Ahora todo el mundo pronuncia Le'Lutiè. Como si
hubieran ido a Liceo Francés. Cuando de toda la vida eran Les Lutiers. Además,
la palabra existe en el diccionario. Del
fr. luthier, y este der. de luth 'laúd'. 1. m. y f. Persona que construye o repara instrumentos musicales de cuerda.
No sé desde cuando el personal se ha vuelto tan
fino. Como Sean Connery (ʃɔn ˈkɒnəri) Más
o menos Shon, o Humphrey Bogart, sin
llegar a los españoles nacidos en 1900 que les llamaban Sean y Umpri. O mi
profesor de geología de COU, que nos explicó algo de “nefton”. Contuvimos la
risa al comprender que hablaba del famoso físico, Don Isaac, el de la manzana;
porque el Sr. Sos no daba puntada sin hilo, todos sospechamos que por algo lo diría
de aquella manera. En efecto, al vernos aguantar la respiración y las
carcajadas, nos contó la anécdota de Unamuno, que por lo visto daba conferencia
en la Universidad de Salamanca sobre William Shakespeare. Pronunció tal cual el
apellido, shaquespeare, estallaron las
carcajadas en la audiencia, y a la segunda, dijo “ya que tienen ustedes un gran
nivel de inglés, continuaré el resto de la charla en dicho idioma “. Siguió Don
Miguel su conferencia sobre el ilustre en perfecto inglés, con lo que la
mayoría del respetable se tuvo que marchar porque no se enteraban de nada.
Además, aunque lo intentemos, los españolitos de a
pie, por mucho que nos pongamos, nos cuesta, hacernos entender por el angloparlante,
especialmente si es nativo de la grandísima Bretaña; con nuestra pronunciación
de algunos nombres propios. Te quiero oír pronunciar Hitchcock. (hɪʧˌkɒk).
Imposible. Pues con Les luthiers igual. Cualquier
liceano se va a reír de todos estos marisabidillos que tanto han viajado a
París.
Yo era de las pocas chicas de en mi facultad, escuela. Mi amigo el vespa era mucho más fan que yo de los argentinos. Nos sabíamos discos de memoria. Teníamos conversaciones en las que cada uno decía una frase de los genios. Por ejemplo “y fundó Caracas” Y la fundó en pleno centro de Caracas, que ya estaba fundada, y no lo vio”. Si alguien discutía colábamos un “haya paz, que si seguís discutiendo os vais a ir a la…haya paz”. O ante un amigo teóricamente valiente, “¡firme ante el enemigo! ¡Firme, con valor, firme, don Rodrigo! y don Rodrigo, firmó la rendición”. Si una conversación se tornaba tediosa, y nos dejábamos convencer “mi honra está en juego y de aquí no me muevo” “quinientas leguas al norte”. O ya, por gusto “somos los incas, un pueblo incansable, nuestras riquezas son incalculables” “y nuestras canciones son todas incantables”. Y la risa del absurdo, intentando darle la vuelta a todo:” usted dijo tonto” “dije tontamente”,” bueno, parecido” “parecido no es lo mismo” …” he dicho aficionades porque usted dijo verdades” “luego usted dijo mentiras” …Ja ja ja. Así nos podíamos pasar horas. ¿Y por qué la gallinita dijo Eureka? – “No nene, no, las gallinitas, no hablan” ¡Bua! Él entraba siempre después de haber empezado la clase. Saludaba. Se le recuerda por cantar mientras subía las escaleras. "¡Qué bella plebeya! ¿Debo abdicar al trono por amor a ella? ¿Vale acaso más una fría corona que un solo reflejo de sol en los dorados cabellos de María Blessing?" “Quien conociera a María amaría a María”. O quizá es “quien conociera a María a María amaría”. O “Oh María yo te amo”, esperaba respuesta: “oh María él le ama”. Yo escondía colorada. Hubiera sido genial que en una de esas entradas triunfales los 200 estudiantes de cálculo numérico, enfundados en ecuaciones diferenciales o pedruscos, nos hubiéramos levantado a cantar. Fantasías.
Sí, se pronuncie como se pronuncie, me encantan Les Luthiers, me encanta que me hagan reír. Creo que es difícil conseguir las sonrisas de los otros de una forma tan limpia, tan inteligente. Hay mucho talento detrás de cada canción, de cada monologo. Hay mucho trabajo y mucha alegría. Ellos no se burlaban de nadie, se burlan de las bobadas. Llevaban la realidad al absurdo. Cuentan historias tan imposibles, que probablemente podrían ocurrir. Hay que ser muy listo, muy generoso, muy bueno para dar tanta alegría, para conseguir tanta risa. Gracias. Se ha muerto un Luthier, de voz honda y sonrisa contagiosa. Adiós Marcos Mundstock. Gracias por los buenos ratos. Buen viaje.
El Vespas sólo puede ya decir aquello de: "Qué podemos añadir, que no se haya dicho ya... O que sí se haya dicho"...
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