Desde el respeto
profundo a la modernidad y al interiorismo, me declaro fan incondicional del
ascensor con espejo. ¿Qué es eso de un ascensor monocolor, monocapa, monógamo?
¿Qué es eso de un ascensor donde ni se ve la junta entre paredes y techo, a no ser
por la línea fina que esconde la iluminación? Ese ascensor donde todas las
paredes son iguales. Muy moderno. Acero inoxidable. Maravilla de la vida,
reflejos imposibles. Sin espejo para retocarse, para verte de cuerpo entero,
porque en los de casa no cabes, porque has salido pronto y no querías encender
la luz. Ese espejo que delata que no te has peinado, o un grano sorpresa en la
misma punta de tu enorme narizota. Ese espejo que te chiva que no eres el que
piensas. Ese espejo que te recuerda que tu talla no es la 38, 40, 42...por
mucho que te empeñes. Ese espejo que es el único que no puedes evitar. ¿Qué es
un ascensor sin espejo? Es más, el colmo del espejo es el doble o triple, que
te permite conocer partes de tu cuerpo solo visibles para terceros. Esa zona
donde el pelo clarea, tu nariz de perfil ¿Quién se reconoce de perfil? Mi padre
se confundió con su hermano una vez en un reflejo doble. La espalda vencida,
ese culete que ya no es.
Un elevador entre
pisos debe reunir algunas características para que cumpla los requisitos
mínimos que su función exige. Que no son solamente el transporte de individuos
entre el bajo y la planta 19. Para eso basta plataforma o montacargas y aquí paz
y después gloria. Un ascensor debe tener botones, dentro del habitáculo, sí,
dentro. El rollo ese de marcar fuera, en el hall, al piso al que quieres ir, no
es lo mismo. Casi diría que me gustaría volver al ascensorista. No todos los
automatismos son buenos. Y el uniformado, como el acomodador en los cines,
cumplía una importante misión. Gobernando los saludos, ayuda incondicional
frente a carritos y sillas de ruedas. Frenador de puertas con mala leche
intencionada. Gorra de plato, saludo por aquí, saludo por allá. No me hace
falta uniforme. Necesito el saludo, el buenos
días, comentarios de lluvia y calor. Personaje informado. Informante en
potencia ante eventos inesperados. Terremotos o asesinatos de portal oscuro.
Testigo anónimo. Rostro imperturbable a la sorpresa. Confidente secreto del
investigador e inspector jefe de policía. Ese vigilante en silencio que conoce
los entresijos del amor y del odio de la comunidad.
Reclamo el espejo y el
ascensorista en la intrínseca del ascensor, en la definición propia,
autenticidad mermada del trasporte sin los ingredientes que le dan razón de
ser. Aporte de humanidad a la rutina. Para eso, me voy por las escaleras. Y así, me acerco a los 10.000 pasos diarios, que entre unas cosas y otras me olvido de mis retos personales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario