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20/12/2022

MI MADRE ME QUIERE SEGUIR EN TIKTOK

 

Una cosa es que tu madre te siga en Instagram.  Bueno.  La bloqueas en las historias y solucionado el incidente. Superado. Es importante que vea que tú sí ves sus historias cuando se hace la moderna y publica algo. Punto. Facebook es cosa del pasado. ¿Que te pide amistad?, aceptas sin problema. Ella comparte fotitos familiares, alguna felicitación a sus amigos de la infancia, pones corazoncitos y un me gusta y le das un poco de cancha. Con eso hay paz. Más que el día que recoges tu habitación. 

Pero en TikTok no. ¡Hasta ahí podíamos llegar!. TikTok son tus cosas, es la puerta de tu habitación. No señor. Te has buscado un apodo genial. De tan bueno que hasta que has conseguido que te identifiquen tus amigos de verdad, han pasado un par de meses. Nadie sabía que eras tu. Y de pronto, ¡zas! Tu madre ha descubierto TikTok y en cuestión de segundos te encuentra y te localiza. Vamos a ver, que yo no hago cosas malas en TikTok, que sé que no me van a regañar ni a detener, ¡pero que no me apetece! Punto. Tengo dos cuentas, en una están solo cuatro gatos, se me acumulan las solicitudes de seguimiento. Porque me da la gana. Y de pronto, mi madre. ¿Pero cómo me ha encontrado? ¿Cómo sabe que soy yo? ¿Será posible?

Al final tenía razón mi primo cuando éramos pequeños y me preguntaba tras alguna trastada "¿pero cómo los sabe tu madre? si no estaba, ¿es maga?" mamá le decía que tenía ojos en el cogote, y él los buscaba con empeño. Va a resultar que sí, que es maga mi madre, si digo bruja va a parecer que no la quiero. Es una bruja buena, como el pirata honrado del poema. Tiene poderes, y sabe cosas. Sabe cosas de mí que no podría saber, porque yo no las he nombrado nunca, pero es que ella las siente. Sin ver.  No es que pueda predecir el futuro ni cosas de esas. Pero si yo no me encuentro bien, ella lo nota. Si estoy triste, a tres mil millones de kilómetros de ella, a punto de llorar, me llama. Y no me pregunta un que tal normal y corriente, me deja desplomarme en su cobijo. Abre sus brazos de carne blanda para que no me haga daño al caer. Y es que las madres son como las nubes, están blanditas para que puedas refugiarte siempre en ellas, y ya no te duela nada. Pero en TikTok no te acepto, mamá.

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