Y es que Segovia alberga historia, historias, la atmosfera de invierno impregna las piedras de frio. Cuéntanos.
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25/12/2016
SEGOVIA, TOMA UNO: DE LA PLAZA AL ALCÁZAR
Y es que Segovia alberga historia, historias, la atmosfera de invierno impregna las piedras de frio. Cuéntanos.
16/12/2016
ES LA PRIMERA VEZ QUE ME SIENTO HOY
YO QUIERO SER UNA CHICA MUSGO
Muy femenina.
El vaquero le queda como cosido para ella y lleva tacones que no se ven bajo la ligera campana. Camisa de cuadros de leñador metida por dentro sin que se le note la barriga ni le haga bultos. Ó por fuera con camiseta blanca debajo impoluta, de algodón. Se cambia la camisa por un jersey de cuello alto negro y con un collar de perlas ya puede ir a una fiesta. Está estupenda. Y para un día de campo tiene la ropa perfecta, todo le estiliza. Viste colores alegres pero pardos en otoño y más intensos todavía que encienden la luz en el invierno.
Es la nuera ideal. Querida hasta por la suegra. Al suegro se le supone el afecto. Es disfrutona.
Es como cualquier chica sueña ser. La talla musgo, que tus pies sean tan finos como los de Cenicienta. Porque a ellas les encajan los zapatos de cristal. Pueden llevar tacón o zapato plano, deportivas o sandalias. Ellas salen de la ducha con el pelo mojado y están perfectas. Se peinan con los dedos al salir del agua en la playa o la piscina. No les hace falta coleta para recogerse el pelo porque cuando se les seca al aire están estupendas. Y suma y sigue.
A falta de ser una chica musgo necesitamos fuerza las mortales para no envidiarlas y querer acogotarlas de pura envidia que nos entra por no ser como ellas.
14/12/2016
ROGAMOS PRESTEN ATENCION: EL BOCADILLO DE ANCHOAS
Es prudente no abusar de los extras pues se puede llegar a lo grotesco. Las dimensiones deben ser siempre proporcionadas, sin exagerar ni obsesionarse con lo áureo, que el tema no da para tanto. Ni demasiado fino que parezca un sándwich ni tan gordo que se le desencaje a uno la mandíbula.
07/12/2016
SI TU NO ESTÁS AQUÍ, NO SÉ...
Ahora entiendo que no quisieras pasar por tu casa, con su esgrafiado. Yo tampoco quiero ir a la mía. No quiero ver que no estás. Que nunca estás. Que te has ido. Me queda una suerte de consuelo de esta forma, es como si estuvieras de viaje, como si justo ahora no te he encontrado. No quiero saber que te has ido del todo. Ahora que soy mayor y estoy más cerca de ti. Estaba. Ahora que siento que converjo. Sentía.
Paralelas vienen siguiéndome; espacio y tiempo juegan al ajedrez ahora tú, no dejes de hablar, somos: coordenadas de un par....
Soy egoísta y me hubiera gustado que te hicieras viejo, lo que nunca fuiste. Eras mayor y estabas enfermo. Pero nunca fuiste un anciano. Egoístamente pienso que estarías aquí y podría disfrutarte. Tantas veces siento ganas de contarte algo que ha pasado, comentar contigo un éxito de un pariente. La felicidad que noto en tu yerno al verle hacer lo que le gusta. Te quiero llamar, preguntarte una duda, contarte un chascarrillo. Compartir un libro. Un paseo. Hacer fotos del mismo sitio. Escuchar una y otra vez la misma anécdota. Egoístamente. Porque para ti hubiera sido sobrevivir y no vivir. Perdóname por intentar retenerte. Perdona.
BOCATA DE ACEITUNAS O DE CALAMARES
Pero para gustos los colores: El clásico bocata de chorizo de Pamplona, le echa un pulso, con pan rico, al que se ponga por delante. Donde esté el chorizo de Pamplona, con todo su colesterol, su grasita, que se quite el chorizo pata negra. Tampoco están mal los chorizos de Cantimpalos. Puede ser frito también, o al horno. Y si hablamos de salchichón, cualquiera vale. El bacon es un valor seguro. A los quesos les va mucho una rodajita de tomate. Cuanto más fuerte sea uno más le dice el otro. Si el queso es fundido pega con todo, filete de lomo, pimiento verde frito, panceta...Por supuesto no se puede olvidar el jamón, del negro, con todo el tocino. Sin pan también está rico el jamón. Bocata de torreznos, de patatas fritas de bolsa o de las de la tortilla. Bocata del camino. De tortilla francesa o de patatas. Bocadillo de morcilla, de la pringá del cocido. Pepito con un filete que boza. Siempre hay que conseguir que la grasa no sea excesiva para no ponerse perdido. Y tampoco los ingredientes deben ser excesivos para poder morderlo sin que se descuajeringue. A ser posible al dar un bocado se debe conseguir que el resto siga integro y no sea devorado al primer mordisco todo el contenido y te quedes con el continente.
¿Y ese bocadillo de mantequilla con azúcar? Ya no se estila. Pero tenía su punto.
En plan fino uno de mis favoritos es el de pastrami, o de salmón, con pepinillos y mostaza, entre dos rebanadas de pan de molde, si es negro, mejor que mejor. Pero en el momento actual de la cocina, lo que no lleve rúcula o canónigos, menta o albahaca, una gota de vinagre de Módena y cebolla crujiente...no tiene derecho a entrar en el arco del triunfo del bocadillo.
¿DE QUÉ NOS SIRVIÓ HACERNOS MAYORES?
Lo más próximo a hacer lo que te de la gana, sin haber crecido lo bastante como para que fuera real, era estar sin padres. Solo en casa. Todos teníamos amigos que estaban 'sin padres' con mucha frecuencia. Planazo. Había que ir a esas casas al par de días de que se hubieran ido los padres y al mes. A los dos días la nevera estaba llena, relucían los libros en las estanterías. Fiesta el viernes. Alcohol para todos. Sensación de libertad. Pasados los primeros brillos una casa sin padres era un desastre donde no quería ir nadie, ni la asistenta estaba dispuesta. Se plantaba en jarras y no había forma de que flexibilizara su postura. Una casa sin padres era un caos para el invitado y un desasosiego inconfesable para los hijos. Estaban deseando verles. Eso sí, el día previo a la vuelta se organizaba zafarrancho, todo en su sitio, limpieza general de la torre de cazos y cacitos, reposición de botellas en la medida de lo posible. Jornada de ventanas abiertas y desinfección general.
¡Qué alegría la vuelta a la rutina y a obedecer a regañadientes!
Está tan idealizado lo de hacernos mayores que no hay decepción más grande que ésa.
04/12/2016
¿CUANTOS AGUJEROS SE TAPAN CON LA LOTERÍA DE NAVIDAD?
29/11/2016
DEPORTES DE CABALLEROS
Pues bien, esto se aprende desde la cuna. He visto canchas de un deporte x practicado por niños, protegidas por cristales de seguridad para que ellos no oigan los insultos que propinan los amantes padres al equipo contrario, al entrenador, árbitro o a quien corresponda. He visto niños decirles a sus padres "papá, mamá, no os metáis que nos descalifican". Ese padre con la vena del cuello latiendo que grita con su chándal de lujo y bebiéndose una tras otra latas de cerveza, a su hijo que corre en el barro intentando no esnafrarse para darle satisfacción. Solo para eso. Estamos educando a monstruos. Yo quiero que vuelva el rugby
YO EN LONDRES SOY UN PIVON
Muchos hombres sabios estudiaron los problemas que más agravan la convivencia, el atocinamiento que pensar que más allá de las fronteras de tu pueblo no hay nada es casi más severo que el dramático hecho de ser analfabeto. Lo último tiene solución, a base de esfuerzo y trabajo. Ser un paleto mental, un lerdo, no tiene arreglo. Bueno, lo tiene: Viajar. Pero hay que dar ese salto.
Es imposible ser un cateto si viajas. Aliméntate de culturas y sabores distintos. Solo así serás capaz de tolerar, y entender. Es parecido a madurar. Y aquí vuelve el padre, que tuvo siempre esa capacidad, de escuchar a cualquiera, se ser libre, viajar y aprender hasta el último segundo que le quedó para respirar.
QUE COSA FUERA CORAZON, QUE COSA FUERA
Ante tamaña confesión
yo me doy cuenta de que mi debilidad son los jerséis. Destapo la caja de
Pandora de mi debilidad. Recuerdo el libro de Senda. ¿o qué será? Salen los
vientos representados en cintas de colores. No sé en qué acabará esto. En
especial me privan los jerséis color crudo o blanco. Me vuelven loca
completamente. Es ver un jersey crudo y sentir inmediatamente que lo necesito.
Me llama, uno porque tiene ochos. El otro, el cuello cerradito que queda genial
con una camisa debajo. Y aquél abierto sin botones, es justo el que va con los
vaqueros. Me pondría como broche esa enorme de flor que tengo. Suena la alarma.
No compres jerséis. ¡No más pulóveres blancos! Es mi armario que protesta. No
puede con el monocromo. El albero inunda mis cajones.
Yo me burlaba de mi
hermana cuando llegaba exhausta y emocionada tras una tarde de compras con su
falda nueva: negra. “¿Te gusta?” La sonrisa pintada carmín en su rostro,
iluminándolo. Me sentía incapaz de apreciar la diferencia entre esa falda negra
y las otras mil que colgaban de sus perchas. Ella se molestaba mucho. ¡No tiene
nada que ver! Esta tiene una abertura lateral y, además, queda por debajo justo
de la rodilla. Ésta es de sport, ésta de lana, esa de tubo. ¡No tienes ni idea!
En efecto, hay tantas faldas negras como jerséis crudos o trencas.
Cada uno tiene su
trenca. Mi madre la tiene con los anillos gigantes. Le cubren la falange
entera, con algunos no puede doblar bien el dedo pues casi le cubren el
nudillo. Quedan genial si fumas, con sus reflejos, brillos, sus colores, perlas
variadas, dorados y platas. Debería hacer una exposición. Imagino una enorme
tabla de madera con sus joyas ordenadas en un perfecto desorden. Un cuadro de
luces. Al menos los anillos son pequeños en comparación con las trencas o los
jerséis blancos. Con una caja se resuelve el problema de almacenamiento. Los anillos,
además, los hay de todos los precios. Ahora que están las tiendas de los chinos,
esta es una pasión más o menos económica. Falsas perlas y diamantes se regalan
por un par de euros. Total, son casi de usar y tirar. Peor son los amantes de
los zapatos y si tienen un pie grande ¡para qué contar!
27/11/2016
CUANDO ESO OCURRE YA NADA VUELVE A SER LO MISMO
14/11/2016
A TU QUERIDA MEMORIA
Hay una zona, hay un sitio no de moda.
En la
sierra de Madrid, subiendo hacia el Puerto de Navacerrada, pasada la Residencia
del Hispano, a la izquierda está el Ventorrillo. Por un camino ancho, tras una
valla, se llega a la casa de las Mariposas, y a otras casas forestales. Es terreno
de jara, víboras y pinos. Existe otro camino, un poquito más estrecho, algo
retirado de la entrada. Esa vereda baja hacia el valle...
Hay una zona, hay un sitio no de
moda.
El sendero
discurre más o menos entre pinos, en sombra. Pero al llegar a una curva se despeja;
y crece, en la margen derecha, un árbol enorme encadenado. De los eslabones
cuelga la frase "A TU QUERIDA MEMORIA". Poco importa la historia real;
la que yo tengo, es la de una pareja de caminantes. Un matrimonio que hacía el
camino con frecuencia y al llegar a ese punto se sentaba a contemplar el valle,
al sol. Él o ella faltaron un día y ella o él encadenaron el recuerdo en el
pino centenario, dejando holgura para su crecimiento. Se volvieron a sentar en
el mismo punto, cada vez que recorrieron el camino, solos. Y allí se
homenajearon con el recuerdo.
Hay una zona, hay un sitio no de
moda, no hay gente alrededor, ¡solo sus huellas!
He
tenido la suerte de ser hija tuya, padre. No creo haber estado nunca a la
altura. Y eso me duele ahora, que ya no tengo la oportunidad de remediarlo y
que tu lo veas. Que tu lo disfrutes. Que te sientas orgulloso. Nunca
presumiría. Veo tus huellas en todos los objetos. Cada gesto, cada color, las
palabras, todo me recuerda a ti. No te he echado de menos porque siempre has
estado. Quizá a una distancia en kilómetros, pero no me hacía falta verte, ni
hablar contigo. El teléfono no ha sido un gran amigo tuyo, el último adulto sin
móvil murió el 10 de noviembre pasado. Sabía que estabas ahí, sin llamar, sin
ir. Sin verte.
Me has
enseñado todo lo que soy y sin embargo siento que no he sido capaz de
agradecértelo, que no te lo he dicho bastante. Que no te he achuchado lo
suficiente. Que nunca te he hecho saber lo mucho que te quiero, lo generoso que
has sido conmigo siempre. Tu respeto a mis decisiones, tantas veces erradas. Tu
silencio. Tu apoyo incondicional. Aunque no estuvieras de acuerdo. Aunque
supieras que estaba cometiendo un error. Tu ayuda. Tu rigor. Tu exigencia. Tu
paciencia. Tu bondad. Tu capacidad para tolerar a los demás, para escuchar,
para hablar sin criticar. No tenías envidia.
Tengo
la sensación de no haber aprovechado lo bastante tu regalo de haber cumplido 82
años siendo mi padre durante 51. No todo el mundo tiene tanta suerte. Tú me
dirías 'Cuida de vuestra madre'. 'Cuida de tu marido y de tu hija'. “Cuida de
él”, fue tu despedida. Lo hice. No has sabido lo que era la pereza. Tú nunca
has necesitado nada. O no lo has pedido. Y no hemos sabido colmarte con todo lo
que mereces, que merecías. Dice alguien que te quiere que 'eras diesel'. Es
verdad. Lleno de detalles para los demás, pensando en el otro, pero sin
necesidades para ti. Y no ha sido por falta de gusto, por no identificar entre
lo bueno lo mejor. Porque tu sensibilidad y buen gusto eran evidentes, tus
modales impecables. Nos pediste perdón antes de irte. Fuiste, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Ojalá haya un Cielo de verdad,
porque ése será tu sitio. Donde puedas volver a pasear, a tomarte un gin tonic
al atardecer, donde puedas charlar de tus cosas con los amigos, contar
historias a niños y a adultos. Ojalá haya un Cielo porque te deben estar
esperando. No perdono a la muerte
enamorada, no perdono a la vida desatenta. Padre, cuánto siento tu muerte.
Estás en todas partes. El monte me recuerda a ti, los olores, el café. Los
gestos cotidianos me recuerdan a ti. Ojalá haya un Cielo, porque estarás allí.
Desde que tu corazón, ya terciopelo ajado,
dejó de latir, empecé a echarte de menos. Ahora nos queda un vacío que no se va
a poder llenar de ninguna forma. Tengo muchas más palabras, pero todas se
juntan en una: Gracias.
(la foto de las flores es en Segovia, claro, donde quisiste quedarte)
12/10/2016
EXISTE LA REENCARNACION
25/09/2016
ANTONIA Y NACHA
Nacha tocó en Navacerrada en los años 80. Fuimos a la plaza de toros. Era casi verano. Hacía un frío que pelaba. Casi nadie en el ruedo. Casi nadie pagó. Éramos todos fans auténticos, Nos sabíamos cada palabra de las canciones. Cada versión.
Además Antonio tenía familia en Nava. Era como si les conociéramos. Uno más entre nosotros. Les veíamos por las noches en Madrid y no éramos amigos, pero podían haber escrito sobre algo que nos hubiera pasado a nosotros. En realidad sus canciones hablaban de nosotros.
¿Quien era la chica de ayer?, podía haber sido cualquier amiga nuestra. Una amiga de una amiga. Por qué era tarde para comprender, había que volverlo a intentar. Estaba jugando con él? Cretina. Era personal. Todos íbamos al Penta con la intención de escuchar canciones para conseguir amar
La música de Nacha nos acompañaba de Penta al bar de los Ginkases, al Delany's, al Rompeolas. La música de Nacha sonaba en los coches, en los bares, en las calles de Malasaña. Las calles mojadas que nos vieron crecer a todos nosotros. ¡Chica vete a tu casa no podemos jugar!
Cada sonido estaba en nuestras habitaciones. Mientras estudiábamos matemáticas intentábamos entender lo que eran paralelas que iban siguiéndose. Las ecuaciones nos dejaban paso al espacio en el tiempo. ¿Quiénes eran coordenadas de un par? Nosotros podíamos despejar esa incógnita que faltaba por despejar. Y es que no había nada mejor que componer, escuchar y oir a la vez.
Nuestros dibujos técnicos no dejaban atrás la perspectiva. Paralelas que nos seguían. Porque su amigo se ha echado atrás. Echando monedas en la cabina. En su casa aun no saben que escapó. Nosotros si lo sabíamos. Éramos cómplices de la escapada, mediamos el ángulo que formábamos entre nosotros. Queríamos entenderlo todo.
En un mundo descomunal...siento tu fragilidad. ¡Las dos! la cosa ha ido bien. Sí, mi amor, esto es delicioso. Pero puede ser mejor.
Cuando a Antonio se le caía la guitarra y Nacho le ayudaba a sujetarla. Cuando dejó de saberse las canciones y el público gritaba desenfrenado para tapar el silencio. Todos éramos Nacha, En el escenario y en el publico. ¡¡¡YO SOLO!!!. No me olvido de ninguno de vosotros! Y de vosotros arriba tampoco. Porque ¡no! no me olvido. Yo tampoco
24/09/2016
Y YO CAI...ENAMORADA DE LA ROPA JUVENIL
18/09/2016
NO LE GUSTA SALIR EN LAS FOTOS
16/09/2016
EL INGREDIENTE SECRETO.
Cuando todo es mentira. Es el fin.