Seguidores

29/08/2024

LES SOBRABABAN RÍOS

Les sobraban ríos a los urbanistas (que no urbanitas) y así nombraron las calles en el barrio del Viso. Si no, de qué con callecitas tan cortas se iban a llamar distinto a un a lado y otro de Serrano. Tan cortas, que algunas a lo mejor tienen cuatro números, cuatro viviendas. 

El Turia y el Cidacos, tras cruzar Concha Espina. El Turia nace en Teruel, pero es conocido por su estupenda desembocadura, donde un arquitecto e ingeniero hizo sus pinitos, en Valencia. Que Segre, pues Cinca. Pero es que Segre y Cinca confluyen en verdad, en la provincia de Lérida, en un paraje de gran riqueza natural. Que Arga, famoso por un puente de difícil construcción, donde un amigo sufrió los avatares de una cimbra que se vino abajo; al otro Jarama. Uno afluente del Ebro, el otro del Tajo. Sigue el Ebro en la margen izquierda y Pisuerga en la derecha. Aprovechando que pasa por Valladolid, este último. Con diéresis, por cierto. El Tajo sin compañero. Leizarán, donde la autovía, frente al Tormes. El Miño, solo. Cipreses dan la bienvenida a la entrada de esta callecita, donde se me agolpan recuerdos de infancia. En una casa abigarrada de libros hasta en las escaleras. El Oria y el Guadiana, que no desparece. El Nervión y el Tambre, por fin el Guadalquivir y de pronto: La República Argentina, sin avisar.  ¿Qué tiene que ver ese barrio de ríos con el Serrano que no está dedicada al jamón si no al general Francisco Serrano y Domínguez, I Duque de la Torre, figura relevante del Siglo XIX. Y con los de la blanquiazul? Estas son las paralelas que vienen siguiéndome por Serrano. Ríos largos, breves, caudalosos, afluentes los unos, o no. Seguro que existe un criterio. Solo conozco una persona que me lo podría explicar, era del barrio en su infancia. Hijo y nieto de arquitectos. Curioso e inquieto.

Gente elegante en el viso, eso es lo que se ve.  Embajadas y colegios bilingües. Edificios de estilo racionalista, rompedor en su momento, anterior a la guerra civil, ideados por Bergamín, hermano del poeta. Casas para gente sencilla. Cualquiera diría que lo que hoy es el Viso se diseñó como viviendas económicas, en su día. Líneas y ángulos rectos a excepción de los torreones circulares donde Bergamín se imaginaba leyendo poemas con el sol colándose travieso al atardecer.

Preparan las calles negros de color (alguno llega en limusina a una embajada) y mujeres uniformadas con vestidos de florecitas rosas y delantal blanco. Sin cofia. Pasean a los perros de esas familias que han decidido que al niño le viene muy bien tener mascota. Así asume responsabilidades y se ciñe a una disciplina. A las ocho de la mañana las responsabilidades se delegan en la criada. Porque el animalito, pis, tiene que hacer igual se levante o no el principito. La poda se hace a tiempo y las flores y los árboles lucen flamantes y discretos.

 

Desde República Argentina a María de Molina las manzanas pasan a ser enormes. Lo que entre el Hospital San Rafael y la plaza de los delfines era un barrio de poner sillas en la calle para charlar, se convierte en manzanas eternas que albergan casas palaciegas, no son los hotelitos racionalistas de la ribera. Quedan casi ocultas las magníficas edificaciones entre la arboleda. Los muros se vencen hacia la acera.

Siguen cambiando los nombres las calles a ambas márgenes. Empieza Carbonero y Sol, margen derecha.  Hasta llegar a María de Molina, quien fue reina consorte de Castilla entre los años 1284 y 1295 por su matrimonio con Sancho IV de Castilla. Juan de la Cierva, ingeniero e inventor del autogiro, frente a Jorge Manrique con sus coplas por la muerte de su padre, esquinan al Ramiro de Maeztu. Pablo Aranda frente a la iglesia de vuestra despedida, padre, madre, del Espíritu Santo. Oquendo frente al CSIC.

Pedro de Valdivia atraviesa por fin con osadía y alguna dificultad la calle Serrano. Aguanta la embestida don Pedro, militar y conquistador español de origen extremeño. Pedro no fue río, en cambio la calle discurre con sus meandros, disimulando pendientes, esquivando dificultades, hasta llegar al museo de Ciencias Naturales,  al trasdós de la Escuela de Industriales.

2 comentarios:

  1. ¡Ay Maria. Qué ganas me has dado de volver a los Madriles! A pasear en otoño y zambillirme en todas esas calles bañadas de rios y personajes que ahora se confunden con direciones de correos. Qué buen y demasiado corto ratito hemos pasado este verano, de pié, al sol mediterraneo con los pies a remojo de las rocas Javeanas. Hay que verse mas. Qué grande eres. Un abrazo fuerte. Jaime B.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Jaime. Es verdad que fue breve. Que pena. Un beso enorme

    ResponderEliminar