Mírame a mi mamá. ¿Por qué vas a hablarme de lo listo que es Juan o lo bien que Felipe hace la voltereta?. Que los celos se inoculan mamá, no nací con ellos. No me digas tanto que me quieres y mírame todo el rato. No parpadees, que te lo vas a perder. Mírame lo valiente que soy. Sonríe y aplaude cuando lo consigo aunque parezca que me da vergüenza. Asústate cuando me subo al árbol, sin moverte y sin dejar de mirarme. Porque estás pendiente y porque lo voy a conseguir. En parte lo logro porque me estás mirando. En parte porque tu magia me hace valiente y subir más rápido y me cuida, y es por eso que no me hago daño. Mamá que tú eres mi red. Si estás ahí no me hace falta.
No te pases el día charlando con otros y de otros
niños. Mira como subo al tobogán. ¡A que soy valiente!. No es que tenga celos
de Fulano, que ya sé que es muy gracioso, es mi amigo. Que no me digas que te
da pena porque no tiene padres. Céntrate mamá.
Que eres mi madre. Que en tu corazón enorme cabe que me quieras a mí y a
todos mis hermanos y a todos mis compañeros.
Acepto. Pero mírame ahora a mí. Que estoy haciendo todo para que me
veas. No me mancho ni nada. He saltado
del columpio sin caerme. Te lo has vuelto a perder. Venga a hablar con la vecina. ¡Mamá!. ¡Que estoy aquí! No me lleves a la compra ni
a hacer grandes planes, solo quiero que me mires todo el rato. Porque así
crezco.
No hagas caso a los que dicen que me achuchas
demasiado. Cuanto más me achuches más claro siento lo importante que soy. Y
luego sabré querer yo también. Dame
tantos besos que me dejes sordo, mamá. Apriétame
contra ti, contra tu tripa blanda para que yo note mi fuerza. Mamá tu eres mi
refugio, mi casa, mi techo. No dejes de mirarme y hacerme sentir fuerte con
esos ojos que tienes y esa sonrisa roca.
Defiéndeme siempre, aunque no tenga razón, pero no
digas nada, a no ser que te lo pida sin hablar. Que tú sabes leer lo que pienso.
Que tienes poderes para averiguar y saber. Solo quédate ahí, que yo sepa que
estás de mi parte. Que cuando me dé la vuelta lo primero que me encuentre en el
camino sea tu mirada. Porque eso me hace fuerte. Se me desempañan los ojos y
con tu magia me curas el miedo. Y cuando sea mayor voy a sentir tus rayos y ya
no me va a hacer falta que estés a mi lado y me digas que todo va a salir bien.
Porque sabré que siempre estás a mi lado. Porque así me lo has hecho sentir. Que
si no, me veo con barbas y a lo loco, pegado a tu falda, sin querer tomar más
que tu sopa. Muerto de angustia y recelo por lo que habrá al otro lado del
espejo.
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