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13/02/2021

CHISTES DE INGENIEROS

 

Los de ciencias nunca pudimos ligar en igualdad de condiciones. Los temas que nos llenaban la cabeza, en caso de tener intención de sobrellevar el curso con dignidad, eran absolutamente tediosos. O pertenecientes en exclusiva al mundo de los friquis. Debo puntualizar que hay carreras de ciencias y carreras de ciencias. Me refiero aquí a los ingenieros. Y también hay ingenieros e ingenieros. Porque dentro de la ingeniería existe una rama que tiene un tinte humanístico y casi romántico, hablo por supuesto a los ingenieros de montes, tan escasos, y a los agrónomos, tan cercanos a lo cotidiano. Sí, un ingeniero de montes, además de haber estudiado en una facultad de cuento, un edificio precioso dentro de los mastodontes de la ciudad universitaria, (de esto no se salvan los de letras), con manteles de cuadros en la cafetería, facultad a la entrada de la cual se venden pinos en Navidad. Los ingenieros de montes conocen el corazón del bosque y ¿a qué inocente o malvado licenciado en filosofía y letras no le apasiona y apacigua ese misterio? Que levante la mano. Por otro lado, el ingeniero agrónomo tiene un carácter puramente humanitario, está pegado a la vida diaria, gestor de la tierra, sus frutos y los animales, organizador ilustre del campo, respetado por terratenientes, síntesis en fin de la evolución científica del agricultor, del ganadero. Resumen del progreso y concreción de la esencia de la manutención y la supervivencia humana. El arquitecto por supuesto es de letras. Científico de letras por excelencia, como el médico. Se encuentran ambos en la intersección del hombre con la tecnología. Afortunados ellos, que cabalgan con la esencia de la vida y la humanidad en la mochila de su saber.

Como digo, para la vida diaria, los peores, los ingenieros. Sumidos en formulaciones matemáticas infinitas, absortos por pizarras móviles y demostraciones imposibles, no les cabía nada más. Los muy listos, podían leer el periódico y alguna otra cosa, ver una peli, cultivarse en otra materia. La mayoría, el día que salían, durante la carrera, no tenían en la cabeza más que teoremas y formulaciones infinitas. Y yo me pregunto. ¿De qué te sirve todo eso en el día a día? De nada. Porque eres un bicho raro vayas donde vayas. No hay nada divertido ni interesante de lo que puedas hablar mientras te tomas un copazo a media luz en un bar. Cuando abres la boca, en general, se calla todo el mundo un momento, te observan con cariño y distancia a partes iguales. Si te quieren mucho, te dejan terminar con los ojos redondos, y sin solución de continuidad, cierran tus compuertas y como si no hubieras intervenido, la conversación y la risa vuelven a fluir.

Por eso me encantan los chistes de ingenieros, porque es lo único divertido de verdad que sale de esas carreras grises. El mejor es el de la fiesta de las integrales. Que le dice neperiano de equis a e elevado a equis, que está en solo en una esquina, sin hablar con nadie, "pero hombre, intégrate" y el pobre e elevado a equis, le contesta despeinado "¿para qué?, si me va a dar lo mismo".

A mi padre, de montes, le gustaban las historias. O a mí me gustan las historias que él contaba. Una buenísima era la de SEND + MORE=MONEY. Carta enviada a su padre por un universitario. Había que averiguar cuánto dinero pedía. O "necesito dinero para asíntotas". ¿En qué estaría pensando? También lo de "mamá prepara a papá que voy con las notas". Papá preparado, prepárate tú. Eso lo contaba mi exnovio, agrónomo. La época de los telegramas era genial en cuanto al ahorro de artículos. Lo que siempre me flipó es el STOP, que alguna bruja telegrafista contaba como cuatro letras, en vez de un punto.

Se abre el telón se ve una viga rota, ¿cómo se llama la película? “Atracción fatal”. No paro de reírme. Y ya el colmo es el fruto de la pandemia “por si a alguien se le ha olvidado lo que era un bar, unidad de presión, equivalente a 105 pascales (Pa), y a 0,987 atmósferas (atm)”. Con esos argumentos otro gallo hubiera cantado después de salir de clase de resistencia de materiales. Es que, con ese nombre ¿Qué se le puede pedir a una asignatura?


SEND 

4 comentarios:

  1. La vida misma de un ingeniero no romántico.
    Bastante identificada me encuentro.
    Me ha encantado María!!!! 🤗🤗

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  2. Lo más llamativo de la mayoría de los ingenieros/as, sea cual sea su especialidad, es cuando hablan de política, pasan de la izquierda a la derecha liberal a la velocidad de la luz. Son gente maravillosa, aprendes mucho con ellos/as, sobre todo en el tiempo de los postres, con el café y copa y de madrugada.

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  3. Qué ganas de esa Copa de madrugada. Hablando de lo que sea. Gracias. Vosotros sí que sois estupendoa

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