Mi madre, para muchos la doctora, decía que la pandemia había llegado para matar a los viejitos. Que era una suerte de peste, que seleccionaba de modo "natural" a los más fuertes. Y dejaba en el camino a los más vulnerables. No especificaba ella si el virus era creado por la mano del hombre o no. Siempre mueren los más débiles. Claro.
Miro, que no leo, las noticias. La pandemia no ocupa las portadas, menos mal. Ha dejado sitio a la guerra. Que, a excepción de los pobres ucranios y los pobres rusos, que al final son hermanos, o primos, que pelean bajo batuta, a excepción de su dolor diario, el mundo solo está preocupado por el gas y el frío o el calor indeseado. Falta de provisiones, pero eso se ve más allá del horizonte. Ya lidiaremos ese toro cuando entre en la plaza. A falta de bombazos han llegado los fenómenos naturales. La sequía. La sequía que desentierra pueblos hundidos, huellas de dinosaurios, cadáveres. A saber lo que nos depara la sequía, además de sed y no poder lavarnos tanto las manos. Porque con la crisis energética ya no podemos ventilar y con la falta de agua la higiene se va a resentir. Total, que a ver si vuelve el bicho. Que lío.
No. La pandemia no ha existido. Lo que antes eran muertes para quedarse en casa, ahora es normalización de la vida. Ya se puede y deben cerrar puertas y ventanas. No hay que hacerse test a no ser que estés fatal. Pero muy mal. Si das positivo y no tienes fiebre, o trabajas en remoto, o te pones mascarilla y vas a la Oficina o donde te toque. Si has estado en contacto con un positivo, no tienes que hacer nada. Pa'lante. Estoy exagerando. No me sé las normas bien. Es más o menos. Lo que digo es que han cambiado los criterios. Con un porcentaje altísimo de población vacunada, no sólo se siguen contagiando jóvenes, adultos, mayores, sino muriendo. Se añade la viruela del mono, el VIH ¿Entonces? Mira que somos gente muy obediente, hasta en la cama, gente que tan sólo pide vivir su vida, sin más mentiras y en paz. No entiendo.
Y es que la pandemia no ha existido. Solo era una falta de capacidad en los hospitales. Los médicos no usaban lejía para desinfectar las mascarillas porque no había. No se acababan los guantes en los economatos. No. Ni se hacían entierros en soledad. Con el rezo calmo del sacerdote acompañados por los entrenadores vestidos de astronautas. No. No se inventaban pantallas protectoras con carpetas de plástico atadas a la cabeza. No. Los médicos no usaban bolsas de basura para protegerse. No. Ni se vació Jose Abascal. No. No se podía cruzar la Castellana sin mirar. No. La pandemia no ha existido. Son nuestros enfermos, nuestros muertos, ellos sí se fueron. Nada más. El resto fue un invento extraterrestre.
Así es.Ya no está de moda
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