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09/08/2015

DESAYUNO EN LA OFICINA

Chicas, la fruta! Y aparece una chavala con un taper lleno de sandía cortada y un yogur light en la otra. Tenedor y servilleta, del rollo de papel de manos del baño. Nuevo modelo de desayuno en la ofi. Alrededor de la mesa están chicas jóvenes y no tanto que comparten risas y secretos.


 Hay tantos tipos de desayunos en el trabajo como colores. Y como con éstos, cada cual elige el suyo.
Recuerdo unos compañeros que bajaban cada día al mismo bar. Era un ratito andando, no iban al bar de enfrente, si no al mejor. Habían hecho un reconocimiento de la zona y eligieron aquél cuya relación calidad -precio mad les satisfizo. Pagaban por riguroso orden, cada día uno, empezando siempre el mayor del grupo.
Están los desayunos en los que sólo se habla de trabajo, son los peores. Continuación absurda de las reuniones interminables. Con uno, dos o tres jefes de pacotilla, mandos intermedios en general, que no saben hablar de otra cosa, o no les da la vida porque su incompetencia les hace creer que si parece que trabajan todo el rato se tapará su mala gestión. Nada más lejos de la realidad. Se encargarán los administrativos, secretarias, personal con mando real en la casa de divulgar lo patán que es el recién estrenado en su cargo.


Los desayunos buenos son aquéllos en los que no se habla nunca de trabajo. Es una regla no escrita que conocen todos los participantes. Hay variedad en cargo- rango, sexo y edad. Son amigos, sólo se q vestidos de oficina, pero han hecho el camino juntos. Saben unos de otros. Conocen sus aficiones, han hablado de sus familias Hablan mucho y se escuchan entre ellos. Son diferentes. Tienen en común la profesión, los estudios, el departamento o el tiempo que llevan en la casa. Da igual. Conocen sus dominios, que se restringen al horario y entorno laboral. Están bien así. A estos grupos se les distingue enseguida de los demás. Se ríen. Desde que se levantan de la mesa de trabajo. Se buscan, se van juntando y se esperan unos a otros. Piden a la vez, en general cada uno paga lo suyo salvo que haya alguna celebración. El desayuno es un 'break' de verdad. Un punto y aparte en la jornada laboral. Aunque no son inofensivos. Como dice alguien muy muy querido, en estos grupos de élite el personal tienen su 'mijita de mala leche'; y se pueden cocinar los más peligrosos complots, vocabulario secreto...golpes de Estado en toda regla.
Hay otros tipos: Los temáticos, ya sea de lectura, cine, recetas, pintura de uñas...
Y no se puede dejar de mencionar los bis a bis, en los que dos perfectos desconocidos se cuentan intimidades que no comparten con nadie. Sabiendo que lo que es de la oficina queda en la oficina.
Nadie sabe de verdad cómo es la vida más allá de la oficina. A veces es un verdadero chasco descubrirlo. Otras se encuentran los mejores amigos, verdaderos compañeros.


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