Está
siendo un abril precioso, una primavera de verdad, suave y fresca. Este cielo
sólido madrileño se vuelve plomo al cabo. Días de lluvia y sol se alternan. Hoy,
por ejemplo, 10 de abril, llueve sin descansar. Esa lluvia que antaño incomodaba
quehaceres, hoy es bálsamo de baño e higiene. Limpio el aire. Esa constancia
del desahogo del cielo, con su calma, su insistencia. Oímos llover. Y nosotros
dentro. Otros días el sol contundente que anuncia el verano, se apodera del
cielo. Y nosotros dentro. Por cierto, que no me digan ya más quédate en casa. ¡Que
salto!
En
la línea del tiempo, en la dimensión de los segundos y las horas y los días,
esta etapa es comparable al verano, que no parece acotado, y sí muy largo, pero se acaba. Y cuando termine tenemos que estar orgullosos de lo que hemos hecho. No vale el tedio. Hay
que estar atentos. No vamos a poder arrepentirnos. Como en el estío, que creemos
que nos va a dar de sí para ponernos al día, este encierro parece eterno.
Tenemos el deber de aprovecharlo. De ponernos al día al menos.
Que
se callen de una vez los que repiten que todo es un desastre, que es horrible,
que se pare la queja, que se dejen de rollos, que remen. Pa’lante. Que sí, que
es un horror, eso no es nuevo ¿Y? ¿Algo que aportar? ¿nada? ¡Chitón! A empujar.
Vamos a dejar de lamentarnos, por favor. Estamos en casa, tenemos suerte de
tener casa, elegimos. ¿cómo que es un rollo? Jolines, piensa en Ana Frank, que
se pasó en un cuarto del tamaño de un armario media guerra. Y encima murió. Para
tragedias, lo que son tragedias, “haylas”. Piensa en nuestros abuelos, mira hacia
atrás, mira al lado, a los países en guerra, a los que no tienen estadísticas de
infectaos porque no hacen pruebas, porque no se pueden permitir estar enfermos
ni parar. Y morirán de causas desconocidas. A nosotros solo nos piden portarnos
bien. Jolines, vamos a hacer algo más. Estudia inglés, aprende chino, limpia la
casa, llama a tu madre, dile a tu chico cuánto le quieres. Achucha a los que
tienes la suerte de tener cerca. ¡Basta de críticas! Por favor. Sobre todo,
cuida a tu gente, cuida a los tuyos. Quiéreles mucho. El amor es un bálsamo.
Todos
han hecho cosas mal, seguro. Gobierno y oposición, individuos al fin que se
equivocan. No es el momento de la crítica ni el reproche, Yo soy de las que
creía que esto era una gripe. Sí, me colé, hasta que una amiga médico me dijo “no
es una gripe”. Yo me reía de los “bata blanca”, preocupados por cómo saludarnos. ¡Qué risa! Una propuesta: saludo
a la romana, agarrándose por el codo, Ave César. ¡NO! Si ahora donde se
estornuda es en la parte interior del codo.
Vamos
a aplazar la miseria, a reflexionar en lo que nos hemos equivocado y pa’lante. A
hacerlo mejor.
Siempre mirando al frente
ResponderEliminarPalante
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