Seguidores

09/02/2024

POCO SE HABLA DEL TAPON

Poco se habla de los sutiles cambios que se van haciendo hueco en nuestra vida diaria. Se meten en lo cotidiano y el hombre obediente obvia la queja, se olvida, en el trajín de la vida. La transformación de los coches y todo tipo de vehículos, tanto externa como interna, cada vez más parecidos a lo que se imaginaban los escritores de novelas futuristas. El abandono del usted en casi todos los ámbitos. La vestimenta, en fin. De pronto te plantas en un mundo que no conoces.

Pero ¿A quién se le ha ocurrido lo del tapón del tetrabrik? Es que me parece de juzgado de guardia. Vamos a ver, una señora decía el otro día "mi cocina no es tan grande como para perder el tapón de la leche". Si es que se te cae. Si es por higiene, si se cae, se limpia. Más sucio y peligroso me parece que la leche al salir pueda tocar el borde del tapón, que ¡a saber dónde ha estado". Por no hablar de cerrar el tetrabrik, que no es de un solo uso. El encaje del tapón a la hora del cierre ya no es tan fácil, no encaja a la primera. Si la leche se colocara verticalmente en la nevera, en la puerta, el problema casi pasaría desapercibido, pero ¡ay de quien la tumba en los estantes! Si no ha hecho clic el tapón, el estropicio puede ser de órdago. Con lo mal que huele la leche.
Si ya tiene su misterio servir la leche sin que caigan gotas en la encimera, mesa o mantel, ya con el tapón, en un descuido, se organiza un lío morrocotudo. Hay que sujetar el tapón con el dedito, girarlo para que quede arriba y permita el vertido sin interrupciones. Todo comodidades en ese primer café. Menos mal que existen las jarritas de leche. Que yo soy muy propia. Y en caso de que no las hubiera, unas buenas tijeras y de vuelta al método tradicional de apertura. Un buen tijeretazo y se acabaron los problemas.
Será muy ecológico.  Será. Desde luego queda claro que el envase va a la misma bolsa que el tapón.  Por si había duda entre los fundamentalistas. Aunque haya estado en contacto con alimento, van a envases, no así el papel que tiene restos orgánicos.  Ese no va al papel. 

Ecologistas y ecólogos al margen, el asunto del taponcito me parece una locura.  Que no solo afecta a la leche. ¡Ojo!. Sírvanse Coca-Colas o bebidas espumosos con el taponcito colgando. No te arriendo la ganancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario