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04/12/2016

¿CUANTOS AGUJEROS SE TAPAN CON LA LOTERÍA DE NAVIDAD?

¿Qué es eso de tapar agujeros? ¿Lo importante es compartir? ¿Pero se puede saber de que estáis hablando? La lotería de Navidad, el 22 de diciembre, fecha para la que el común de los mortales de gasta la hijuela, firma papeles para dividir con amigos un décimo no vaya a ser que toque; compra en el bar donde desayuna, en el Banco que le cobra implacable la hipoteca. Compra en la charcutería y en la frutería, compra en el aeropuerto si va de viaje...Compra en la oficina, no vaya a ser que toque y al día siguiente esté yo solo en el trabajo. Todos los por si acaso se cubren en esa fecha. Nunca son suficientes. Siempre te queda alguno donde podías haber comprado porque pasabas por delante a diario. Como si haber comprado allí, donde tocó, te hubiera garantizado que tú ibas a elegir ese número en el abanico que exhiben tras el cristal. Si tú siempre dices 'el que toque' ó 'el que usted quiera' al lotero, tratando de poner en él una responsabilidad, que no te sientes capaz de asumir.
 
En Navidad te encargas de cubrir tus frentes. Y resulta que el mensaje publicitario es que lo importante es compartir. ¡No fastidies! Lo importante es que te toque. Hago un viaje hacia atrás. Me siento como con el juguete que has pedido a los Reyes y te han traído, un Scalextric que acabas de montar, los mandos con pilas, doble piso, puentes, zona de aparcamiento o el Nenuco pepón cubierto por sus sabanitas, en la  cuna rosa, recién dormido. Llega tu madre, o el adulto de turno  y dice que hay que compartir ¡Y una mierda! ¿Cómo va a ser compartir lo importante?. Este es mi bebé igual que este es mi décimo de lotería y mi mando. Me ha tocado a mi. Me lo han traído los Reyes porque me he portado bien no como el canalla de mi hermano que todo lo rompe y no le gustan los guisantes y se come los mocos.
 
Lo primero que te hacen compartir es a tus padres. Eso sí que es duro. Un buen amigo y casi un padre para mí, me contó por qué dejó de creer y fue por un asunto de compartir más o menos. De compartir a su madre. Después de compartir a tus padres, antes de aprender lo que es tu propio entorno y antes incluso de saber tus propios límites te enseñan a que otros pueden traspasarlos para compartir. Juguetes, cuarto, material escolar. Luego vendrán los apuntes, los amigos. Lo vas disfrazando con que se trata de intercambios. Empiezas a negociar. Porque no, no, no estamos preparados para compartir. Te puedo prestar esto porque es mío. Pero es mío. No me hagas un lío, hazme ese favor.
 
Y resulta que el día más mágico, que es el de la lotería, (casi como el día de Reyes) nos dan el argumento de cuando éramos niños. "Que lo importante es compartir". Y el colmo llega cuando se entrevista a los premiados, que utilizan siempre el dinero para tapar agujeros, como si fuera yeso o el encalado de la pared...¡NO!  Te ha tocado el gordo de Navidad, deja que la sangre corra por tus venas, grita, agárrate a ese número y sueña. Para eso compraste lotería, para cumplir un sueño, no para tapar agujeros. ¿Cuántos y de qué tamaño son los agujeros de los ganadores de la lotería?

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