Es mundialmente conocido el nivel de tonificación de los brazos de nuestra reina con Z. Sí, le sienta estupendamente todo lo que se pone. Se lo curra la reina. Está cojonuda. No sé qué le parecerá a la panda de super feministas que de lo único que se hable cuando la reina aparece, con z, es de los modelos que luce y tan bien le sientan. Sus operaciones estéticas al margen. Dicho esto con el máximo respeto, que a mí me parece muy bien que se mate en el gimnasio y tome el sol cuanto le dé la gana. Faltaría más.
Lo que no, es que la reina que ha pasado el Ecuador de los años que va a cumplir, vaya con shorts vaqueros de paseo por Palma. Demasiado. Innecesario. ¿Que se los quiere poner en palacio?, allá penículas, pero no para salir en las fotos de portada de revista. Demasiado. Mal no le quedan, ¡ojo!. Pero no procede. Es la reina, pertenece a una institución. Igual que el emérito la cagaba cada vez que se escapaba de sus guardaespaldas a sus juergas porque su moto corría más que la de sus escoltas. ¡Qué simpático el Rey! No. El Rey no tiene que ser colega, ni emérito ni regente ni reinante. Es Rey. Punto. Si quiere ir en shorts que trabaje de reportera, que para eso estudió.
El colmo es si le acompañan sus hijas vestidas de monjas, ya es de nota. Típica madre que se enorgullece de parecer hermana de sus hijas. NO. Mal está para las madres mundanas, pero las que son reinas...NO. Que parece que las tiene castigadas. Ella venga a lucir escote, rodillas, brazos al aire y las chavalas abrochadas hasta el último botón. No conozco niña de la edad de la princesa y hermana que vistan con tanto recato, esos vestidos bohemios, que a cualquiera que haya tenido hijas sabe que no se convence a una adolescente de vestir así ni bajo presión o soborno. Tapaditas hasta los tobillos. Por mucho que Lecturas diga que marcan tendencia. NO. No me lo creo. Van hechas unas piltrafas. Rematan estilo con trabajadas melenas, peinados lisos acabados en difíciles ondas. Anulada su frescura. Todo tan medido, tan estudiado, tan difícil, tan artificial. No. Y la reina mientras, con coleta alta usando la goma de los espárragos. ¡Uy, qué mona, qué natural!. Serás reina e importante, pero eres madre, Z, y por delante de ti, van tus hijas. Flaco favor les haces. Mucho más natural la sobrina influencer, que despliega mal gusto y elecciones propias, patrocina marcas y descaro, pero se ajusta a su edad. O la hija del del balón mano, una chica normal, a pesar de los pesares, al menos en cuanto a aspecto.
Que no sabemos lo que hay dentro de esas cabecitas. Pobres. Lo importante de verdad es que estén preparadas, que sean chicas listas y tengan cintura para afrontar lo que se les viene encima. Reyes y reinas no han de caracterizarse mas que por su buen hacer. Que les puede tocar de todo, mediadores, conciliadores de partes, representantes al fin, de un pueblo. Y no les necesitamos para imitar sus costumbres o vestimentas. Refiérome a la ínclita Isabel, que no imagino mujer de edad alguna tratando de acomodar su armario inspirándose en el de la difunta reina. ¡Pues hala! A trabajar. Que un rey, vida privada, poca.
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