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27/03/2020

DOCTOR SIMON


Y dale con la tendencia. De verdad. Ya no es que usted, doctor, no lo explique bien. Lo hace estupendamente. Es que el destinatario de la información no se entera. Para que la comunicación sea posible, es menester que emisor y receptor conozcan los símbolos, que manejen el mismo idioma a la postre, que estén, en la medida de lo posible, en el mismo ancho de banda. 

El oyente vive en Salamanca y le pilla la rueda de prensa haciendo unas lentejas con la tele puesta, otro escucha la radio desde Jaca encogido porque además hace un frío que pela, o está en el campo y ya ha dado de comer a las gallinas y tiene, a las 12, medio día apañado, que luego en seguida se hace de noche. Y todos venga a lavarse las manos. Que nos salen heridas de tanto frotar. ¿Qué es mejor jabón que gel? Jabón usamos, aunque sea Lagarto. Sin contemplaciones. Con tal de que no nos pidan pasar a utilizar papel higiénico El Elefante, lo que haga falta. El que oye es disciplinado en nuestro estilo, somos gente muy obediente. Y usted, doctor, zurra y dale con las tendencias. Que si estamos llegando al pico, que si los indicios, los incrementos. ¿Pero qué es la tendencia? Eso se pregunta el conductor del 147, llegando al barrio del Pilar. O la cajera de UNIDE, que ha salido a fumar, con los cascos tapándole las orejas. O el abogado de KPMG, o el asesor Arturito, enfundado en un traje perfecto, aislado del entorno: air pods de moda; le toca turno, hoy tiene que ir a la torre. ¿Qué tendencia doctor? ¿Qué es la suavidad de la curva? ¿Es darle la vuelta, como dicen los de la Resistencia? ¿Cómo se puede dar la vuelta a una curva? ¿Retorciéndola? ¡Ay! Que me se me hace un nudo en el ombligo mismo, las asas intestinales se me retuercen.

Por favor, doctor, hable para todos. Usted entiende de enzimas y proteínas, sabe de glóbulos rojos y blancos. Las mates le vienen de refilón, los médicos son gente de ciencias a medias. Con respeto y con amor, son ustedes de letras, y explican a su manera humanística las estadísticas, las matemáticas. Y es que tienen poco de humano. No pasa nada, pero cuando habla de doblar la curva lo visualizo, y me imagino a un montón de forzudos con más músculo que Esautomátix, tirando de la curva hacia abajo, agarrados a ella como si fuera una rama de acero, les cuelgan los pies porque la rama se empina. No para de erguirse. Por favor, no hablen más de doblar la curva, ¿acaso podríamos llamar a Uri Geller que con su magia la doblegara?. Me agoto solo de ver la dichosa gráfica.

Mientras escucho, de cabeza voy sacando la pendiente por tramos, estoy entrando en resonancia. Resonancia. Rompan filas. Es complicado estudiar los datos, porque en España actualizan a una hora, una hora menos en Canarias, en EEUU medio día más, depende de si es el este o el oeste (lógico) y así todos.. En fin. Le  escucho, trato de seguirle y la sensación al oírle, doctor, es que intenta usted transmitir confianza, pero es que no le sale la voz y eso no ayuda. Parece que no le llega el aire. Encima, el otro día le preguntaron por lo que hacía al llegar a casa “caer rendido en la cama”. Déjese cuidar, doctor, por Dios.

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