Me doy cuenta de que voy a
hablar de la radio. Con la dificultad que se añade en nuestro mundo visual la
capacidad de llamar la atención sin una imagen, solo con la voz. Y es que hay
anuncios que parecen ideados por el enemigo. Por la competencia, en este caso.
Canalcar. ¿Quién ha
inventado ese martillo? Eso sí, en Canalcar te compran el coche. Me queda
claro. O los de Línea directa. Por Dios Matías, basta. Y ya el colmo es
"contrata la luz con Factor Energía, y no haremos más anuncios". Pues claro que
no vais a hacer más anuncios porque vais a desaparecer. Os van a desparecer por
pesados. Que si Fulanita puede hacer no sé qué (tortillas de patata, montar en
globo, leerse el Ulises) pero no tantas veces como Menganita porque no tiene la
luz contrata con F. E. no sé quién porque no tiene la luz contratada con F. E.
Son tan pesados que lo saben y nos recomiendan al final que contratemos con
ellos bajo la promesa de no hacer más anuncios. ¿Lo ves?
Sin embargo hay otros
súper. Por ejemplo: Los Fernández, que son muy amables. Es que yo quiero tener
alfombras solo para llevarlas a los Fernández en general Martínez Campos 29. A
mi, anuncio que hace el de Los Fernández, anuncio que me convence. Esa voz. Ese
mensaje: anodino, plano, de vecino del ascensor. De confianza. Una hipoteca,
una lavadora, lo que me diga. O los del día del padre y de la madre de este
año. Tele o radio. Buenísimos. Compensa. ¿Te has preguntado si ser padre o
madre compensa? Compensa. Se me ocurren un millón de situaciones más que las
que ellos plantean. Voy a comprar un cupón. ¡Ay! No, que no es de la ONCE. ¿Lo ves?
Muy buen anuncio pero no sé si es lotería nacional o Euromillón.
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