Sumaba las horas a tu lado. Y me parecían siempre pocas. Resto las que llevo sin ti. Estoy en números rojos. Cada minuto lejos de tu mirada es una muesca en la culata de mi corazón roto. Ya no sé si puede romperse más. Seguro que le queda sitio para otra heridita. Entre paños guardado lo tengo, protegido del viento y el sol.
Sumaba
las horas a tu lado y ya no puedo restar más. He dado la vuelta entera. Vuelvo
a empezar a echarte de menos. Operaciones cíclicas. Un pequeño rasguño en el
camino, un avance casi insignificante hará que separe los círculos y convierta
mi trayecto en espiral. Mi perseverancia no se acaba. Sigo intentándolo cada día.
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