Seguidores

17/10/2020

EL AMOR, QUE EL ALMA LLENA

El amor no es obligatorio. Ni siquiera merecido. El amor es o no es. Tampoco sabe de justicia. No tiene propiedades mixtas. Dispone de interruptor, como la luz de tu cuarto. Se enciende o no. El término medio, como la casualidad, no existe. No hay grises.

El amor es un ser vivo. Nace, crece y muere. Se reproduce o se multiplica. Distinto es el asunto de la prole consecuencia del amor. Es cierto que, al amor con el tiempo, le van saliendo hojas de colores, flores cada vez más bonitas. Los tallos se hacen ramas, las ramas, troncos. Las raíces navegan y se reflejan en la copa. Sí requiere como ser vivo, ser alimentado para vivir. A veces no se sabe cómo darle de comer. Cómo atenderle. Entonces desfallecen algunos amores. Languidece el afecto sin solución. Unos necesitan agua; otros, vitaminas. Hay amores a los que les basta la luz para seguir latiendo. Pero hay amores que piden, que absorben, que demandan. La faena es cuando no se sabe qué darle. Se marchitan. No se adivina qué quiere. Qué necesita. Porqué se desmorona. Caen los naipes, blancos y negros, picas y corazones. Si un plato de judías o una sopita lo que le haría revivir ya no se adivina. Si un achuchón o un viaje al espacio. Supongo que es entonces cuando el amor no es. Cuando no está. Tanta complicación es incompatible con el amor. Esa atención nerviosa que requiere a veces el amor es incompatible con su propia esencia. La tensión y la angustia por captar la mirada y descifrarla, es contraria a su espíritu. La dificultad está ahí. En no saber cuándo ha muerto. Cuando no hay aliento ni masaje cardiaco que le devuelva el aire. No hay amores que matan si no amores que mueren. 

Durante la vida útil del amor, éste va tomando formas. La mejor y más bella es la del amor incondicional. Que no ciego. Hay quien confunde tales términos. Nada más lejos. El ciego es en este caso necio. Porque no es admisible la ceguera cuando se está enamorado. Cuando se quiere. Pablo, Santo, lo dice mejor que yo. El amor tolera, acepta, perdona. Eso no significa que no vea. Eso no significa esconder. Ha de haber aceptación en al amor, incluso resignación. La vida no es siempre como se sueña. Y el lunes es el día clave. Porque todo empieza otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario