Pues claro que existe. Antes se llamaba oficialmente Pentagrama. Demasiado largo. Todos lo conocíamos como ' El Penta'. Antonio y Nacho, con su 'Chica de ayer' hicieron el resto y cambió de nombre hasta en la placa. El bar azul.
El Penta era un lugar de encuentro. Donde estábamos 'todos' signifique eso lo que signifique.
Había mucho Liceano. Ya se sabe que los del Liceo Francés eran una estirpe. Me río yo de 'la casta' que tanto preocupa a algunos. En esa época...(años 80-90) un amiguete y yo, rodeados de liceanos que 'sin darse cuenta' se pasaban al francés en todas sus conversaciones; mi amigo-conocido NG y yo decíamos que hubiéramos sido felices si nos hubieran dejado llevarles la cartera al cole. Eran otra cosa los del Liceo, puntuaban sobre 20 en los exámenes, no estaban el BUP si no en 'setiem'... Los del Estudio no se quedaban cortos, ellos estaban la 16... Y sacaban bienes o muy bienes...los sobresalientes y notables eran de colegio vulgar. Bueno...había gente del Calasancio, del Ramiro...y de la Sierra. El concepto sierra es amplio y concreto a la vez.
El caso es que El Penta era un punto de reunión. Era un lugar de encuentro, como vivir en un pueblo. Fueras a la hora que fueras, siempre conocías a gente. Siempre pasaban cosas. Se oían canciones nuevas, pinchaba gente de Radio 3, aparecían los Nacha.
Cerca del Penta estaba el bar de los gincases, al lado de la lavandería. Donde trabajaban algunos amiguetes y las copas eran más baratas, enfrente del Delanys . En esos sitios hablábamos y nos reíamos. Todo el rato. Y fumábamos. Y por supuesto oíamos canciones para amar y olvidar. Vagábamos de uno a otro haciendo escala en el Portalón, para hablar de cosas importantes en esas mesas de mármol, con sus ruedas, testigos de que habían soportado en su día maquinas de coser.
Y al final, por fin el fin. Al Penta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario