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26/02/2022

LA ESENCIA ES LO QUE QUEDA

De pronto todo cambia... Lo que antes era crucial, se convierte en una solemne tontería. Esas preocupaciones que atormentan tu estómago en el día a día, se tornan livianos. Y es que lo importante, es lo que importa. Aunque parezca una tontería.

Creo que al final, lo que queda es la esencia. De mi madre, ¿qué me queda? Su esencia, su olor a pino, a bosque, donde se fundía con la propia esencia de mi padre. De mi madre me queda su resumen, su piel suave y su agudeza, que cabe solo en el olor, que se impregna en mi recuerdo. Mi padre.

Este desorden mundial, ¿qué es? Es el resumen de los egos. No importan las ideas ni las convicciones políticas, al final, el motor de cada uno es su esencia, su bondad, o maldad, el esqueleto mismo de su carácter. Por eso los grandes líderes lo fueron, porque les sale del fondo de su corazón, no actúan, es su manera íntima de ser, es su esencia. 

Este desorden mundial, este escenario de susto, solo lo entiendo con el carácter de cada uno de los líderes que abanderan las ideas. Por un lado un estratega, un señor convencido hasta la médula de lo que piensa, y actúa en consecuencia. Por otro una serie de personajes que van desde el líder al patán. 

En España nos entretenemos con corruptelas, ¡qué oportunidad para dar un carpetazo han tenido algunos! Esos hombres buenos, que han superado miserias, malos momentos, esos hombres (y mujeres, claro) que solo ven lo esencial, la energía que hay detrás de cada uno. Esa gente que no se da cuenta si llevas gafas o falda. Esos caballeros de fino espíritu que no se dan cuenta del cambio de peinado de su chica, porque siempre la ven igual de guapa. Que no ven la barba de su jefe porque solo escuchan lo que está dentro. Necesitamos fiarnos más del instinto, escuchar al animal que está dentro de nosotros, que es tierra, fuego, aire, fijarnos más en lo primitivo y dejar los fastos.

Pero ahí están los americanos, os recibimos con alegría, olé tu madre y olé tu tía. Los americanos actúan desde la distancia, mandan tropas, teledirigen el mundo. No hay guerra en suelo americano, desde que acabaron de pelearse entre ellos. Eso sí, mandan tropas a países que no saben dónde están. Y se sorprenden del dolor de sus soldados cuando vuelven. Los americanos, que creen en su sueño, no se mezclan con el dolor del soldado herido en el alma, el que volvió de Vietnam, el que volvió de Afganistán, ¿volverán de ese suelo permafrost? Oí decir el otro día que antes se rinde un europeo porque no tiene calefacción que un ruso por hambre. Es la esencia, lo auténtico, lo que queda cuando ya no queda nada, lo que nos diferencia. Y nos hemos alejado tanto de la realidad que se nos ha olvidado, vestidos de trapos de moda, bebidas esotéricas, satisfacción personal, en el trabajo y en el amor, que nos hemos olvidado de lo esencial.

Y lo esencial es lo único que queda. Es lo que de verdad tenemos al final del viaje, porque es nuestra brújula interior, tantas veces desconectada por el ruido. La esencia se tapa con la queja, el deseo, el enfado. La esencia, el jugo último que nos diferencia, es lo único que importa. Y aquí estamos envueltos en la miseria de las discusiones de superficie, embarullados en la forma y lo superfluo, sobre un suelo helado. Cuando llegue el deshielo, solo quedará la esencia. La nobleza de corazón, de ese corazón fundido de la golondrina que se quedó a pasar el invierno con el Príncipe Feliz.


22/02/2022

EL ODIO ES COMO LA ENTROPIA

El odio, como la entropía, o desorden del universo, aumenta siempre. No necesita cebo. El odio es como la entropía porque siempre crece. El odio no tiene tope. El odio aumenta como se hincha la envidia, igual que la cizaña atora el corazón herido del necio. El odio es feo y retorcido. El odio es veneno, el odio es malo. El odio es grotesco como un monstruo que sólo sale de noche.
El odio, camarero del demonio, alimenta distancias, engorda la pena. El odio no soluciona nada. Atasca las salidas. El odio afea conductas y agría la amistad. El odio excava a los pies del amor y descalza emociones, con tanto esfuerzo erigidas. El odio crea adicción, como la comida picante. El odio se alimenta a sí mismo, en los rincones oscuros, en las calles salida, entre la mala hierba y la bazofia. El odio no necesita conversación. El odio vive del silencio. El odio es amigo del ingrato, del ruin. El odio y la perfidia pasean por los acantilados del rencor. El odio mira de lejos, acecha cobarde. El odio es malo malísimo.
El odio no sirve nada más que para ponerse uno enfermo, para que se le haga bola todo, porque se te engancha al alma y no hay quién lo saque. Se enquista y expande, ponzoña que teje una cofia que es trampa donde la alegría no encuentra suelo en el que echar raíces.
No dejes que te odie, amor, que yo te he querido siempre. Que yo te quiero bien. No dejes que esto que siento, que es puro, que es de verdad, se torne negro y tormenta. No dejes que deje de quererte, amor. Que no quiero hacerlo. 

20/02/2022

TANTO MONTA


 Isabel y Pablo. ¿En qué nos hemos equivocado? Y no es el nombre, rey Fernando. Isabel no se cambió de camisa hasta que no recuperó para el cristianismo las tierras del Sur. Eso nos contaban para explicar lo taciturno y tenaz de su real carácter. Nuestra madrileña Isabel podía ser de Castilla. Eso sí, sin promesas que impliquen falta de higiene, y sin embargo iguales en la bravura..

La Presidenta es del "Madríz" y de Chamberí, del de verdad, del de vestirse de chulapa. Clavel en ristre, ensartado entre la oreja y los rizos, o en lo algo del moño. Tomar cañitas y arreglar el mundo en el bar de abajo. Nos guste o no, Isabel tiene cojones, con perdón. Con mentalidad del deportista, que si le dicen que corra, corre. Que cien flexiones, cien. Por lo que sé, tiene la virtud del escuchante. Y si no sabe, pregunta. Te guste o no, esa es la reina madrileña. Ha desbancado a la novia del torero. 

Pablo, que no es el rey Fernando, está a otra cosa. Cierto que heredó mucho marrón, pero a priori no dio la talla. Son Mariano era mucho, aunque le acusaran de holograma. Encima tenía a la chiquitita atenta, que no perdía ripio. Pero Pablo, que si había copiado en la carrera, máster, trabajo fin de curso. ¡Qué más da! Como si le hubiera tocado el carné de conducir en los bucanero. No hay que copiar si no sabes hacerlo. Si llevas chuletas no te pueden pillar. Pablo parece buen chico, sí, pero da esa sensación de poco curtido que no se le ha quitado ni dejándose una barba que no le pega nada. Quizá aconsejado por aumentar sus diferencias con Alberto y para demostrar edad y que no era imberbe, dejó de afeitarse. Sin éxito. No se puede ir siempre disfrazado. 

Y es que tienen enfrente señores, a los magos de Weberliplace. Carrasparra Cartapacio me disuelvo en el espacio. Es una temeridad querer ganar con artes que no se controlan, el favor de los tuyos. La habilidad en el manejo de la información y la prensa siempre ha estado en manos de otros. La izquierda española siempre ha sido más hábil, será por su pasado clandestino, se enteran de todo. Hasta de lo que no es. Será. Pero la derecha española, se dirime siempre entre su sentimiento de culpa y un complejo que les hace derivar al centro, donde no pertenecen. Ese querer ser modernos es absurdo, no se aceptan como son. Por eso crecen los extremos. Por esa aburrida disputa del centro. Soy apolítico es mejor que ser de centro. Déjense de bobadas. No se trata de ganar partidos, sino de defender principios e ideas. No se puede caer bien a todo el mundo. 

Aquí el único que no se despeina es el abogado del Estado. El sí que sabe. Mientras, la izquierda maneja los hilos en la recámara y se recrea ante el descalabro. Lo izquierda, que enarbola sin merecerlo más que otros, la bandera de la ética y la superioridad moral, debido quizá a conflictos ya caducos, y mientras, la derecha se desmembra guiada por el mismo diablo. Caen por el precipicio de la ineptitud y las miserias. Se deja guiar por los más bajos instintos, los más perversos. ¿Cómo se puede ser tan torpe? ¿A quién se le ocurre sacar los trapos sucios propios así? ¿Quien te ha aconsejado Pablo? ¿Qué cantos de sirena han llegado a las orillas de los azules? Por otro lado, ¿A quién se le ocurre hacer negocios siendo pariente del jefe? Por muy necesarios que fueran. No se trata de ser honrado, también hay que parecerlo. Nadie hace más daño que el que más te conoce cuando es envidioso, ambicioso y torpe. Cruz de navajas en Génova. Mientras tanto en Ferraz se ríen de Janeiro, se frotan las tibias, que si saunas y negocios plásticos, subvenciones, ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Gritan más fuerte. Se manejan. Para todo hay que valer. 

12/02/2022

EL MIR NEGATIVO


Me parece fatal que no hayan dejado ir al examen del MIR a los candidatos que han dado positivo en un test covid. ¡Hombre!, que habitilen un aula, ¡no fastidies!. Otra cosa es que estén enfermos, que no puedan ir. Pero un chaval que lleva un año estudiando como un cabrón, con perdón. Que no sale, que no está disfrutando de su divino tesoro porque tiene un objetivo, una idea. Los médicos van a ser quienes cuiden de nosotros, de los demás, quienes decidan nuestro tratamiento, los médicos son seres de otro planeta. Que juran en su profesión. ¿A quién se le ocurre, por un catarro, no dejar que se examinen?

Los estudiantes de medicina son los castigados del sistema. Es la medicina, según San Google, la ciencia de la salud dedicada a la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades, lesiones y problemas de salud de los seres humanos. Santa RAE dice lo resume como el Conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir. Me quedo con santa RAE, claro.

El médico es un ser superior, al que se le debe respeto y devoción. Estamos en sus manos, como en las del cocinero si es que no tenemos, cual César, un probador. Médico se nace. Un médico no se quita nunca la bata, ni cenando con amigos, ni como padre, ni como hijo, amigo. Un médico es médico siempre, un médico es como un padre, no se jubila hasta que se muere. Un médico sale del hospital y estudia, cierra la consulta y sigue trabajando, porque es algo más que una profesión. No imagino ninguna que requiera más vocación que esa. Pero la mierda de sistema que tenemos en España echa al traste todo. Entiendo que sea difícil acceder a la carrera, entiendo los filtros de entrada. Pero yo creo que debería haber un examen de acceso, específico para medicina. Porque los médicos de verdad se miden por otro baremo. No por tener buenas notas ya puedes ser médico. No. Cierto que hay que ser estudioso. Pero hacen falta muchas más cualidades. La famosa empatía, de la que muchos números uno no tienen porqué hacer gala. Y una dedicación completa, en cuerpo y alma, hacia el paciente. Eso no se ve en las calificaciones.

Por eso que un decreto, una normativa un boletín o lo que sea, impida a unos señores que ya han acabado una de las carreras más difíciles que hay, acceder al examen que va a marcar su vida, después de un sacrificio que solo ellos conocen, me parece que es solo signo de la ignorancia del que ha emitido esa misiva. Significa no valorar el esfuerzo. Significa no saber lo que es estudiar. Significa una ceguera de miras, una incomprensión, una estupidez sin límites. Los médicos, que se han puesto bolsas de basura en pleno verano porque no tenían equipos con los que protegerse del contagio. Los médicos, que han echado lejía en las mascarillas porque sólo tenían una a la semana. Los médicos que no han dejado de trabajar en estos dos años, que no se lo han planteado siquiera. Los médicos, tanto que les aplauden desde el balcón. Los médicos que se han despedido de nuestros muertos cuando nosotros estábamos en las puertas de los hospitales sin poder coger las manos de nuestros parientes moribundos. Ahí estaban ellos, sin manos para estrechar todas las que se iban. Los médicos. Y como resolución al modo de acceder a su examen, resuelven que los contagiados no pueden examinarse. Es una estupidez, es la traducción de aplicar la norma sin mirar, la tabla rasa. Es la falta de recursos para enfrentar problemas. Es la pereza por enfrentarse al conflicto. Es el miedo a equivocarse, al qué dirán. Es el reflejo de una sociedad enferma de verdad, enferma por dentro, de soberbia y estulticia y no de Covid. Una sociedad de cretinos, como decía Holden en el Guardián.

No lo he oído mucho en las noticias. Mucho Putin, mucho juegos de invierno, Ucrania, votos fallidos, días de radio, pero de los MIR ni hablamos. Menos aplausos y más coherencia. Habiliten un aula y dejen que se examinen los examinandos.

11/02/2022

REFRACTARIO


Refractario
, ¡qué vocablo! ¡magnífico palabro! Me gustaría saber qué piensan, pensarán o pensarían Arturo, MªÁngeles o Soledad, de tamaño adjetivo. Nuestros ilustres profesores del colegio, tan radicales, tan escépticos, tan maravillosos. ¿Qué diría Carlos Soria?. Esas mentes preclaras, rebeldes, cultivadas en tiempos de turbulencias varias. 

Refractario, refractaria, refractarie. ¿Se puede conjugar? Refractariando, yo refracto, tu refractas, él refracta. ¿Y nos sorprende que los chavales recurran a expresiones anodinas que les represente. Palabrejas medio inglesas medio qué. Y nos sorprende el abuso de tacos, lo sucia que tienen la boca de llamarse entre amigos cabrones y putas. Y nos sorprende el recorrido que le han dado a LOL (Laughing out loud, o Laugh out loud, osea, reírse a carcajadas, en alto ¿cómo te vas a reir? ¿Para dentro? Y nos sorprende que LOL sea cualquier cosa, de nuevo la indiscriminada polisemia; en función del lugar de la frase en el que se coloque, o la necesidad que se tenga de utilizarlo o no se le ocurra a uno nada más que decir. 

Refractario. Tiene gracia. Refractario. La palabra es preciosa. Da un poco de caché incluirla en tu discurso. Te sube un peldaño en la escalera de los culturetas. ¿Que no? Sí. No disimules. Mola. 

Refactario, obstinado, reacio, pertinaz, desobedienteDicho de una persona: Que rehúsa cumplir una promesa u obligación. Opuesto, rebelde a aceptar una idea, opinión o costumbre. Dicho de un material: Que resiste la acción del fuego sin alterarse. Que aprende cosas con dificultad.  MEDICINA Que es inmune a una determinada enfermedad.  Que se niega a cumplir una promesa o una obligación. 

Refractario es a mentiroso, tonto, cazurro, (según contexto) como tener la cabeza bien amueblada es a “listo, espabilado, un fenómeno”. Con esa dificultad que se ha puesto de moda de llamar a las cosas por su nombre, abusamos de retórica para nombrar lo elemental. Lo muy conocido como eufemismo se ha convertido en la manera y modo de comunicarnos. Quizá por no enfrentar, por no ofender, exceso de pundonor y escasez de franqueza. 

Refractario, ¡Arturo! Profesor donde lo hubiera, que cuando algún rezagado se entretenía en contestar, advertía con desespero: ¡nos van a dar las uvas de la ira!, para sorpresa y susto de un alumnado imberbe y adolescente. Arturo, que ante cualquier duda que uno pudiera tener, recomendaba la lectura escrupulosa y atenta de Axterix para entender la historia y la vida misma. Refractario, Mª Angeles, profesora disparatada y maravillosa de literatura, que lloraba al leer poesía, subido siempre a unas botas camperas y envuelta en sus propias faldas, pelo alborotado y corazón de plata, para estupor y vergüenza de un alumnado no preparado para resistir emociones de los adultos, que bastante tenía con lidiar con las propias.

Refractario. ¡Madre mía! Y nos quejamos de "tipo" y de "en plan" Tachándolos de denostados y huecos; en cambio, cómo es de distinguido colar un "refractario" como si te saliera natural, en una charla de amigos. Este sí que sabe. No se te ha escapado, mono, nos lo has metido a propósito. ¡Bueno eres tú para dejar nada al azar! 

Y crush, ¿Qué significa? ¿Amor platónico?.¿Me hace tilín?, al paredón de los milagros. Que venga refractario, mentiroso, delincuente, canalla. Porque se puede ser refractario a abandonar un puesto de poder, refractario a entender un discurso elemental.  Refractario es despectivo, para mí. Es como procastinar, que no es otra cosa que ser vago, no hacer hoy lo que puedas dejar para mañana. ¿Y si se resuelve solo? ¿Y si no hay que hacer nada? Oye. Nunca se sabe. Refractario a enterarse, refractario a asumir. Si es que todo es lo mismo. En plan, refractario.

Refractario. O ser un hater, el que odia o aborrece. ¿? Yo soy refractaria al hate. Y nos extrañamos del uso de random, en teoría algo aleatorio,  o que ocurre por o al azar, sin un sentido en particular. Random es todo. Es muy random. ¿? ¿Puede un suceso ser muy aleatorio? Yo diría que no, aleatorio es binario, sí o no. Sin escalas. Así que muy random, súper random, en plan random, sinceramente soy refractaria a comprender su significado. Estoy  a punto de declararse refractaria en términos generales, signifique eso lo que signifique. 


10/02/2022

HASTA QUE NO PUEDA RESPIRAR

Abrázame hasta que se me recoloquen las costillas. Abrázame y hazme sentir calentita entre tu cuerpo enorme. Abrázame hasta que tenga que sacar la cabeza de tu olor para que mi naricilla pueda coger aire. Abrázame y dime que todo va a salir bien. Abrázame. 

Abrázame y deja que me acurruque en tus carnes blandas. Eres mejor que mi almohada. Mejor que los cojines del sofá. Deja que me quede aquí mucho rato. Hasta que me duerma. Que tengo miedo. Que si se hace de noche y no estás a mi lado, no sé qué va a pasar. Hay sombras en la oscuridad, sombras que se mueven cuando estoy sola.

Abrázame fuerte y quédate a mi lado mucho rato. Que se nos junte la respiración y no diferencie la tuya de la mía. Que sea como si no estás, pero estás, porque somos una. Igual que cuando aún no había nacido, que íbamos juntas a todas partes. Quédate conmigo, deja que te huela, que tú pelo largo me haga cosquillas y me despierte cuando el sueño me venza. Abrázame muy fuerte, que note que no te vas, no dejes de apretar, aunque tú también te duermas. Y si te duermes, no te vayas en medio de la noche. Abrázame mamá, que tengo mucho frío, se me ha metido por dentro y no se quiere marchar. Abrázame, que soy pequeña, aunque digan que no. Abrázame que no quiero ser mayor. Abrázame todo el rato. Ponte aquí, a mi lado, que te dejo sitio. Espachúrrame un poquito, por favor. No te vayas.


09/02/2022

MIL CAMPANAS SUENAN EN MI CORAZÓN

En casa no teníamos reloj de cocina, en casa no había reloj de pared, para saber la hora nos bastaba la campana de la iglesia. Las campanadas. Detrás, en los días claros, las montañas. No dejaban de sonar de noche, no, se dejaban de oír con el paso del tiempo y la conversación, nunca era una molestia, pero se echaban de menos si faltaban. Daban ritmo a la oscuridad, a volver al abrazo. Mi abuela no podía dormir sin oír el cierre de la Baldomera. Yo echo de menos el significado de esas campanadas, que nos acompañaron y marcaban el ritmo de los días. 
Siempre soñé que un día celebraríamos la Nochevieja en casa. Sería un fin de año frío y seco. De cielo impoluto. O no. Con familia o amigos, solos. A eso de menos cuarto saldríamos a la terraza, calentito el humor y el cuerpo por el vino, a tomarnos las uvas. Cada uno con su copita llena de sus doce tesoros, sus doce sueños, doce deseos, doce besos. Nos habría avisado el sonido de las tres campanadas de y cuarenta y cinco. Entonces, apresurados o con calma, nos abrigaríamos y saldríamos a la terraza. Expectantes esperaríamos las cuatro campanadas y después las doce. Confiaríamos en que ralentizaran un poco el sonar, por consideración. Y habríamos brindado por el año nuevo. Achuchones y buenos propósitos. Un pitillo. 

Lo mejor de nuestra casa no era la terraza, lo mejor de nuestra casa era que teníamos las puertas abiertas. Lo mejor de nuestra casa es que era un hogar, un hogar sin lumbre, pero hogar, con rincones propios. Un hogar chiquitito, pero nuestro. Lo mejor de nuestra casa era estar juntos. Lo mejor de nuestra casa es que siempre había amigos comiendo, cenando, por muy pequeña que fuera, nos apañábamos, no tenía importancia. Lo mejor de nuestra casa era estar solos, o rodeados de parientes. Lo mejor de nuestra casa, de muebles heredados, paredes amarillas y puertas verdes, era el calor que se sentía al entrar. El olor a plancha o a un nuevo guiso. Lo mejor de nuestra casa era la esencia. 

Desde nuestra terraza se veían las estrellas, todas. Desde nuestra casa, en pleno centro de una ciudad sin mar, éste se avistaba en el horizonte al atardecer, incluso era sencillo ver los barquitos salir o volver de faenar.  a la terraza salíamos a dormir si el calor nos animaba, sin miedo al raso ni a la curiosidad de pilotos o aves. Sin miedo al amanecer. 

Lo mejor de nuestra casa no era esa cocina de suelo segoviano, por lo frío y por ser una pizarra de Bernardos, muebles de madera de Valsain, tiradores sonoros hechos cortando un palo de una escoba, y un poco de cuerda. Una cocina en la que no era necesario encender la luz, los enormes cristales, en su día llorones de condensación, que secábamos con toallas, dejaban entrar todo el azul del día. No teníamos reloj de cocina, porque con solo levantar la vista ahí estaba, el reloj de las Salesas, dando la hora.

Lo mejor de nuestra casa era la música, que se oía desde todas partes. Lo mejor de nuestra casa era la luz. Lo mejor de nuestra casa éramos nosotros. Mil campanas suenan en mi corazón, ¡qué difícil es pedir perdón!.

08/02/2022

A MI YA SOLO ME ESCRIBE AMAZON


Salvo afectuosas felicitaciones de Navidad y puntuales ídem de cumpleaños; esas, que con esmero imagino personaliza un atento trabajador. Salvo éstas, con remite de un conocido centro comercial o el Banco que nos aguanta la hipoteca. Llegan sin sello, tan solo estampado una fecha y el origen. Salvo, por supuesto alguna factura rebelde; a mi ya solo me escribe Amazon.

Con lo bonito que es recibir cartas, o lo triste. ¡qué tiempos aquellos! ¡Ay! cualquiera tiempo pasado fue mejor. ¡Qué mérito! Qué mérito tenía ese esfuerzo por condensar en unas letras, aquí te mando unas letras; lo que a uno le pasa en el día a día. Que no es nada y es todo. Porque ¿qué es lo importante? Lo importante es amar. Lo importante es el gesto, que en la distancia se pierde, lo importante el detalle, lo importante esa lágrima, que recoges con tus dedos torpes, para cuidar mi rostro, por donde hay surcos ya. Lo importante esa mano en mi espalda, pasa tu. Lo importante las gracias, los besos, los achuchones, las miradas cómplices, el apoyo diario, los sueños, la voluntad. ¡Ay! 

El objeto de las cartas es acortar la distancia, acercar corazones, evitar el olvido. Algunas misivas consistían ¿simplemente? en contar lo que había pasado, lo que habías comido, a quién habías visto, alguna charla, una película o un libro. Se trataba de trasladar al otro emociones, sentimientos a través de tu rutina, para que el otro formara parte de ella. Usando la tinta y esperando que sus ojos y su corazón recibieran todos los mensajes, de alegría, de nostalgia, de ganas de verse.  Plasmado en un papel, elegido a veces al azar, otras con mimo, si se podía. 

En una carta, igual que una frase consta de sujeto verbo y predicado; en una carta,  el texto consta de introducción, nudo y desenlace. Al inicio las preguntas  sobre el estado del otro, lo mucho que se añora su presencia, algo del clima y generalidades. Ojo, que no hace falta que sean cartas de amor. Los abuelos escribían a los nietos y a los hijos, las postales de los sitios visitados, son derecho no solo del enamorado. En el nudo, se entra en materia, detalles de tu estado de ánimo o de salud, desarrollo del tema del día. En el desenlace la despedida, los besos, el cariño, el ánimo, las ganas de volver a verse o en su defecto, obtener respuesta. 

Es un esfuerzo de cada día, o cada tanto redactar y resumir para el otro las pequeñas cuitas. Quizá ahora se consigue mediante las llamadas por teléfono . Pero una llamada es algo instantáneo, en tiempo real.  No requiere el mismo esfuerzo de síntesis, especialmente ahora con estas ofertas de minutos ilimitados. No es preciso resumir ni organizar el argumento. En pandemia yo hablaba con mi madre todos los días, la llamaba siempre a la misma hora y todos los días nos contábamos lo mismo, porque no había nada que contar . Pero antes de hablar, como el principito, yo me tomaba un momento, hacía un recuento, me concentraba, imaginaba la llamadas y anticipaba, para saber qué le iba a contar, y qué no. Llamar y contar miseria, sobre todo en pandemia, no vale. Es lo fácil. Es como el que escribía cartas de horror en la guerra, que yo no he vivido, claro; pero me imagino estar en pleno campo de batalla un chaval de 20 años que escribe a su novia para mantener una relación con ella en la distancia, para sentir que hay alguien al otro lado que le devuelva esperanza. No le va a contar las miserias de que su compañero de trinchera, que llora por las noches, tiene gangrena en un pie o echa de menos a su madre. Le contará lo bonito que es el paisaje en ese pueblo que nunca había visto; el cielo en esa ciudad, en ese país en el que no había estado. Y na novia leerá entre líneas y le devolverá energía y apoyo. Pues en pandemia lo mismo. No se llama para quejarte porque estás aburrido. No. Todos lo estábamos. Y solos. y estás. Cuentas que has visto cosas en la tele, que es buenísima una nueva serie, que te has leído un libro que estaba en la biblioteca, en la librería de tu casa desde hace un montón de tiempo y que era de tu padre, que te has acordado de él. Que gas hecho orden en el armario y has encontrado una chaqueta preciosa y la has puesto parches. 

Que a mí solo me escribe Amazon. 

07/02/2022

ESTABA A PUNTO DE LLAMARTE


Estaba a punto de llamarte. Pues haber llamado. He pensado en acercarme a verte mil veces. Pues haberlo hecho. Me acuerdo muchísimo de vosotros. Procede. Es que siempre estamos igual. Que te iba a haber llamado, que no quería molestar, qué estarás liado. Puñetas, los humanos somos idiotas. Llama, ve, toca. La vida nos lleva por delante. No vale. Hay cosas más importantes, es decir, hay cosas que son importantes. El resto es relleno. 

Si te apetece tanto verme, ven. No me llames antes. ¿A qué tienes miedo? ¿Qué te preocupa? ¿El tique del aparcamiento? ¿Que no has preparado la comida? ¿Que no esté en casa? Mira hacia atrás y piensa, ¿Qué pasa si te ponen una multa? ¿Qué si coméis pasta otra vez? ¿Qué si pillas una ensalada en Fass y le llamas al martes el día mundial de los alemanes de Alemania? Pero pasan las semanas, los meses y los años, y entre los juicios de uno, la torre de plancha, que estaba cosiendo una falda para mi hija, había metido un pollo en el horno, recoger a los niños, comidas de compromiso, que tengo que hacer la compra. Es que tengo mucho lío. Signifique eso lo que signifique. Se acabó. Se acabó el tiempo. Y aquí estamos. Echándonos de menos. Ni que fuéramos presidentes de nuestra comunidad de vecinos. ¡Acabose! Otro gallo cantaría. Eso sí que es chungo.

A lo mejor es que no es para tanto. Que crees qué te apetece pero luego no. Pues entonces no me líes. Porque todo es muy fácil y muy complicado a la vez. Depende de cómo te lo montes, depende de tus prioridades. Pero escucha ese corazoncito que tienes. ahí, cerca, mira como late. Siente, llama, abraza, quiere y déjate de chorradas. 

Que la vida es una y es muy sencillo. Mucho más. Quiere mucho, mucho, mucho y haz todo lo que puedas por los demás. Tanto porque yo lo valgo va a acabar con nosotros. Tanto necesito mi tiempo, mi espacio. ¿Qué espacio necesitas? Somos idiotas los humanos. 




06/02/2022

A MITAD DE FEBRERO SIEMPRE HACE BUENO



A mitad de febrero siempre hace bueno. Hay un día, pasado el invento del de los enamorados, ¡que no es invento estarlo, ojo, que no es invento el amor!, digo el día, que parece que obliga. Aunque bien pensado, no hay día malo para celebrar que se quiere. Ahí, en sostenido, como el FA, venga a quererse, eso es de P. M., con perdón. Así es que: ¡Olé!, ¡a celebrar! Cada cosita hay que celebrar, que la vida se apaga, que se apaga el amor. Que la vida se va. Que cada rato es bueno. Que los rincones del corazón solo se tocan a veces. 

Hay un día, a mitad de febrero, en el que hace bueno. Es en medio del invierno, una jornada en la que el cielo se abre del todo. Empuja a las nubes el sol, a eso de las once, da igual que se haya levantado perezosa la mañana, de pronto es un azul compacto el techo. Es un azul que tiene un poco de metálico. Precioso. Aunque la nieve cubra la hierba y las rocas, el sol calienta el corazón. Un día, a mitad de febrero.

Hay un día, a mediados de febrero, en que hace buenísimo. Este ha sido otoño de lujo, en el que las hojas han caído a tiempo, tras el rubor que les provoca el estío y no sin adquirir ese tono tostado que hace evidente su languidez; y por fin caen, para sembrar el monte y las aceras de nuestra vida. Para sembrarlas de pasado, de historia, con el fin último de renovar y árbol y nutrir la tierra de recuerdos. Con la intención de proteger nuestros humores, nuestros amores, nuestro pasado, las hojas tupen la superficie de todo y le dan el calor que va a necesitar para ese día, a mitad de febrero, de sol y frío. De alegría. Ese día, a mitad de febrero, de celebración. Que ya viene la primavera. 

El año 21 fue de luces y sombras, pero yo lo recuerdo como el año del mejor otoño. Del otoño que se deja ver, que es lo que es, una época de cambio, la preparación del invierno. Y pienso en un poema de un olmo, hendido por el rayo y en su mitad podrido; que espera, como mi corazón, otro milagro de la primavera.


05/02/2022

EL DISPUTADO VOTO


 ¿Qué nos pasa a los españoles? Vemos la bronca en el parlamento británico y los ojos nos hacen chirivitas. Miramos hacia ese pueblo cuya democracia consolidada nos hace latir la vena verde de la envidia ¿Qué  nos pasa a los españoles? Vemos el alboroto y lanzamiento de pelucas en los ilustres bancos y se nos hace la boca agua. Miramos a los británicos entre admirados e inútiles, como al hermano mayor al que nunca alcanzamos. Su manejo de la libertad y oratoria les permite diferenciar en dos la palabra discusión. Separan con finura el debate del enfrentamiento. Se discute en el sentido británico de la palabra, se argumenta. Oh, la lá. Es la magia que solo ocurre en la Pérfida Albión. Ellos sí que saben. Me pregunto repetidamente si es que en realidad no les entendemos bien y son humanos a pesar de hablar tan bien inglés. Asombrose un portugués de que los niños en Francia, desde su más tierna infancia hablasen tan bien francés. Lo mismo. 


Para consolidación de democracia, la nuestra, la española. A ver cómo salimos de ésta. Un voto mal votado. Las lenguas coloradas conspiran si será intencionado o se trata de torpeza. Las azules argumentan ineptitud de la Cámara, su presidenta, pucherazo. 

Lo importante no es el problema en sí. Lo de que de verdad importa y es donde se ve la categoría de los personajes involucrados en un embrollo, es sucede repuesta. Ahí está en quiz de la cuestión, la altura y categoría de la persona. Cómo se responde ante el problema, ante la catástrofe, ante el desastre. El hombre auténtico emerge de esa situación dramática. El hombre auténtico sale ganando del conflicto, airoso su perfil se intuye al final del camino, donde la bruma aún es espesa. 

En realidad la imagen que dio nuestro Congreso de los Diputados en una votación sobre una ley era la de un grupo de hooligans. Los abrazos y los vítores eran propios más de una goleada que el festejo por la aprobación de una ley o del asunto que se debatía. Pocas intervenciones son  más importantes para un diputado que la del voto y hay que votar bien.

04/02/2022

MI PADRE ME DIO EL NOMBRE


Los nombres son importantes. Sujeto, verbo y predicado. Intento siempre recordar una norma básica que me explicó el mío, mi padre, una norma infalible no solo para escribir, también para hablar, para que se te entienda hija. Sujeto, verbo y predicado. La regla no era suya, era de Néstor, su jefe, ucraniano que vino a España hace muchos años, de la mano de Triska. Nunca entendí porque Néstor era Néstor, nombre propio y Triska era Triska, apellido. Pero así era. La historia de estos dos hermanos de apellido diferente es otra. Una de las lecciones de Néstor era sobre el lenguaje. Ante la maraña que el discurso español supone, ante el barullo de comas, espacios de mayor o menor duración, ante frases subordinadas eternas (como ésta que me está saliendo), ante esas frases en las que identificar el sujeto es una labor de espeleólogos, Néstor, ingeniero de profesión, tenía una eficaz receta: Sujeto, verbo y predicado. De esta forma pretendía estructurar los paréntesis que se abren en el discurso escrito y oral. De esta forma quería acercar a su mente nevada el calor peninsular, lleno de esdrújulas y huecos llenos de adjetivos más o menos afortunados. Recuerdo un día en el que, en el trabajo, tuvimos que traducir al inglés un texto técnico del jefe. Nuestro jefe, de mente disciplinada, ingeniero en la sangre, militar de estructura; magnífico pintor de acuarela, construía frases que ocupaban una carilla de un folio. Traduce tu eso al inglés. En español lo veíamos claro, pero con nuestro parco conocimiento de la otra lengua nos era imposible construir análogo discurso. Recurrimos al truco: SVP, sujeto verbo y predicado.

Los nombres son importantes. He abierto paréntesis, corchetes, llaves, corcheas, semicorcheas. Pero vuelvo. Mi padre me dio el nombre, dijo ella cuando le preguntaron quién era él, tenía la niña cuatro años. Y es que es trascendente. Otros hablaron de la profesión de él, altura, genio, carácter. En el caso de esa niña, el nombre podría haber sido otro, más sonoro, riguroso, musical, con rima fácil; pero la madre tuvo una resistencia interna de origen desconocido, bloqueó la baraja de la distinción y no pudo aceptar una digna mención que el padre quería hacer. Se pactó un nombre neutro para un ser único. El nombre que podría haber sido era homenaje y la madre muchas veces se pregunta si ese fue el principio del fin. La madre se pregunta el porqué de su cerrazón en tan sensible asunto. Tenía miedo, mucho miedo, ahora lo sabe, aunque es demasiado tarde, pero entonces no encontraba las palabras para explicarlo. ¿Se arrepiente? Cada día. En el corazón de la madre germina desde que dio a luz, el nombre que el padre quería poner a la hija, que es quien es y hace honor a ese nombre que es único. Lo honra cada día.

Cuando se te adjudica un nombre, nadie sabe quién serás. Nadie sabe cómo serás, si te "pegará" ese par, tres, cuatro sílabas que te han adjudicado al nacer. Que por tener un padre o madre homónimo, llevarás con honra y gusto su herencia cada día. El futuro nos es incierto. El largo plazo que se mira en los ojos del bebé reciente es lo más parecido a la incertidumbre. Quizá no haya que darle tantas vueltas. Mira que hay Adolfos distintos y famosos por gestas cuya intersección es el conjunto vacío. Y no digamos Pacos, de Goya al Generalísimo hay años e inmiscibilidad. De Mussolini a Pérez Galdós, incluso entre dos conocidos Pablos, hay distancia. Según una hermana mía nosotras nos llamamos así porque a mi padre le gustaba Sorolla. No lo sé, a su padrino el nombre de ella le gustaba, aunque le olía un poco a jabón. Mi hermana pequeña fue el punto y aparte, nacida el día de la fiesta nacional, fueron a llamarla como alguien muy querido en la familia, para gran disgusto de los aficionados a las onomásticas. 

El caso es que a veces se le hace una pequeña faena al hijo, que se llame como el día que nació, como su tía la del pueblo, como el médico, que se lo prometía. Hay promesas que traen cola. Aunque nunca se sabe. De pequeños hacíamos risas al respecto, claro. Con las palabras se jugaba, con las rimas, palabrotas, motes se construían pequeñas maldades. O grandes. Resulta que hay un chaval en no sé dónde que se llama Usair. ¿Por qué? Pues porque la madre trabajaba en un hospital durante la guerra mundial, y a él llegaban cartas con el sello de los Estados Unidos de América. En dicho sello figuraban las letras U.S. Air Mail. La romántica voluntaria se preguntaba quién escribiría tantas cartas, pensando que era un remite. Ante la certeza de que ese padre, que tanto quería a su hijo, le había perdido, decidió llamar a su hijo Usair, por él. Por el soldado desconocido. Me parece precioso. Destierra este apodo a las Dolores Fuertes de Barriga, Armando Guerra Segura, Ana Mier de Cilla. Estos últimos no son actos fallidos sino faenas que los progenitores les hacen a los hijos, más allá de la broma. Hay que ser niño y estar en clase, y que cada día pasen lista. La bromita de los padres, ya se la podían haber ahorrado. 


03/02/2022

ABUSO DE POLISEMIA


 ¿Tipo? Bro. ¿En plan? 

Tipo significa cualquier cosa. Es mucho más que una muletilla, un comodín. Es una palabra mágica que encaja en cualquier conversación. Es una pausa obligada en el discurso escaso de vocablos variados, que da pábulo y  tiempo para pensar qué decir. Tipo puede ser pregunta o respuesta, depende. "¿Te vienes al cine? " ¿Tipo? . Como que tipo. Que si te vienes al cine. No hay tipo ni tipa. Puedes contestar si o no, interesarte por la hora, sala, película a visionar, incluso la compañía. Pero tipo? Tipo qué. No entiendo. Tipo es sinónimo de en plan. Palabras auténticas en su contexto pero que utilizadas a mogollón y con soltura solo afianzan la sensación de pertenencia a un segmento de edad o producen la sensación de exclusión del mismo a quien las escucha. Que se queda pampanita. 

El ejemplo del cine es uno, hay infinitos, he comido, tipo?. Hoy salgo, tipo, salgo. Me he quedado dormido, tipo, dormido. Sustitúyase tipo por en plan, para mejor comprensión.  Me pregunto si es estulticia de unos, ignorancia de otros, estupidez de grupo, poco vocabulario o poco que decir. 

En fin. Tipo. Es así. En plan. Tipo. Lo bueno es que es tan simple como comodín, tipo, que no tiene género, número ni tiempo verbal. Es asintomático. 

02/02/2022

NO ME RECETE DESCANSO DOCTOR


No me recete descanso doctor, por mucho que usted vea que lo necesito. No me recete descanso aunque me queje. No me recete descanso por mucho que se lo pida. Recomiéndeme el paseo, que vea a mis amigos. Salir al sol, que me moje la lluvia. 

No me recete descanso doctor, que no tengo perro y estoy que no encuentro excusa para salir de casa. Que no necesito nada. Que cierro la puerta y me quedo dentro. 

No me recete descanso, doctor. No me recete descanso, por mucho que le diga que me duele. No me recete descanso aunque le cuente que la vida me va, en solo levantarme. No me recete ni reposo, ni descanso ni que me tome mi tiempo. Deme un empujón. 

Anímeme a salir de casa Doctor, no me confine, recuérdeme lo que hay fuera, tan bonito, hábleme de cómo cambian los días, de cómo se van haciendo cada vez un poquito más largos. Aunque no le haga caso, doctor, aunque parezca que no oigo, porque escuchar ya sabe que no escucho. No acepte mi versión, doctor. Luche por mi, lléveme la contraria. Mire un poco más allá, no permita que mi versión le gane la partida. 

No me recete descanso doctor, que eso no me va  a curar. Que la herida que tengo no se sana por muy quieto que uno esté. No deje que le engañe. Ahí donde me duele, no me puede usted vendar ni poner una escayola. Anímeme a volver, a que deje de mirarme y encuentre la salida. No me recete descanso doctor. 

01/02/2022

DVD

Ayer me enviaron un vídeo en el que un humorista famoso disertaba con mucha gracia sobre la Wi-Fi. Se atribuía, para desternille del oyente, a los españoles el don de ser los únicos humanos del planeta que a la Wi-Fi le llaman uifi (güifi), y no uaifai como ocurre en el resto del mundo, América del sur también, incluidos los más recónditos poblados del África tropical y países que por supuesto no son de habla inglesa, ni afición occidental. Véase Rusia, China, me atrevo a mencionar ambas Coreas. Me acosa la duda sobre el género de la Wi-Fi, o del Wi-Fi. Creo que en España lo suponemos masculino. El Wi-Fi o la Wi-Fi. No sé.

Pero no he venido aquí nadie hablar de Internet, sino de los DVD. Ahí también los hispanohablantes peninsulares, que no los que hablan español en otros continentes, nos diferenciamos. Decimos deuvede. Mientras, en el resto del mundo le llaman dividi. Disco Versátil Digital, eso es DVD.  Ya prácticamente olvidados y sustituidos por pinchos, USBs o nubes, los DVD fueron muy útiles durante un tiempo efímero. Reemplazaron las cintas de vídeo, los "casetes", discos de vinilo, desplazaron tesoros de las estanterías como material caduco, deberían haber sospechado que su tiempo también lo era. Como un novio que va de flor en flor. Esa sensación de victoria que tiene la chica que se cree definitiva, que ha desplazado del corazón del novio a la que antes lo ocupaba, merece ser sustituida por otra, cual DVD por una novedad.

Pero ahí estaba tu abuela, que casi cumplió cien años, que nació en febrero. Que alojó en su casa, en su hogar a príncipes y esclavos, la abuela, querida por todos, que a todos quería. La abuela, con un sentido del humor impecable y un genio, carácter, orgullo, que valor había que tener para ponerse enfrente. Tu abuela, chiquitita pero matona. La abuela, que no era mía, pero me hacía sentir familia, tanto que me ofreció un hueco en el Paraíso. Tu abuela, con su acento sureño, a los DVD les llamaba dividi. Y es que nadie estaba al día como ella. A pesar de su casi total ceguera era capaz de ver la belleza del contrario, con solo intuirle. A pesar de casi no poder comer, disfrutaba hasta el último aliento, de los churros y los langostinos. Ella los llamaba dividi, coqueta y directa. Sabía de lo que hablaba.

¡Tantas cosas que ignoramos! Y los más sabios se las llevaron puestas. Sin que les dejáramos hablar. Feliz cumple, que llega ahora.