¿Hasta cuándo hay que seguir diciendo feliz año? ¿Hasta cuando se puede seguir diciendo? Sin que a uno se le considere un trastornado, quiero decir. Porque Feliz Año, en sentido estricto, siempre es apropiado. Desear a otro que le vaya bien, no tiene nada malo, al revés. A lo mejor, todo lo contrario. Eso sí, un poco desubicado puede quedar.
Otro bonito saludo es el "que tengas un buen día", salvo cambio horario o de paralelo; a partir, digo yo, de las doce de la mañana, y ya me parece mucho, no es una frase comodín, que ya se te ha pasado mediodía. "Sé feliz" se puede decir siempre, sin ser una orden, es un bonito deseo. Aunque si se lo dices a todo el mundo suena un poco hueco. Es lindo discriminar en el saludo, personalizar, ponerle tu gotita, digo yo. Lo bueno de estas dos maneras de saludar es que las puedes usar tantas veces como quieras. Feliz año, solo una en doce meses.
Todos conocemos a alguien que te suelta un feliz año fuera de lugar. Que se agradece, sí; porque siempre es bonito que le deseen a uno felicidad. Al principio te quedas sorprendido, pero con una sonrisa. En agosto, un suponer, por mucho que no hayas visto a alguien durante esos meses, ocho sumados; si te lo encuentras paseando por la arena caliente de Cádiz, por ejemplo, los pies mojados cada tanto por las olas que se acercan, con el sol coloreando el mar a última hora, a punto de darle el mazazo rojo previo al anochecer. Puedes darle un feliz año de saludo en vez de un ¡hombre, cuanto tiempo! Suena raro. Pero pero por poder, puedes, técnicamente es correcto y además es bonito. Eso sí, llega un pelín tarde. Parece un poco traído con dificultad.
Pues eso, FELIZ AÑO. Mi abuelo siempre decía "Ve con Dios", cuando estaba en Zújar, en su salsa. Eso sí que se puede decir siempre.
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