No hay cosa más cateta que un olivo mal podado. ¿A quién se le ocurre? Deberían quitar el carné de ingeniero a más de uno. La poda de diseño del olivo es como construir un puente de Calatrava: un despropósito. Ya se puede empeñar el alcalde de tu pueblo en plantar un puente del suizo o un olivo con forma de ratón en una glorieta, la respuesta honesta deb ser no.
Es imprescindible hacer acopio de un mínimo de principios. Pero no de los que se cambian si no le gustan al contrario. Principios de los buenos. La dignidad está para algo. No para pasar sin saludar, no para ofenderse por bobadas. Ser digno es ponerse una vez rojo antes que ciento amarillo.
No me refiero con podar, a quitar los chupones del olivo. No. No me refiero a limpiarlo para que crezca alegre y sano. No. No me refiero a eso, si no al capricho del político de turno, que derrocha el presupuesto que maneja, en bobadas. Pero tonterías que se ven mucho. Y vaya si se ven. Como esos olivos pobrecitos, que ocupan glorietas, rotondas, redondas, o como quieran llamarlas, con sus centenarias copas, no digo ya podadas, quedan mermadas, capitidisminuidas, esculpidas al amparo de la inspiración o el gusto de algún paleto con ínfulas, ya sean figuras geométricas o cualquier otro sinsentido. Del noble tronco nace con dificultad un conjunto de ramas talladas ad hoc en forma de taburetes, esferas o ramilletes de caramelos. ¿Que tiene de malo la copa del olivo? Parecen caniches maltratados.
¿Que dirían ustedes, andaluces de Jaén? Aceituneros altivos. ¿De quién son esos olivos? No pertenecen a la perspectiva que advierte de la llegada de Despeñaperros. No son el horizonte que anuncia el inconfundible olor a aceite antes de ser virgen. No son olivos que forman lineas paralelas las mires de lado o de frente. No ocupan surcos iguales. No rellenan y dan forma a las laderas. No nos hacen entender el relieve. No.
Salpican como monumentos absurdos los cruces de caminos. Reivindico el olivo auténtico, bello en su crecimiento, longevo, retorcido su tronco, generoso en su fruto. Y digo no a los olivos Chupachups. Porque me parece una bobada, un disparate. ¡Ea!
Eso
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