Van
a pensar que soy una pija, siempre mirando la indumentaria de los tenistas. Que
si son feas o bastas. Pues es que a mí me gusta el tenis, verlo. Acabo cansada
de verlo en la tele, con que si lo jugara no sé qué sería de mí. Me encantaba
verlo jugar a mis amigos en Nava, se ponían guapísimos siempre. De blanco con
sus polos. Los importante era la conversación y estar juntos. Tanto daba quien
ganara. Bueno, a ellos sí les importaría. No sé. El torneo de Bego, con
fiestuqui después; el de Doña Endrina, hoy Hacienda. Pobre Arcipreste que ya no
tiene a su amor cerca. En fin.
El
caso, que el que me haya leído ya sabe que a mí me gusta como visten en
Winbledon, punto. Pero pensaba yo que en Nueva York, estarían a la altura.
Negativo. Vamos a ver, ¿es marketing de Nike esa equipación?
Fueraparte está el juez de silla, que parece cansado, Taiiiiiiim, o canta fuera tres minutos después, que ha seguido el juego, puñetas. Y cada tanto hace un resumen cilla, a su bola, a su manera. La equipación de Nike es infumable, la de la sorpresa Canadiense y la del pelirrojo italiano. Que encima parece que se han hecho pipi o algo peor, que se marca el sudo en el pantalón en cuanto han empezado q jugar. Encima a Sinner se le han roto los cordones de las zapatillas. Mal. Y siendo pelirrojo Jannik, parece de broma el color calabaza oscuro con el que le han vestido. Por no hablar de el del canadiense de origen ruso israelí, ese azul azafata. Que parece un camillero. Al menos los de Nike proponen algo parecido a un polo. Mejor sin duda que la equipación de Nole. Que ya se basta él para ser oscuro, pues Lacoste propone un todo negro, salvo gran cocodrilo verde al pecho. No le favorece, además. Es oscuro él, a pesar de sus bromas y de hacer de la raqueta violín al terminar el partido. A pesar de la gracieta chulesca de llevarse el dedo índice a doblar su oreja para oir los aplausos. Zapatillas negras incluidas. El colmo de Nike se resume en Carlos. El murciano juega bien al tenis, pero adolece de gusto. Es una gracia que no tiene, un don que le falta. A él le han encasquetado una sin mangas color berenjena un día, rosa chicle otro. Que no se pierda. Yo así no me puedo concentrar. Con ese corte de pelo que se nos ha dado. Angelito. Con ese rapado te tienes que afeitar, alma de cántaro. Entre la equipación, la ausencia de pelo y la barba de dos días pareces un facineroso. Que no digo yo que no te vayas de juerga, que tienes que pasártelo bien, pero en la pista hay unas normas. Haz el favor. A Norrie no le ha salvado ni ser británico, con esa elegancia innata de los isleños. Llevaba una camiseta que le quedaba grande, blanca, un sí pero no. y no lo había visto todo aún, la camiseta de Munar, inenarrable. Es urgente marcar un dress code.
La configuración general, el decorado, de la pista tampoco me gusta. Esos colorines de las toallas, innecesarios. La equipación de los recogepelotas, a juego. Por cierto, ¡qué tensión el trabajo de estos chavales!. Siempre pendientes de la bola que rechaza el jugador. A saber con qué criterio. De si necesita otra. El anuncio de Rolex me parece una ordinariez. Y una sugerencia, ya que en la mayor parte del mundo se circula en km por hora, entiendo que no es complicado para los de IBM hacer el cambio de mph a km/h y viceversa, ir cambiando de pantalla, por no tenernos con la calculadora. Poca broma que la bola en los saques va a velocidad no permitida por carretera. 240km/h.
No
tiene nada que ver, pero Shapovalov, por cierto, ¿cuántos plátanos se ha comido
durante el partido? Es curioso el lío que hay en ese estadio neoyorquino. No
hay silencio. Luego dicen de los mediterráneos. Aquí no se oye una mosca y no
se levanta nadie a mitad de partidos. Con todo este rollo alguien se preguntará
si me gusta el tenis o los tenistas, o la moda, o el atrezo. Me flipa el tenis.
Pero me despisto con facilidad. En otra época me hubieran diagnosticado con algún
tipo de trastorno y no hubiera podido estudiar una carrear. Pobrecita. Además
es que me gusta la armonía y la belleza tanto en la mesa como en la pista.