Dibujo de MdC |
Puedes pasar la vida entera al lado de alguien y morir indiferente a su presencia. Invulnerable a su estupidez. Es una opción, resultar invisible o, transparente para el otro. Por muchos años que pases a su lado. Hay quien confunde el tiempo con el amor, con el aprendizaje, con el camino. No estoy de acuerdo con que sea el tiempo acumulado lo que hace fuerte la unión. En un segundo, a veces, se rompe una vida. Por décadas que hubiera de amistad, de amor, de lazos familiares, se marchitan con una gota de lluvia en el océano. Un mal día, un paso equivocado, ese último malentendido deshace con la misma eficacia algo breve que lo que duró cien años. Hay quien que valora el amor en tiempo compartido. Una rosa pierden todos sus pétalos sin solución de continuidad. Para mí, lo importante no son tanto los años, lo que vale es la historia, las emociones, la implicación, la complicidad. El haberse dedicado uno al otro, haber estado atento a la alegría y al cansancio. A la pena. A las circunstancias, en fin.
Para que los años cuenten, deben estar llenos. Y ese es nuestro trabajo. Colmar los días de amor, de alegría. No dejar espacio a la queja. Evitar la ponzoña y la envidia. Alegrarnos por las flores en las ventanas de los otros. Cultivar la alegría y crecer con ella. Solo así puntúa el tiempo.
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