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16/12/2016

YO QUIERO SER UNA CHICA MUSGO


Yo de mayor quiero ser mujer florero. ¡Qué cosas! Sin embargo yo siempre quise ser una chica Musgo. Esas chavalas de caderas estrechas, no muy altas ni muy bajitas, menudas: 1.65m es lo perfecto. Talla de zapato 37, ni pequeño ni pie hombruno. Pero ese tipo de mujer que se pone una 36 ajustada y tiene el culito respingón, y carnes, buena cara, no un tipo de anoréxica. Parece que no le cuesta porque come de todo. No está plana pero no es de tetas descomunales.. Áurea. El pelo suficientemente largo para que se le quede por delante. Pueden ser rubias o morenas. Se  tiñen. Se dejan canas o se ponen algunas mechas. Todo vale.
Muy femenina.
El vaquero le queda como cosido para ella y lleva tacones que no se ven bajo la ligera campana. Camisa de cuadros de leñador metida por dentro sin que se le note la barriga ni le haga bultos. Ó por fuera con camiseta blanca debajo impoluta, de algodón. Se cambia la camisa por un jersey de cuello alto negro y con un collar de perlas ya puede ir a una fiesta. Está estupenda. Y para un día de campo tiene la ropa perfecta, todo le estiliza. Viste colores alegres pero pardos en otoño y más intensos todavía que encienden la luz en el invierno.



 


Es la nuera ideal. Querida hasta por la suegra. Al suegro se le supone el afecto.  Es disfrutona. 
Tan femenina que es irresistible para su pareja. Muy femenina pero no frágil. Tan femenina que es un tesoro para su chico. Tan femenina y robusta a la vez. Sólida como una roca y sin difuminar, sin fisuras. Contorno nítido en cuerpo y alma. Flexible como un junco. Dulce y cariñosa y valiente. Divertida.

Es como cualquier chica sueña ser. La talla musgo, que tus pies sean tan finos como los de Cenicienta. Porque a ellas les encajan los zapatos de cristal. Pueden llevar tacón o zapato plano, deportivas o sandalias.  Ellas salen de la ducha con el pelo mojado y están perfectas. Se peinan con los dedos al salir del agua en la playa o la piscina. No les hace falta coleta para recogerse el pelo porque cuando se les seca al aire están estupendas. Y suma y sigue.
Son tan madrazas que sus hijos varones tienen el Edipo perfecto y se casan con tías estupendas, y las niñas sólo quieren ser como ella. Sonríen siempre. Y saben llorar. Son adorables. Las últimas en la fila de las necesidades. Pero son felices. Parecen iluminadas por un ser superior que las ayuda, les da la paz y el equilibrio para no estar nunca cansadas y siempre disponibles Yo de mayor quiero ser…no quiero ser mujer florero.

A falta de ser una chica musgo necesitamos fuerza las mortales para no envidiarlas y querer acogotarlas de pura envidia que nos entra por no ser como ellas.

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