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22/08/2019

ME GUSTA EL MAR

Me gusta el mar. En verano y en invierno. Me da igual que haga frío o calor.  Que me pueda bañar o no. Me gusta el mar. Mirarlo, mirar el mar. Cómo cambia. Cómo rompen las olas. Buscarme. Me gusta el mar para enganchar en él los ojos en la distancia y me gusta el mar desde la orilla. Me gusta el mar desde siempre.  Y cuando tropecé contigo encajaron las piezas y entendí. Entendí el silencio, entendí la distancia y las idas y venidas de las olas. La inmensidad del océano. Inmenso como el fuego y el amor. Supe entonces lo que era el amor. Estaba allí.  Como tu. Como el mar.

 Y me gusta bañarme en el mar y flotar. Nadar. Los ojos abiertos y mojados.
 Y reír y reír y reir. Madrugadas sin ir a dormir. Me gusta el mar cuando hay olas enormes y cuando son pequeñas. O no las hay apenas, que son láminas remontándose. Correrlas. Saltarlas. Pasar por debajo o por encima. Desbaratarme en la espuma. Esperar en la orilla y que me mojen las olas que vienen y van. Hundorme en la arena. Me gusta porque se vacía el cuerpo de todo lo malo. Y la mente se llena de luz. El alma azul. Te limpia la piel y el corazón. Se esfuman las toxinas y los pecados.  Me gusta el mar. Mirando al mar, lloré.  Me gusta el mar porque si lloro no se me nota.  Me gustan los churretes que deja la sal en mi piel como los caminos de las lágrimas en mis mejillas. Mirando el mar.
Hay mares tranquilos y otros que no lo son tanto. Los mares abiertos. Los mares cerrados. Los oscuros y los transparentes. A todos los respeto.  Respeto su insistencia. Su coraje y su fuerza. Me encanta y admiro la contundencia del infinito. Me alucina. Las olas ue vienen y vuelven a venir. Distintas. Toman fuerza. Y otra ola y otra y otra..... ninguna es igual a la anterior. Revuelven el fondo algunas. Otras chocan contra las rocas artificiales o no. Se van y vuelven. Vienen atacando, elevadas, paredes de agua, se curvan en un arco que cierra y estalla en espuma.  Remontan la arena o las piedras, traen conchas, erizos, echan del mar todo lo que no es del mar. Espuma, lámina en avance hasta que ya no puede más. Y vuelve a por refuerzos. Tranquilo o agitado. El mar es un poco reflejo de cualquier alma. Al menos de la mía.
También me gusta cuando hay nubes y en vez de brillar, se refleja el cielo en las ondas, en el área crispada y oscura.

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