Seguidores

30/04/2020

Y DALE CON LAS PELUQUERÍAS

¿Será posible? ¿Pero qué pasa con las peluquerías? No entiendo esa prisa. Y ojo, soy partidaria de volver, volver, vooooolver. A tus brazos otra vez. Quiero llegar al por fin ya es viernes, fichar a las 14:30. Despedirme deprisa. Comer con mi chico, espaguetis al aglioelolioepeperonchino, entre besos, complicidad y alegría, celebrar estar juntos. Separarnos un rato para dividir tareas. Mientras él se queda trabajando y haciendo sus propias cosas, llevar el coche a que me lo dejen impoluto y mientras tanto, me voy a la pelu, córtame un poquito, que me lo quiero dejar largo. ¡ay estas Marías Magdalenas! Se queja el peluquero, que quiere chicas existencialistas, de pelo corto, moderno. Como unas segovianas que salieron en los 60 para Madrid y se instalaron en la Residencia de señoritas de Fortuny. En la pelu me hago las uñas, de manos y pies. Salgo hecha una princesa, recojo mi coche impoluto. Vuelvo a casa, el amor de mis amores ha recogido a los niños, se han atiborrado de chuches y anécdotas.  Pasamos una tarde normal, de familia, cine, parque, primos, peleas, risas y llantos aderezada con alguna discusión y muchos besos. Y por la noche, cuando vuelve la calma, él y yo salimos a recorrer Madrid, sin planes, parando en un bar escondido o comprando flores en una esquina, un broche en forma de libélula, o desgastando suelas sin más. Yo quiero volver a mi rutina sin planes. Sí. Sueño con fuerza cada día. Despierto con el deseo de que todo haya sido un pesadilla. No.

De ahí a que el primer plato de este desembarco, sea abrir las peluquerías, me da qué pensar, porque el presi y el vice no parece que necesiten mucho cuidado capilar, uno porque se lo puede cortar con una maquinilla al tres y el otro con su coleta nadie va a notar si se hace un corte apañado con las tijeras de las uñas.
En épocas de alguna ministra pepera ya habrían echado sapos y culebras contra tanta preocupación por la laca y el carmín. Que si las rubias de bote, que si la manicura francesa de las pijas.  Memes inundando las redes burlándose de féminas que quieren ir arregladas. Acusaciones de superficialidad a la mujer florero de la derecha porque se tiñe. Eso si, si una de izquierdas se hace la permanente o se pone el pelo rojo sigue siendo profunda. No me da la cabeza pa'tanta tontería. Hay tías con canas y con pelo de mentira de todos los gustos y tendencias.  No hace falta ser fea para ser de izquierdas ni guapa para ser de derechas. Pero este gobierno ha decidido  abrir peluquerías y centros de estética con una urgencia que raya con la prisa, antes de que podamos ir a ver a los abuelos. Eso no, tenemos que aguantar, por mucho que nos queramos.Bueno. Sus motivos tendrán. Somos gente paciente. Me pregunto que hará Boris en la Pérfida.  Porque él, muy sensibilizado no está con el manejo del peine. A estas alturas de la pandemia el que no se sabe peinar no tiene excusa, tiempo ha tenido para aprender. Mira. Yo si me quiero teñir, me voy al "carrefú" y me compro el tinte y si va mi chico a por él a lo mejor me vuelvo más morena o más rubia según le de. Y si lo que quiero es ponerme unas mechas, tiro de papel de plata y Dios proveerá. Si me salen regular, repito. Las uñas me las pintan mis hijas mientras nos ponemos al día. 

De verdad que entiendo la prioridad. Vamos, que yo no puedo ir a dar un achuchón a mis parientes, pero sí me puedo ir a hacer unas extensiones. Que no puede venir un niño a estudiar a casa y sí me puedo cortar las puntas. No sé qué les ha dado con las peluquerías. Porque ¡anda que no hay negocios! Desde ferreterías, mercerías, y, sobre todo: los colegios, las universidades. Los niños, señores, inocentes pagadores de nuestra ineptitud. Que ellos no se contagian, abran la espita de salida que ya no tenemos argumentos. Almas de cántaro. Son unos santos. No entiendo. ¿Las prioridades como las han fijado? A ver, que vamos a entrar por turnos a tomar café y sin embargo el pelo no vamos a tener niquelado. Unas divinas solitarias que deambularán una hora al día monísinas todas y solas.  Yo quiero que abran todo, bares,  burdeles, hoteles, discotecas, parques y jardines. Las pistas de pádel, de tenis. Las terrazas. Peluquerías y centros de belleza, tambien, pero que abran las puertas papelerías, cafeterías, las librerías, tiendas de comics. El IKEA, Decathlon, La Casa del Libro y las tintorerías, que se les han olvidado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario