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14/08/2021

EL SENTIDO DE LA VIDA

Para mí el sentido de la vida es el amor. Love, love, love. El amor en sus facetas. El amor de familia, que es el primero y quizá el último que se siente; el amor de pareja que es cuna y cimiento de la nueva familia, el amor de amistad se llamaría transversal en estos tiempos modernos. Esa malla mullida donde caes cuando crees que el final ha llegado, el amor amortigua el dolor. Se intercambian papeles a veces, el hermano amigo, el primo amigo. No entiendo muchas más razones para vivir. No sé si existen.

Estamos aquí de paso, es por eso que la ambición, la codicia, el deseo desenfrenado de enriquecerse, de multiplicar fortuna; la esencia hedonista que sin pudor lucimos, siendo como es anecdótica nuestra propia existencia, resulta casi extravagante. La insignificancia que supone la vida de un hombre a escala global es un tema que no queremos debatir. Ni siquiera asuntos que parecen importantes, como las grandes discusiones internacionales, de cualquier categoría; el calentamiento global, como si este globito le importara al universo entero, ni siquiera el cambio climático o la destrucción completa del planeta Tierra alteraría un ápice el equilibrio completo del ancho espacio más allá de nuestra atmósfera.

Es una burla a las dimensiones del universo esta pretensión nuestra de inmortalidad. Es una pedorreta a la galaxia. ¡Ea! Porque la vida es solo ese rato que pasa entre el nacimiento y la muerte. Y a pesar de saberlo, a pesar de ser un dato no oculto, que no depende de la información a la que se tiene acceso, que no depende del rango social, de la condición, sexo, raza; que nos morimos, aunque parezca mentira, eso lo sabemos todos desde ese instante primero en que adquirimos consciencia de estar vivos, a pesar de todo, nos ponemos de lado como estampas denunciado jeroglífico y seguimos súper ocupados y liadísimos, cargados de egoísmo. Entonces ¿por qué? Somos la raza que domina al resto de las razas, animales y plantas están por debajo de nuestro yugo y decisión. Decide el hombre cuál es la especie en extinción a proteger para poder ser esquilmada cuando la reproducción sea suficiente. Se establecen modas alimenticias y se marcan tendencias en todos los aspectos de la vida humana con unos hilos que vete tú a saber quién maneja. Y de esa forma, ahora es bueno el pescado azul, ahora el AOVE (paleto en innecesario acrónimo para el buen aceite), salva tu juventud sin comer carne roja, duerme de lado, boca arriba, corre 20 minutos diarios, no lo hagas, nada, baila. Sucesiones de según. Según los intereses se va a por un camino u otro.

Se cree el hombre que en este tinglado que es el universo, es único y está por encima de todo, que es el mejor. Sí. Lo cree. Y es propio de cada uno de los mortales, por mucho y profundo que sea su nivel de reflexión. “Yo me hago preguntas. No quiero respuestas inmediatas”. Dice ese ser que tu y yo trajimos al mundo y que cada día me da más de lo que yo pude darle nunca. Estoy en deuda con ella desde hace años.

La transcendencia es lo que al cabo nos trae de coronilla. Lo transcendente. Y es que no somos transcendentes, ni importantes, ni valiosos, ni eminentes, ni esenciales, ni imprescindibles, no. Ninguno de nosotros. No somos más que una minúscula mota que se desvanece al cabo de los años y del que con suerte algunos tienen recuerdo. Pervive en la memoria de los supervivientes, que le hablan, le evocan y le traen a su presente. Mientras tanto, el sentido de la vida sólo puede ser el amor, que no se toca, que no suma, que es generoso, que no se compra, que no entiende de egoísmo. Y por eso es tan difícil para algunos seguir adelante. Yo misma tengo la suerte de haber disfrutado del amor, eso sentí. Para mí fue el amor verdadero, porque yo quise de verdad, quise tanto que sigo queriendo. Eso que dicen que hay que querer hasta que duela, yo no lo veía así. Pero sí duele. Mucho. Y sigo queriéndote. Ahora el amor maternal, fraternal y la amistad, dan sentido a este lapso entre nacer y morir que es mi vida. Tengo que dar las gracias a mucha gente muy buena que me aguanta. Soy consciente de mi suerte. Y los ángeles de la guarda que me custodian. 


2 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo. Te quiero mil, maestra. El amor es la única "herramienta" al alcance de todos para transcender solo a unos pocos. Pero qué pocos, ¡qué suerte he tenido contigo!

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