosotros que se fueran.

Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves

Ya me ves, ya me ves

Llevo el ritmo con los pies

Y así en bucle… ya me ves. Tengo agujetas de reírme, en los mofletes. Qué bien me lo he pasado.

Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves

Ya me ves, ya me ves

Llevo el ritmo con los pies

...........

Y ahora ya me ves, ya me ves, ya me ves

Ya me ves, ya me ves

Llevo el ritmo con los pies

….

¡gracias! gracias D.

 


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