Ahora todo el mundo habla
inglés. Pero no debemos perder el Norte. Han pasado años desde que Unamuno,
según dice la leyenda, pasó a dar una conferencia sobre Shakespeare en inglés
tras las risas que produjo su pronunciación a la española del nombre del padre
de Romeo. Según cuentan, la erudita audiencia de la universidad salmantina
enmudeció. Y no se enteró de nada. En primera persona debo contar que en
nuestro COU, en Miguel Ángel, el señor Sos fue quien nos refirió la anécdota al
pronunciar Nefton cuando habló del físico de la manzana y la gravedad. A pesar
de las carcajadas fue benevolente y no terminó su clase de geología en inglés.
Gracias a Dios. Mi abuela llamaba Unpri a Bogart. Es que la tontería de
pronunciar a medias bien los nombres guiris en realidad resulta de lo más
pretenciosa y ridícula. Intenta pronunciar Hitchcock o Edimburgo como lo hace
un inglés, tío listo. Y que te entiendan en la Pérfida.
En los 80 todos aprendíamos
inglés oyendo música. El disco azul de Dire Straits , Comuniqué, ¿quién no
intentó entender cada canción?. Confieso que yo me enganché con Les Boys, del
disco rojo. Making Movies. No sé si el significado de la canción estuvo a la
altura de mi imaginación. Cantábamos lo que nos daba la gana. Medio inventando
lo que suponíamos que decían nuestros Ídolos. Salvo los afortunados que
controlaban. Porque habían aprovechado los veranos en el sur de Inglaterra para
aprender inglés en vez de ligar.
Y luego estaban las
canciones que te inventabas del todo, o las que parecía que decían algo en
español. Las de Grease, por ejemplo: ai got yu, dermortiplaier... ¿qué porras
era eso?
Y Hotel California. ¿Has
releído y comprobado lo que dicen los Eagles? Nada que ver con lo que
interpretaste esa vez bailando lento. No bailando salsa en el Stela. Si no en uno de esos guateques en los que los que tenían discos los llevaban. Singles y LPs. Con miedo a perderlos. Un espabilado pinchaba y si había suerte con el equipo (dos pletinas, por ejemplo), el cambio de canción no implicaba un incómodo silencio.
Pero hace falta algo más
que hablar bien inglés. Es más importante tener algo que decir. Odio las
reuniones llenas de anglicismos absurdos. Si tenemos la palabra en español,
para qué sustituirla por una en inglés. No lo entiendo. Estoy con Unamuno y con
el Sos, aunque hablo peor ingles que ellos. Yo diría hasta los nombres propios
a la española.
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